El indulto de Trump y del Presidente de México
Justo cuando en Estados Unidos las investigaciones y revelaciones en torno a la trama rusa se vuelven más álgidas, el presidente Donald Trump asegura que su equipo legal le ha confirmado que tiene el “derecho absoluto” para indultarse de este caso.
Y a través de Twitter, el presidente estadounidense se defendió ante lo que calificó de una “cacería de brujas” en su contra. Aseguró que, pese a que tiene la capacidad de perdonarse a él mismo, en caso de ser condenado en la investigación, no lo hará. “¿Por qué haría eso, cuando no he hecho nada malo?”, dijo.
Y es que tanto el fiscal Robert Mueller, así como las 17 agencias de investigación en Estados Unidos, entre ellas el FBI, aseguran que sí hubo injerencia rusa en el proceso electoral, el cual le dio la victoria a Donald Trump, y que el equipo de campaña del magnate tuvo contacto con los rusos.
Trump se basa en la opinión de “numerosos expertos legales”, quienes han considerado que el presidente tiene el derecho de exonerarse; idea que supondría que el mandatario puede imponer su criterio por encima del de un juez.
Cuando fue el escándalo de Watergate y Richard Nixon, una alta funcionaria del Departamento de Justicia, Mary Lawton, escribió en un documento que el presidente no tenía el derecho de concederse un indulto, ya que eso violaría “la regla fundamental de que nadie puede ser juez en su propio caso”. Pero recordemos que a Nixon no lo removieron de su cargo; él renunció.
El diario The New York Times publicó un documento del equipo legal de Trump, enviado en enero a Robert Mueller, que aseguraba que la Constitución permite al presidente “terminar la investigación o ejercitar su poder de perdón”. Sin embargo, Rudolph Giuliani, abogado de Trump, reconoció que perdonarse a sí mismo como presidente sería “impensable y probablemente llevaría inmediatamente a un impeachment” (destitución).
A pesar de que algunos expertos comparten el mismo análisis, otros consideran que no hay nada escrito en la Carta Magna que impida que el presidente se conceda el perdón a sí mismo; sin embargo, señalan que eso no lo protegería de un juicio político en el Congreso. Jonathan Turley, profesor de derecho constitucional de la Universidad George Washington, aseguró que “un presidente no puede perdonarse para escapar de un juicio político después de ser destituido”.
Ahora, la gran incógnita es si Trump accederá a ser interrogado por Mueller, lo cual podría ocurrir en julio. En caso de considerar que el presidente ha cometido un delito, podría ser llevado a un juicio penal o remitir su informe al Congreso.
Si los demócratas ganan las elecciones legislativas de noviembre y toman el control de la Cámara de Representantes, podrían impulsar un proceso de impeachment (destitución) contra Trump.
Con toda la polémica que se ha desatado, después de que el presidente Trump asegurara que se puede indultar de cualquier acusación, han surgido inquietudes acerca de si esa “práctica” se podría aplicar en México. Y aunque recientemente se aprobó una ley que dice que el Presidente mexicano ya no tendrá fuero en la Cámara de Diputados, ésta todavía no se ratifica en el Senado de la República; así que cabe la posibilidad de que el Presidente de México se podría indultar.
En el proyecto de decreto, que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de los artículos 61, 111 y 112 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
México, DF, a 1 de diciembre de 2011, dice:
El Presidente de la República goza de inmunidad y, por lo que a éste toca, se aplicará la misma norma y el mismo procedimiento, pero la Cámara de Diputados obrará como Cámara de origen para resolver sobre el pedido judicial y el Senado será Cámara revisora, la cual adoptará su decisión dentro de los diez días hábiles a partir de que hubiera recibido el proyecto de retiro de la inmunidad de parte de la Cámara de Diputados. Para que el Senado apruebe el retiro de la inmunidad y la separación del cargo es necesaria una mayoría de las dos terceras partes de sus integrantes presentes. En los recesos del Congreso de la Unión, la Comisión Permanente convocará de inmediato a sesiones extraordinarias en cuanto reciba la solicitud judicial.
La reforma deroga la disposición de que el Presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos del fuero común.
Además, se elimina el proceso que debía seguir la Cámara de Diputados para hacer la declaratoria de procedencia, o el llamado desafuero, con el cual se señala que sí procede someter a un proceso penal a un legislador o servidor público.
Por lo pronto, en el Senado de la República se detuvo la propuesta que elimina el fuero al Presidente y a legisladores, para revisar lo aprobado por la Cámara de Diputados.
Las Comisiones Unidas de Justicia, Puntos Constitucionales, Reforma del Estado y Estudios Legislativos del Senado acordaron crear un grupo técnico que inspeccione las deficiencias de la reforma avalada por la Cámara de Diputados para eliminar el fuero a todos los funcionarios públicos del país.
De acuerdo con el senador Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priistas en el Senado de la República, la eliminación del fuero de servidores públicos, incluido el Presidente de la República, será hasta después de las elecciones del 1 de julio.
Lo cierto es que mientras algunos expertos afirman que el presidente de Estados Unidos no se puede autoindultar, otros aseguran que sí tiene las facultades para poderlo hacer.
Y es que tanto en Estados Unidos como en México existe una delgada línea entre lo legal, y no legal en donde se abre el debate para el indulto presidencial.
Recurre a blindaje
A medida que se acercan las elecciones intermedias en Estados Unidos aumenta el nerviosismo de Donald Trump por el caso del Rusiagate. Hasta ahora, Robert Mueller, fiscal especial, y su equipo han presentado 22 denuncias concretas contra personas allegadas al magnate durante la campaña; sin embargo, las mismas no se relacionan directamente con la presunta colusión del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca de 2016 y los posibles nexos entre la campaña republicana y funcionarios rusos.
La investigación tampoco ha producido acusaciones directas contra el presidente.
Mueller fue nombrado fiscal después de que en mayo de 2017 Trump despidiera a James Comey como director del FBI.
El presidente estadounidense ha cuestionado insistentemente el trabajo de Mueller y en muchas ocasiones ha exigido frenar la investigación de la trama rusa, pues ha argumentado que es una “cacería de brujas” que representa un costo de 20 millones de dólares. Trump se ha empecinado en manchar a Mueller y su equipo, pintándolos como fiscales “enojados” cegados por partidismo.
El tuit de Trump, de que puede autoindultarse, es una manera de blindarse ante cualquier eventualidad que Mueller encuentre. Ante esto ha recibido numerosas críticas, pues se afirma que esto provocaría una crisis constitucional.
El republicano Paul Ryan, jefe de la Cámara de Representantes, consideró: “obviamente no debería y nadie está por encima de la ley”.