Beatriz y Enrique: el espíritu de AMLO
Hace unos días, un amigo común, muy cercano al matrimonio de Andrés Manuel López Obrador y Beatriz Gutiérrez Müller, me hablaba del tipo de relación que tiene el líder de Morena con su esposa: estrecha, solidaria y difícil, compleja, por el tipo de vida que conlleva ser la pareja de un candidato que está en campaña desde el mismo día en que comenzaron su relación.
De lo que no cabe duda es de que, a partir de esta campaña, Beatriz ha tenido una presencia pública y un papel mucho más protagónico que en el pasado: quizás también porque su hijo, Jesús Ernesto, ya tiene 11 años, y no los cinco del anterior proceso electoral.
Lo cierto es que estamos viendo una actividad pública de Beatriz que no veíamos en el pasado, y este fin de semana pudimos comprobarlo con un debate que la esposa de Andrés Manuel sostuvo en Twitter con Enrique Krauze acerca de el populismo. El director de Letras Libres publicó el 31 de mayo pasado un tuit en el que se leía: “Populismo: régimen de dominación carismática que llega al poder por la vía democrática, para acabar con ella”. Dos días después, la esposa del candidato presidencial le contestó que “Si como defines el populismo es llegar al poder por la vía democrática para luego destruirla, de verdad no es lo que piensa AMLO. Si tu preocupación es sincera, puedes estar tranquilo. Porque habrá democracia en México como no se ha visto desde los tiempos de Madero”. Inmediatamente después, Krauze le respondió: “Estimada Beatriz: yo nunca he puesto en duda la sinceridad de AMLO; no veo por qué dudas de la mía. Madero respetó escrupulosamente la libertad de crítica. Sólo el tiempo dirá si AMLO sigue su ejemplo”. Y volvió a responder Beatriz: “Te aseguro que habrá kratos con demos. Lo juro ante la tumba de San Pedro en Roma y en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. Te mando un fuerte abrazo”.
Hasta ahí quedó el intercambio en la red social. Ayer, Krauze publicó en Reforma un texto acerca de López Obrador, en el que compara al tabasqueño con Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas. Ahí expresa: “La esencia de Madero, demócrata y liberal, está en los quince meses de su presidencia. Su período fue una reivindicación plena de la Reforma. Respetó como nunca antes el pacto federal; respetó al Congreso, al grado de abrir la puerta al Partido Católico; pero sobre todas las cosas respetó las libertades. En su gobierno nació la libertad sindical. Y en su gobierno —punto clave— la libertad de expresión fue irrestricta. La prensa, los editorialistas y caricaturistas fueron feroces contra Madero, pero Madero nunca descalificó a sus críticos. Ninguno de estos rasgos específicos corresponde a AMLO, que propende al poder absoluto y a la intolerancia. En caso de triunfar, querrá identificar su trayectoria con la de Madero, pero no es Madero”.
¿Con qué visión de López Obrador nos quedamos? ¿Con el Andrés Manuel intolerante y del poder absoluto, del que habla Enrique Krauze? ¿O con la democracia irrestricta, tolerante, “como nunca antes desde Madero”, de la que habla Gutiérrez Müller? Ese es el punto central de la incertidumbre respecto al candidato a la Presidencia de la coalición Juntos Haremos Historia. Por cierto, no es un tema menor que, en el debate con Krauze, la respuesta haya salido de Beatriz.
Busca cambiar paradigmas
En un mitin en Minatitlán, Veracruz, en el que acompañó a su esposo, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 27 de mayo, Beatriz Gutiérrez Müller propuso ponerle fin a la idea de primera dama, pues, aseguró, se trata de una idea clasista.
“He venido a proponerles que pongamos fin a la idea de la primera dama, porque en México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda; tampoco queremos que haya hombres de primera ni de segunda. Decir primera dama es algo clasista”, expresó.
La esposa del candidato presidencial aprovechó el templete para dejar en claro: “No tengo intereses político-electorales, no voy a ser candidata a nada ni seré funcionaria pública, así que no imaginen un escenario diferente”.
Unos días después, la periodista e investigadora (es miembro del Sistema Nacional de Investigadores) sostuvo un debate en redes sociales con el historiador Enrique Krauze sobre el populismo, en el que ella destacó que con López Obrador en la Presidencia “habrá democracia en México como no se ha visto desde los tiempos de Madero”.
AMLO conoció a Beatriz Gutiérrez en Puebla, cuando ella le realizó una entrevista. En 2001 la invitó a formar parte de su gobierno en la Ciudad de México en las áreas de Difusión y Asuntos Internacionales. Comenzaron a salir en 2004, un año después de la muerte de la primera esposa del tabasqueño. Poco después de las elecciones de 2006 ambos se casaron y en abril de 2007 nació el hijo de ambos, Jesús Ernesto, que hoy tiene 11 años.