El juicio final
El Chapo aseguró orgulloso que él suministraba “más heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana que cualquiera en el mundo”; se lo dijo al actor estadounidense Sean Penn, en una entrevista publicada por la revista Rolling Stone el sábado 9 de enero de 2016.
Él aseguraba que era uno de los más importantes narcotraficantes por el volumen de droga que distribuía. Poco después de esa entrevista, El Chapo fue detenido nuevamente y extraditado a Estados Unidos.
Durante su campaña presidencial Donald Trump aseguraba que con el dinero que se le decomisara a Joaquín Guzmán Loera se pagaría parte del muro en la frontera.
Han pasado dos años de que El Chapo fue extraditado a Estados Unidos.
Hasta ahora hay muchas pruebas en su contra, testigos que han declarado cómo operaba el famoso narcotraficante, pero no se le ha encontrado un solo dólar.
Esto ha complicado el juicio y se ha postergado en varias ocasiones, se ha dicho que la defensa de Guzmán lo ha pedido para poder revisar y estudiar el expediente, pero sobre todo, se ha hecho para que las autoridades estadounidenses logren todas las pruebas para dictar una sentencia ejemplar.
Hoy, hace tres años comenzó el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, quien permanece aislado desde su extradición en enero de 2017, en una celda en el piso 10 del Metropolitan Correctional Center de Nueva York.
Ha comenzado la selección del jurado anónimo en un tribunal federal en Brooklyn. La medida fue tomada para proteger al jurado de posibles amenazas del Cártel de Sinaloa.
Ni siquiera la Fiscalía Federal tendrá los nombres, direcciones y lugares de empleos de los miembros de dicho panel.
Más de mil personas respondieron los cuestionarios para formar parte del grupo de 12 jurados populares que dictaminarán si Guzmán Loera es culpable o no de los 11 delitos y 29 violaciones de los que se le acusa, y que le podrían condenar a cadena perpetua.
El Chapo, quien llega al juicio declarándose inocente, es acusado de pertenecer a una banda criminal; ocho delitos de fabricación, importación y distribución de cocaína y otras drogas; uso de armas de fuego y lavado de dinero relacionado con el contrabando masivo de poco más de 14 mil millones de dólares en efectivo desde Estados Unidos y Canadá hacia México. Por cualquiera de ellos podría ser sentenciado a cadena perpetua.
El polémico Jeffrey Lichtman, conocido como el abogado de la mafia, mencionó hace unos días que su cliente, El Chapo, esperaba su juicio “tan esperanzado como puede estarlo”.
El juzgado federal Theodore Roosevelt, es donde el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue, y los abogados de El Chapo, Eduardo Balarezo y Jeffrey Lichtman, se disputan a partir de este día el futuro del capo mexicano ante el juez Brian Cogan y un jurado aún desconocido.
Donoghue buscará la mayor sentencia posible: cadena perpetua, mientras que los abogados Balarezo y Lichtman tratarán de convencer al jurado de que el líder del Cártel de Sinaloa no representa un riesgo tan grande para la sociedad. “No hay escenario en el que El Chapo gane esto y todos lo saben”, señaló uno de los defensores de Joaquín Guzmán.
El expediente consta de unas 14 mil páginas y contiene información sobre las personas que testificarán contra El Chapo. Se estima que durante el juicio pasen al menos 132 testigos, entre los que estarían los mellizos Pedro y Margarito Flores, quienes se encargaban de distribuir droga en Chicago; además de Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien una vez fue considerado el sucesor de El Chapo hasta que fue detenido y extraditado a Estados Unidos hace unos meses.
También estaría Dámaso López Serrano, El Mini Lic, hijo de El Licenciado y ahijado de Guzmán Loera; así como Vicente Zambada, El Vicentillo, hijo mayor de otro de los líderes fundadores del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada. El Vicentillo era el operador logístico de la organización criminal importando toneladas de cocaína de Centroamérica a Estados Unidos.
Se dice que otros nombres que podrían integrar esta lista son Daniel El Loco Barrera, quien dirigía las bandas emergentes al servicio del narco; el exjefe del cártel del Norte del Valle, Diego León Montoya, Don Diego; Juan Carlos Ramírez Abadía, Chupeta, exlíder del Cártel Norte del Valle, e incluso el exfiscal de Nayarit Édgar Veytia, detenido y acusado de narcotráfico en EU.
Lo que sí concedió el magistrado fue una pausa de una semana entre la selección del jurado y las declaraciones iniciales del juicio, programadas para comenzar el martes 13 de noviembre.
Además, Cogan aclaró que no permitirá que los fiscales presenten pruebas de que Guzmán Loera estuvo involucrado en más de 30 conspiraciones para cometer asesinato. “Éste es un caso de drogas… no voy a dejar que se juzgue un caso de asesinato que involucra drogas”, agregó.
Sin embargo, aún falta por decidir qué pasará con El Chapo durante los más de tres meses que se prevé que dure el juicio; si permanecerá en el Metropolitan Correctional Center en Manhattan o si será trasladado a una celda especial cerca de la corte para evitar el corte diario del puente de Brooklyn durante sus traslados; situación de la que ya se había quejado su defensa por la imagen negativa que podría generar en contra del capo.
Lo cierto es que el juicio en la corte federal de Brooklyn podría revelar toda una lista de servidores públicos que protegieron y apoyaron a El Chapo durante su carrera criminal, la cual podría extenderse a América, Europa, Asia y Oceanía, continentes donde han sido identificadas células del Cártel de Sinaloa.
Se trata del proceso judicial de mayor perfil vinculado a narcotráfico en las últimas décadas, desde que Carlos Lehder, uno de los fundadores del Cártel de Medellín, fuera enjuiciado a finales de los ochenta.
Será un juicio largo, complicado, en donde las autoridades de EU quieren dictar una sentencia ejemplar.
Lo que sería interesante es que durante este juicio se investigue quiénes son los socios norteamericanos del Cártel de Sinaloa, pero de eso poco se habla y es prácticamente imposible que lo den a conocer.
Pide calmar ánimos
Previo a lo que en Estados Unidos ya consideran “El juicio del siglo”, que empieza este lunes con la elección del jurado, la defensa de Joaquín El Chapo Guzmán Loera (primera foto) y la fiscalía, “inundaron” al juez del caso, Brian Cogan, de nuevas solicitudes de último minuto y “llamadas de pánico”, por lo que el juzgador los llamó a calmar los ánimos.
“No creo que litigar a partir de la histeria y con frenesí sea la mejor manera de atender el caso”, dijo Cogan.
A principios de octubre, la defensa presentó una moción en la que acusa al gobierno de abrumarlos con 117 mil grabaciones de audio y 14 mil nuevas páginas de archivos, y para demostrar que estaban repletos de papeles que no habían podido revisar los llevaron a la corte.
Cogan también dijo a los procuradores que no necesitan detallar, como habían adelantado, todos los asesinatos de los que habría sido parte El Chapo, y les advirtió que si la presentación de los cargos se enfocaba demasiado en el derramamiento de sangre terminaría por hacerlos concluirla: “No voy a dejar que lo enjuicien como un caso de conspiración para asesinar que involucra drogas. Tomen los cargos más sólidos y recorten el resto”.
La defensa también ha sido insistente en quejarse de las condiciones en las que su cliente se encuentra en la prisión en Nueva York (segunda foto): “Las condiciones en que vive son críticas, ya que ha estado en régimen de aislamiento durante casi dos años, encerrado 23 horas al día. Su celda no tiene ventanas, por lo que no recibe aire fresco y no puede salir a ver el sol”.