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La muerte de Héctor Beltrán Leyva

El domingo en la noche se dio la noticia: Héctor Beltrán Leyva, El H, y líder del Cártel de los Beltrán Leyva entre 2009 y 2014, falleció en el Hospital Adolfo López Mateos de la ciudad de Toluca a causa de un paro cardiaco.

 

Las autoridades narraron que por la tarde, a las 15:07 horas, uno de los custodios de Héctor Beltrán Leyva detectó que tenía un dolor muy fuerte en el pecho y llamó a los doctores del penal. Al darse cuenta que era un problema serio, se autorizó el traslado al hospital para intentar salvarlo, no lo lograron y falleció a los 57 años.

Bajo resguardo de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Policía Federal y Ministerial, el cuerpo de Beltrán Leyva ingresó a las 20:00 horas a las instalaciones de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, para realizar la autopsia y dar aviso a sus familiares.

El H fue detenido por la Sedena y la PGR en 2014 en un restaurante en San Miguel de Allende y en 2016 fue trasladado al penal del Altiplano en el Estado de México.

Durante años, los hermanos Beltrán Leyva, Arturo, Alfredo y Héctor, fueron amigos y socios de Joaquín El Chapo Guzmán.

Apenas la semana pasada, durante el juicio contra El Chapo, en Nueva York, salieron a relucir los Beltrán Leyva cuando el gobierno de EU presentó al primer gran testigo: Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael Zambada García, El Mayo.

El Rey Zambada relató el origen del Cártel de Sinaloa. Habló de la relación de sociedad y amistad que después se convirtió en disputa con los hermanos Beltrán Leyva.

En 2009, Arturo, hermano de Héctor, fue abatido en un terrible enfrentamiento con la Marina en Cuernavaca, Morelos. Los Beltrán Leyva fueron muy violentos y sanguinarios.

Nos tocó hacer un recorrido para un reportaje especial del inmueble donde fue abatido Arturo, pocas horas después del enfrentamiento y la escena era de terror. Todavía recuerdo ese penetrante olor a muerte.

Cuando muere Arturo, el 16 de diciembre de 2009, su hermano, El H asumió el liderazgo de su organización criminal y se puso precio a su cabeza. EU ofreció 5 millones de dólares, mientras que en México se ofrecieron 30 millones de pesos por información que llevara a su captura.

Desde entonces, Héctor cambió a un perfil bajo. Se dice que era un capo de la droga de modales refinados, siempre vestía con traje y corbata, y durante años vivió como un exitoso empresario.

Era dueño de restaurantes en el entonces Distrito Federal, de inmobiliarias en Cancún, hoteles en Acapulco, equipos de futbol en Sinaloa y residencias en Huixquilucan. Luego se mudó a Querétaro, donde las autoridades lo ubicaron y, finalmente, lo detuvieron.

Héctor, quien nació el 15 de febrero de 1965 en Badiraguato, Sinaloa, era el segundo más longevo del clan de los Beltrán Leyva, después de Arturo.

El H era responsable del trasiego de cocaína de Centro y Sudamérica a EU y Europa. Tras las alianzas con otros grupos criminales, expandió sus negocios con la elaboración de droga sintética.

En sus inicios los hermanos Beltrán Leyva trabajaron con Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, líder del Cártel de Juárez. Tras la muerte de Amado, la DEA identificó a Arturo como uno de los líderes que ascendió en dicha organización.

El papel más importante de los Beltrán Leyva ocurrió a partir del 2000, cuando luego de la fuga de El Chapo se hicieron cargo de la seguridad de los principales capos de esa organización. En esa labor de protección se hicieron de grupos de sicarios, de operadores, infiltraron agencias de seguridad locales y federales y se asentaron en varios estados, en forma muy destacada en Guerrero, Morelos, el entonces DF y Sinaloa.

Trabajando a la par de El Chapo y otros narcotraficantes en un frente que se conoció como “La Federación”, Arturo Beltrán Leyva se asoció en 2001 con Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y juntos formaron el grupo criminal conocido como Los Pelones, con el cual disputaron las principales plazas del país.

Adquirieron tanto peso interno que en 2006 demandaron sentarse en la mesa de los jefes: la de El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada y El Azul Esparragoza; sin embargo, aparentemente les dijeron que no.

De acuerdo con informes de inteligencia, luego de la ruptura con El Chapo, “La Federación” sufrió en 2008 la separación de los hermanos Beltrán Leyva.

Se dice que los Beltrán Leyva responsabilizaron a El Chapo de la captura de Alfredo, por lo que habrían ordenado en ese mismo año el asesinato del hijo de Joaquín Guzmán, Édgar, quien falleció en Culiacán, Sinaloa, en mayo de 2008.

A partir de allí comenzó una guerra brutal, porque los Beltrán Leyva tenían estructura, armas y poder, además de que conocían perfectamente la operación y los mecanismos de protección del Cártel de Sinaloa.

Los Beltrán Leyva se aliaron con el Cártel de Juárez, que encabezaba Vicente Carrillo, hermano de Amado. Más tarde se sumó el Cártel del Golfo, hasta que su propia ruptura con Los Zetas lanzó a éstos junto con los Beltrán, mientras que el del Golfo se alió con el de Sinaloa.

La violencia y poder que impuso la alianza de los Beltrán Leyva, Juárez y Los Zetas, se debilitó desde la muerte de Arturo Beltrán en 2009, declive que se acrecentó tras las detenciones de Carlos y Héctor Beltrán Leyva.

Se sabe que el cártel se fragmentó en al menos siete células criminales: Los Rojos, Los Mazatlecos, Los Ruelas Torres, Los Granados, CIDA, El 2 mil y Los Ardillos.

Héctor Beltrán Leyva fue acusado por la PGR por delincuencia organizada, delitos contra la salud, acopio de armas y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Mientras que en EU se le acusó de tráfico de drogas por el Gran Jurado Federal en el Distrito de Columbia en 2004, y por el Distrito Este de Nueva York en 2009. La justicia estadounidense pedía su extradición.

De los cuatro hermanos que estaban al frente del Cártel de los Beltrán Leyva dos están presos, uno en Estados Unidos y otro en México; los otros dos están muertos; uno, Arturo, fue abatido por la Marina, y Héctor murió este fin de semana de un paro cardiaco.

Cártel fragmentado

Tras la muerte de Arturo y las detenciones de Carlos y Héctor, el Cártel de los Beltrán Leyva sufrió un declive y se fragmentó en al menos siete células criminales: Los Rojos, con presencia en el norte y centro de Guerrero, así como en gran parte de Morelos; Los Mazatlecos nacieron como brazo armado de los Beltrán, y comenzaron sus operaciones en Mazatlán para ejercer su control en Sinaloa, Durango, Nayarit y Baja California Sur.

Los Ruelas Torres deben su nombre a su patriarca, José Luis Ruelas Torres. Tras su independencia de los Beltrán Leyva, nació el Cártel de los Ruelas Torres, responsables del tráfico principalmente de heroína a EU. Tiene presencia en el sur y norte de Sinaloa.

Los Granados. La región de Tierra Caliente en Guerrero es su bastión. A la par de la caída de los hermanos Beltrán Leyva, Salvador El Chava Granados, quedó al frente de la banda criminal. Se dice que esta organización mantiene una alianza con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Familia Michoacana.

Los Ardillos. Con más de 20 años asentados en el municipio guerrerense de Quechultenango, el grupo fue fundado por Celso Ortega Rosas, El Ardilla. Dedicados principalmente a la siembra de amapola, aumentaron su actividad delictiva en el cobro de piso, la piratería y el secuestro. Operan en la Región de la Montaña y el centro de Guerrero.

El Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) es responsable de la violencia en el puerto. Este grupo tiene relación directa con Édgar Valdez, La Barbie, quien tenía su bastión criminal en el puerto guerrerense cuando era una de las cabecillas de los Beltrán Leyva.

 

El 2 mil. Javier Hernández García, El Panchillo o El 2 mil, comenzó su actividad delictiva en los 1990, como guardaespaldas de los Beltrán Leyva. En sus mejores años, la organización tenía presencia en Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí y Sonora. Actualmente se desconoce a su líder, pero opera principalmente en Sonora.