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Bullying a la educación

 

¿Qué mejor ejemplo de los problemas que tenemos con la educación en el país que la historia de los exámenes de evaluación a maestros que están siendo robados por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y vendidos al mejor postor para poder aprobarlos?

No se imagine sólo el hurto: ahora resulta que, además, los originales de los exámenes deben ser protegidos por el Ejército para que no se los roben. Así está funcionando la educación en el país y así entienden algunos maestros su función: como algo mucho más ligado a la trampa, el engaño y el robo, que a un real magisterio.

La mayoría de los maestros no comparten esa visión: trabajan cada día, algunos en condiciones muy complicadas, hacen esfuerzos enormes, incluso para poder llegar a escuelas que en muchos casos no cumplen las condiciones mínimas para enseñar. Y ahí están. Pero la imagen de soldados cuidando los exámenes de evaluación, puede acabar con ese esfuerzo.

¿Quiénes se están robando los exámenes? En el origen fueron sustraidos por integrantes de la Coordinadora en Guerrero y Michoacán, y desde allí llegaron a distintos lugares, como Chiapas y el Valle de México. ¿Qué demuestra esto? Que la Coordinadora es consciente de que sus integrantes, o por lo menos muchos de ellos, no están calificados para estar frente a un salón de clases ni para enseñar, y que hacer trampas les parece perfectamente aceptable, ya no para conservar sus empleos (ningún maestro perderá su empleo por no aprobar estos exámenes; si no aprueba en tres años tendrá un puesto administrativo) sino para no mostrar su verdadera incapacidad.

En estos días ha aparecido en todas las noticias el tema del bullying. Es una preocupación legítima que ha provocado incluso debates sobre si su origen está en la casa o en la escuela; si es por influencia de los medios o de la violencia que se vive en la sociedad; si tiene relación directa con la pobreza y la falta de oportunidades o simplemente es un fenómeno que supera todo esto y ya nos alcanzó. Se destinarán 160 millones de pesos de emergencia para promover algunos programas sobre el tema.

Todo está muy bien, pero ¿no se debería comprender que cuando los maestros roban exámenes, realizan manifestaciones violentas y rompen la legalidad son, en buena medida, ellos (los de la Coordinadora) los que le están haciendo bullying a la educación y a la sociedad?

bibibelsasso@hotmail.com
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