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Violencia que no cesa

Rubén, gracias por la amistad de tanto tiempo. Te deseo, y tengo la certeza de que será así, lo mejor para el futuro.

 

Justo hoy, a la medianoche concluyen las campañas electorales. No recuerdo una contienda con tanta violencia, por la que hayan tenido que declinar tantos candidatos, entre otras razones, por temor al crimen organizado, y en  la que hayan sido asesinados tantos de los aspirantes.

Según el indicador de violencia Etellet, son 130 los políticos asesinados en estos últimos meses, de los cuales, 48 han sido precandidatos y candidatos, y los demás, políticos ya en funciones.

Todo en el contexto en que el próximo domingo se votarán 18 mil 311 cargos de elección popular. Son demasiados intereses encontrados, entre ellos, los del crimen organizado, que  ha buscado desestabilizar el proceso para “defender” sus intereses.

Ahora, a menos de una semana, se habla de casi 5 mil renuncias. Tan sólo el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) reportó que hasta el pasado 10 de junio, mil 225 candidatos habían presentado su dimisión. En Tamaulipas, el instituto electoral de ese estado informó que 78 candidatos, cinco de ellos a ediles, desistieron a su postulación. Mientras que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero (IEPCG) reportó que, hasta el 1 de junio, se habían registrado 440 renuncias a candidaturas.

Y es que la violencia contra los candidatos parece incrementarse día con día. Tan sólo el pasado lunes 25 de junio, a seis días de la elección, el candidato a diputado local de Morena por el distrito XXI (que comprende Ejutla de Crespo y Sola de Vega), Emigdio López Avendaño, y cuatro personas más, fueron asesinadas en el municipio de San Vicente Coatlán, en la región de los Valles Centrales de Oaxaca.

La semana pasada, otros dos candidatos fueron abatidos en Michoacán. Hay otros casos de candidatos que han desaparecido, pero han sido localizados.

El candidato independiente de Palmar de Bravo, Puebla, Ángel Morales Ugalde, desapareció el pasado 17 de junio, luego de que fue visto por última vez tras dejar a sus hijos en la escuela. La Fiscalía General del Estado de Puebla informó que Morales Ugalde fue localizado ileso y sin mediar pago.

Otro fue el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia a la alcaldía de Nadadores, Coahuila, Ismael Aguirre Rodríguez El Canelo, reapareció sano y salvo luego de que el pasado 12 de junio se reportara su desaparición. De acuerdo con el candidato, recibió amenazas por parte de sujetos desconocidos. “Me dijeron que les estorbaba en la campaña, que me querían fuera”, aseguró.

La realidad es que tuvo un conflicto marital, compró un boleto de autobús y se fue tranquilamente a Tijuana. Las autoridades estatales detectaron, por medio de cámaras, hasta en qué asiento había huido hacia Tijuana.

Además de los aspirantes asesinados, en Tamaulipas, la Casa de Gobierno fue atacada por un comando armado que dejó un mensaje en contra del gobernador.

En Veracruz, también el lunes pasado, Daniel García, pareja de la expresidenta municipal, Lidia Mezhua, actual directora del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica, fue asesinado en la comunidad Paseo Macuiltxóchitl, Veracruz.

El cuñado del presidente municipal de Zongolica, Juan Carlos Mezhua Campos, fue emboscado por hombres armados, quienes le dispararon en varias ocasiones.

Por coaliciones electorales, la alianza PAN-PRD-MC registra un total de 21 candidatos asesinados, seguida por la alianza PRI-PVEM-Panal, con 14, y la coalición Morena-PT-PES, con 9.

Pero la violencia no sólo se representa a través de asesinatos; también el lunes 25 de junio, en Macuspana, Tabasco, sujetos armados robaron 11 mil 25 boletas de elecciones locales y federales.

Los delincuentes se llevaron dos paquetes con 4 mil 410 boletas para elecciones federales y 6 mil 615 para cargos locales.

Para el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, las elecciones no están “en riesgo de descarrilarse por la violencia”. Asegura que el año pasado fue el más violento en la historia del país y es en ese contexto en el que, lamentablemente, se están realizando las elecciones.

Y es que la violencia, los asesinatos y las desapariciones de candidatos desestabilizan el proceso electoral; y en este contexto, los mexicanos asistiremos a las urnas el próximo 1 de julio para elegir a nuestros gobernantes.

Gane quien gane, el gran reto de nuestro próximo Presidente es el tema de la seguridad. Un problema muy complejo de resolver, el cual es prácticamente imposible de controlar a corto plazo.

Este proceso electoral ha dejado muchas fracturas y el crimen organizado se ha aprovechado. 

Habrá que ver cómo se retoma el control de la seguridad en todo el territorio nacional y si este tema, que es uno de los que más lastima a la sociedad, no se termina complicando aún más.

Ataques a la democracia

El director de Etellekt, Rubén Salazar, en un informe sobre violencia política, asegura que los crímenes de aspirantes durante el actual proceso electoral mexicano indican que los actores dirimen sus diferencias políticas mediante el uso de violencia y no por la vía de la democracia.

El pasado 21 de junio, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Janine Otálora, llamó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a reforzar las acciones que garanticen la paz.

“Manos criminales están actuando de manera premeditada y deleznable para decidir por la vía de la violencia quiénes deben o no deben estar en la boleta electoral”, aseguró.

Otálora dijo que el proceso electoral del 1 de julio pone a prueba a la democracia y al Estado de derecho.

 

Ayer, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, descartó que pudiera haber manipulación del material electoral robado en Tabasco.

Afirmó que las investigaciones avanzan para saber qué ocurrió en esa entidad.

 

Según Córdova, las boletas están en proceso de reimpresión y no existe manera de que el material sustraído pueda usarse para influir en los resultados, pues las boletas deben tener la firma del ciudadano que se decida en la casilla la mañana misma de la elección.