La mamá de Luis Miguel
Luis Miguel quien, ha sido uno de los cantantes más importantes de habla hispana en las últimas décadas, siempre había tratado de mantener su vida personal en total hermetismo.
La carrera del intérprete Luis Miguel estaba atravesando un momento complicado, pero la reciente serie transmitida por Netflix lo ha puesto de nuevo en la palestra y el éxito nuevamente lo rodea. La historia es autorizada y supervisada por el propio Luis Miguel, lo cual le da mayor veracidad.
Uno de los temas más misteriosos en la vida del cantante ha sido, sin duda, la desaparición de su madre, Marcela Basteri, en 1986. Lo único que se sabe es la relación tan conflictiva que tenía con su esposo, Luis Rey, el padre de Luis Miguel.
La última persona de su familia con la que tuvo contacto Marcela fue su tía Adua Basteri. Ella ha dicho que Marcela tenía miedo de reencontrarse con su marido, Luisito, pero viajó para encontrarlo llevando varios documentos importantes. Nunca más se volvió a saber de Marcela.
Pero a lo largo de estas más de tres décadas, ha habido muchas noticias falsas sobre la madre de Luis Miguel. La última fue la localización de una mujer española, quien se pensó podría ser Marcela Basteri. No era la madre de Luis Miguel a quien encontraron, fue a Honorina Montes García, y su familia supo de ella después de 25 años de no tener rastro.
Fue en Argentina, mismo lugar en que el cantante vio por última vez a su madre mientras cantaba en el escenario del Luna Park de Buenos Aires, donde se tomó un video de una mujer mendigando en el centro de la capital, el cual se hizo viral y reporteros y fans del cantante aseguraban que podría tratarse de la mamá de Luis Miguel.
El video fue presentado en varios programas y se subió a la plataforma YouTube a pesar de que la propia mujer negaba ser la madre del cantante.
Efectivamente, no era Marcela Basteri, era Honorina Montes García.
La última vez que familiares vieron a Honorina en San Julián de Bimenes, un pueblo asturiano de unos 300 habitantes, fue cuando visitó a su hermano Rubén y a su madre, Dolores, (Lola), en 1992. En esa ocasión Honorina dijo que “no quería saber más de nosotros y desde entonces no la hemos visto”, contó su hermano Rubén.
Tiempo después, Rubén viajó a Madrid en busca de Honorina quien vivía entonces en la Gran Vía, pero no encontró rastro de ella. Nori, como la llamaban, no renovaba sus documentos y no usaba su cuenta bancaria. Un primo suyo de la Policía Nacional comenzó a indagar su paradero; pero sólo pudo seguirle la pista hasta la provincia de Toledo.
Incluso sus familiares sospechan que podía haber ingresado a un tipo de secta, ya que Honorina era una mujer a la que le gustaba pasársela bien, pero también tenía su lado espiritual.
Después de dos años sin rastro de ella, guardaron sus cosas en el desván y decidieron darla por muerta. La enterraron “simbólicamente” y el párroco ofició una misa en su honor.
26 años después, familiares de Honorina saben que no murió. Su aparición envuelve varios misterios.
El video que circulaba en YouTube mostraba a Honorina, ahora de 59 años de edad, desorientada, vestida con gabardina oscura y sombrero y hablando algunas expresiones en bable (asturiano).
El video llegó hasta los ojos de una fan de Luis Miguel, quien se dio cuenta de que la mujer en el video hablaba de un lugar a 40 minutos de su casa. Fue entonces que lo envió a una amiga de San Julián de Bimenes. Ella, a su vez, se lo mandó a su vecina Ana Martínez, quien le preguntó a su madre si sabía quién era “y en seguida me dijo: ‘¡Pero si es la hermana de Rubenín!’”.
Fue entonces que localizaron a Rubén, un exminero de 52 años que nunca había entrado a YouTube, y le mostraron el video. En un inicio, el hombre no entendía nada, hasta que reconoció a su hermana.
Tras analizar la situación un tiempo, decidió ocultarle la noticia a su madre de 84 años debido a su avanzada edad. “Ahora vive muy tranquila. Si yo supiese que Nori va a querer venir, pues sería el primero a decírselo”, argumenta Rubén.
Ahora, Rubén Montes volvió a reportar la desaparición de su hermana, 26 años después de perderle la pista. Es el primer paso para activar un protocolo que movilice al consulado español en Buenos Aires y lo lleve a encontrar a la asturiana.
Por lo pronto, la Oficina de Información Consular comunicó que el cuerpo diplomático en Buenos Aires puede intentar localizar e identificar a Honorina con la colaboración de las autoridades argentinas. En caso de que Honorina quiera regresar y reencontrar a su familia en España, la asturiana podría volver a casa gracias a un proceso de repatriación.
Mientras tanto, el misterio que rodea la desaparición de la italiana Marcela Basteri se mantiene.
Una ausencia de tres décadas
La vida de Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel, fue difícil desde pequeña, pues fue abandonada en un orfanato. No se ha revelado mucho de ella, pero se sabe que conoció a Luisito Rey, el padre de El Sol, apenas saliendo de la adolescencia.
Desde muy pequeño, Luis Miguel demostró su enorme talento y su padre lo obligaba a trabajar de manera ardua, con lo que, aparentemente, no estaba de acuerdo su madre; aun cuando sí respaldaba la carrera de su hijo. En 1985 fue la última vez que se le vio. Luis Miguel ofreció un concierto en Buenos Aires, el 16 de marzo de ese año, y el cantante invitó a su madre a subir al escenario del Luna Park y le cantó el tema Marcela.
Tras esa noche, presuntamente Marcela viajó a España, pero no se volvió a saber de ella.
El artista ha gastado millones de pesos en buscar a su madre. Desde hace años se ha especulado acerca del paradero de la actriz; en 2004 se dijo que se encontraba internada en un hospital psiquiátrico al norte de Italia. En 2008, una revista también publicó su aparición, diciendo que Basteri residía en la isla de Gran Canaria, en España. En dicha revista se mostraba la casa en donde supuestamente residía; lo cierto es que hasta ahora nada se sabe ella.
Hace unas semanas nuevamente surgió la polémica en torno a que en Argentina había una indigente con las características de Basteri y se presumía que fuera ella; sin embargo, no fue así, y tras 33 años sigue desaparecida.