La mano que mece a los migrantes
Son miles de migrantes; hombres, mujeres y niños, los que salieron desde el sábado 13 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, con destino a Estados Unidos.
El escenario de violencia generalizada que vive Honduras provocó que su gente huyera del país; un éxodo histórico que refleja la desesperación y pánico de los hondureños que viven bajo la continua amenaza de las pandillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y La 18 (M-18).
Honduras se ha consolidado como uno de los países más inseguros de América Latina, en un escenario mortal al que se suman sus vecinos de Guatemala y El Salvadorm, con los que integra el Triángulo Norte de Centroamérica.
Pero no sólo es la violencia, también es la pobreza. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), hasta junio de 2016, el 60.9% de los hogares hondureños vivían en condición de pobreza; y si tomamos en cuenta el área rural, el fenómeno se agrava llegando al 62.9 por ciento.
Estas cifras colocan a Honduras como el país más pobre de Centroamérica; mientras que el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), colocan a Honduras como el segundo país más pobre del continente, sólo por debajo de Haití.
Es con este escenario a cuestas, como la masiva migración irregular de hondureños, a la que se sumaron salvadoreños y guatemaltecos, llegó el pasado viernes a la frontera entre Guatemala y México; lugar donde se enfrentaron y agredieron a elementos de la Policía Federal, cuando intentaban ingresar por la fuerza a nuestro país a través de la frontera Tecún Umán.
Se les pidió a los migrantes que en grupos de 10 personas mostraran sus documentos en regla. Es así como miles de ciudadanos centroamericanos están a la espera para cruzar y seguir su destino hacia Estados Unidos, aunque un gran porcentaje ha declarado que se quiere quedar en México.
Las autoridades mexicanas han dicho que todo aquel que ingrese a México podrá solicitar, de manera individual, el reconocimiento como refugiado. Para asistir en la atención a los migrantes se ha solicitado el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas.
Por lo pronto, México está otorgando ayuda humanitaria y atención prioritaria a personas en situación de vulnerabilidad, en particular a niñas, niños y adolescentes, así como a adultos mayores y mujeres.
La Secretaría de Gobernación, a través del Instituto Nacional de Migración, informó que en tres días recibió mil 28 solicitudes formales de refugio de migrantes que ingresaron a territorio nacional por el punto fronterizo de Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Pero también hay cientos de migrantes que decidieron no esperar y cruzan a México en balsa sobre el río Suchiate. Además, medios hondureños han informado que continúa el éxodo de decenas de sus ciudadanos con rumbo a México, quienes salieron este fin de semana de las ciudades de Olanchito y Comayagua, con la idea cruzar Guatemala y alcanzar a la caravana que llegó hasta nuestro país. Algo que es muy difícil para México aceptar, porque se necesita tener registro de quién entra a nuestro territorio.
Otros migrantes, 3 mil 343 personas, han perdido la esperanza y han regresado a Honduras.
Es así como la mezcla de miseria, violencia incontrolable y corrupción política, ocasionaron uno de los mayores éxodos en Centroamérica. Pero también está una parte fundamental en esta trama, la política y la manipulación de muchos grupos que buscan sacar ventaja de la desgracia humana.
La vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, denunció que la movilización de migrantes tiene fines políticos: “No estamos hablando de una caravana, sino de una movilización atípica e irregular que fue organizada con fines políticos para afectar la gobernabilidad (…) de Honduras y de países amigos en la ruta de esta movilización hacia Estados Unidos”, advirtió.
Bartolo Fuentes, un periodista comunitario y activista social defensor de los migrantes en Honduras, ha sido identificado como el organizador de la caravana. También tiene varias acusaciones en su contra por ser un supuesto líder de polleros.
Welsy Vásquez, diputada del oficialista Partido Nacional, acusa a Fuentes de ser un “coyote” de migrantes.
De acuerdo con el gobierno hondureño, “durante varios años el señor Bartolo Fuentes ha promovido movimientos migratorios irregulares, bajo engaño y falsas promesas para los connacionales”, incluso asegura que Fuentes facilitó autobuses para trasladar a más hondureños.
Y es que el negocio en torno a los migrantes, los hombres, mujeres y niños más vulnerables, es millonario. Aquí cabe desde cobrar cifras altísimas para ingresarlos a Estados Unidos, así como trata de personas e utilizar a los indefensos seres humanos como transportadores de droga. Esto siempre bajo amenazas y la peor violencia física y psicológica.
A esto podemos sumar grupos radicales, aquí en México, que incitan a los migrantes a ingresar de esa forma a nuestro país para retar al gobierno entrante y descontrolarlo.
A esta idea se ha sumado el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien aseguró que hay un grupo de líderes políticos de la oposición que promueven esta migración atípica. “Estamos observando lo que ocurre con estas caravanas, que por cierto no son orgánicas, están siendo creadas por fuerzas externas y apoyadas por ellas”.
Y, por qué no decirlo, el Presidente Trump, también se beneficia de esta crisis humanitaria en nuestra frontera sur.
Mientras tanto, estamos viendo a miles de seres humanos, en nuestra frontera sur, vivir bajo las peores condiciones imaginables.
A río revuelto… ganancia electoral
En dos semanas, el 6 de noviembre, en Estados Unidos habrá elecciones intermedias, en ellas se juega el control del Congreso. Actualmente, los republicanos, correligionarios de Donald Trump, tienen ventaja sobre los demócratas, sin embargo, las encuestas favorecen a los demócratas.
La caravana migrante que partió de Honduras el pasado 13 de octubre y, a cuyo cuerpo ya se han sumado al menos 7 mil personas de Centroamérica, ha sido tomada como bandera electoral del presidente estadounidense para dejar en claro que los demócratas son los culpables de esa “amenaza”, por no querer endurecer sus leyes migratorias. Ayer trabajadores reforzaban el muro.
Trump aseguró ayer que harán todo para evitar que la caminata llegue a su frontera, con esta amenaza busca ganar votos del electorado. En tanto, en el éxodo se puede ver la cara de grupos vulnerables, pues al menos dos mil niños y mil mujeres son parte de este drama en el que arguyen motivos de pobreza e inseguridad.
Bartolo Fuentes, uno de los organizadores, asegura que muchos de los que ingresaron a México, sin documentos, no pretenden llegar a Estados Unidos, sino que buscarán quedarse en el país por una oportunidad y atendiendo a la promesa del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de que los apoyará con visas de trabajo y empleos.
Organismos defensores de Derechos Humanos advierten por los riesgos que pueden enfrentar en la caminata.