A la gente trabajadora hay que darle todo; a los huevones, nada: El Bronco
Jaime Rodriguez Calderón, El Bronco, será el quinto candidato en la boleta presidencial, luego de que el Tribunal Electoral ordenó su inclusión debido a que hubo fallas en su debido proceso. Junto con Jorge Fernández Menéndez, platicamos con el aspirante independiente acerca de su incorporación a la campaña.
Pregunta: ¿Cómo va a ser tu campaña presidencial?
JRC: Será una campaña atractiva, diferente, que convoque al mexicano a decirnos qué quiere, y no una campaña en la que El Bronco le diga a los mexicanos que es capaz de hacer todo; que la gente pueda comunicarse con El Bronco para que El Bronco pueda hacer, a través de la comunicación de regreso, todo un plan para México. Ni quiero ser Santa Claus, ni ser Superman, pero puedo ser el Llanero Solitario.
Pregunta: La base de tu campaña para gobernador fue una comunicación directa con el electorado, les diste tu celular para “whattsappear”, hablas directamente con la gente para saber qué pasa; ¿así vas a llevar tu campaña?
JRC: Hoy la gente vive con el teléfono en la mano, y yo me di cuenta de que la individualidad es más poderosa que la colectividad y es lo que yo quiero hacer; finalmente creo que no se trata de solamente hacer una estrategia para ganar; se trata de hacer una estrategia para que México reflexione; si México reflexiona, México será poderoso. Si México quiere seguir con la pata en el pescuezo, aunque yo les proponga, la gente va a seguir votando por un partido político, y yo no deseo eso; yo deseo que la gente se libere; si la gente se libera, México por sí sólo será un gran país.
“Al trabajador hay que darle todo, al huevón nada. Punto. Así de simple. Al flojo hay que buscarle oportunidades de trabajo, hacerlo que trabaje”
Pregunta: ¿Qué México te imaginas llegando a la Presidencia?
JRC: Yo me imagino ese México que no ha despertado, que sigue ahí medio dormido, creyendo que el presidente les va a resolver todos sus problemas; ese mexicano que lo hicimos flojo, porque desde el gobierno lo hicimos así, el gobierno le da todo, le lleva el dinero a su casa; yo quiero el México en el que tú te pongas las pilas, en el que tú puedas decir: ‘Yo puedo salir adelante’, en el que el gobierno sirva de promotor del desarrollo empresarial y no promotor de los programas asistencialistas. Eso está acabando a México. El mexicano empezó ya, por lo menos en mi ciudad, a escuchar al presidente municipal, y eso a mí me dio pauta de decir que si platicas con la gente, la gente reacciona; o sea, la gente es inteligente, la gente quiere cambiar, la gente quiere ver que el gobernante también se baje al nivel de la sociedad; el gobernante mexicano se ha creído Santa Claus y cree que regalando juguetes el Día del Niño, los niños van a estar felices…
Pregunta: Tenemos candidatos en la contienda que dicen ‘voy a dar renta universal a los niños, a los jóvenes, a las madres, a los viejitos’; estamos discutiendo si se va a terminar o no un aeropuerto que está a medio hacer; ¿qué le dirías a esos electores que escuchan tantas promesas vacías?
JRC: Al trabajador hay que darle todo; al huevón, nada. Punto. Así de simple. Al flojo hay que buscarle oportunidades de trabajo, hacerlo que trabaje. Cierto que al adulto mayor el pueblo le debe mucho, pero hay que aprovechar su talento; el adulto mayor es un hombre con mucha experiencia, con una madurez enorme y que no tienes que darle una dádiva, hay que darles oportunidades. Yo contrataría en el gobierno a todos aquellos adultos mayores que tienen un talento para ir a capacitar, a orientar a tantos jóvenes que hoy están desorientados, que tienen dificultad para ir a la escuela o conseguir un trabajo, en lugar de que yo tenga que darle un dinero nada más porque es adulto mayor. Hay quienes no tienen posibilidades, a esos hay que sostenerlos, hay que hacer hospitales geriátricos, hay que darles oportunidades de que su final de vida sea feliz, pero no con una dádiva, sino con programas muy especiales que no impliquen un gasto.
En Nuevo León yo hice un programa para que la empresa que le reduzca la jornada laboral a la madre de familia que trabaja, el Estado le subsidiará a través del pago de impuestos ese salario; es decir, que la mujer trabaje menos, y si la mujer trabaja menos, la casa y la familia estarán un poco más feliz; yo haría eso. No necesariamente tiene que ser con programas, contratando burocracia. El Estado puede y finalmente no es a un costo extraordinario. Eso es lo que yo quiero para México y eso sí se puede hacer; no es algo difícil ni complicado.
Pregunta: Muchos sentimos en esta campaña que se está hablando de dos grandes proyectos de nación. ¿Cómo te inscribes tú en ello?, ¿estás a favor de las reformas, estás en contra, les ves limitaciones?
JRC: Todos los avances que tiene México no tenemos ni debemos regresarnos, hay que hacer una reforma a la Reforma Educativa, sí, porque al maestro hay que regresarle el poder de la escuela, que implique que a tu hijo lo disciplinen ahí y tú no te enojes como madre alcahueta. ¿Por qué hoy los padres de familia se enojan cuando un maestro reprende a sus hijos? Hagamos una pequeña reforma; el maestro ha sido vilipendiado, denostado, y entonces el maestro se siente como no tomado en cuenta, y yo quiero regresarle el poder para que sea tomado en cuenta. Todos los maestros están preparados, todos estudiaron para ser maestros. Pero el maestro no nada más porque le pagas va a educar bien a tu hijo. El maestro tiene que enseñarlo a leer, a escribir y a contar, y el resto es chamba tuya. Hoy acudimos al maestro porque la mamá trabaja, porque el salario no es suficiente. La mayor parte de las escuelas públicas tiene un programa, y en las privadas cada quién hace su plan, y por eso traemos una gran diferencia en las educaciones de nuestros hijos; entonces tenemos que homogeneizar, que haya un tronco común de valores, de principios, de respeto en todas las escuelas del país. El maestro tiene que ayudarnos mucho en eso y el Estado tiene que capacitarlo, que invertir en la modernización de la educación, pero no lo está haciendo.
Pregunta: ¿Qué harías con la educación y la seguridad del país?
JRC: Entender que no hemos sido capaces de resolverlo. Cuando entiendes eso, tienes que contratar a aquellos que sean capaces, a los mejores. Yo me di cuenta siendo gobernador de Nuevo León, que se nos estaba yendo el tema de la seguridad porque quizás no fuimos suficientemente visionarios. Tenemos que entender que los políticos no conocen temas de seguridad y que el Ejército mexicano no tiene todas las facultades para poder resolver los problemas que México tiene, porque no se las hemos querido dar, por ese miedo que tienen los políticos de creer que el Ejército alguna vez va a tomar el poder. El Ejército es extraordinario; creo que es la institución a la que los mexicanos más confianza le tienen…
Pregunta: Jaime, has vivido la delincuencia en carne propia; un hijo tuyo falleció en un accidente que aún no queda claro, a tu hija chiquita la secuestraron cuando estabas en campaña, ¿le darías amnistía a los criminales?
JRC: No, no, no; eso es un grave error. Eso está haciendo que los criminales se crean que van a ser perdonados y crece la violencia. No se debe hacer eso. Los gobiernos no deben perdonar a nadie, es un grave error, un enorme error que creo que nos llevaría a la anarquía y al caos, porque cada quién lo va a entender a su manera. La ley debe ser para todos por igual y el gobernante tiene que aplicar la ley, pero en este país no es el Presidente el que tiene que dar perdones.
Nuevo León es el primer estado que ha llegado a tener un fiscal autónomo, hoy lo tenemos; tenemos un fiscal anticorrupción autónomo, decidido por el Congreso, no por el gobernador, y el que sea autónomo o no, no cambia; los procesos siguen, se detiene al delincuente, se va a juicio y en el juicio el delincuente es hábil; si es hábil para delinquir, ¿crees que no va a ser hábil para defenderse?, si tiene el dinero suficiente para contratar a los mejores abogados.
Pregunta: ¿Qué harías en términos de corrupción?
JRC: La corrupción es un cáncer mundial por los temas de educación. ¿Cuál es el problema: la corrupción o la impunidad? Desde mi punto de vista, la impunidad, porque no se castiga la corrupción, ahí está el problema. En países que han logrado reducir la corrupción es porque la han castigado, pero en México no se castiga.
Pregunta: ¿Renunciaste al financiamiento público?
JRC: Sí, voy a renunciar en el momento oportuno.