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¿Y la Policía Federal?

Desde que era precandidato, el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó el papel de los militares en la estrategia de seguridad; incluso, advirtió que los regresaría a los cuarteles para que no siguieran reprimiendo al pueblo.

 

Meses después, ya como mandatario, López Obrador modificó su postura y aseguró que militares y marinos se mantendrían en tareas de seguridad en el corto y mediano plazos, ya que no existían las condiciones para su regreso a los cuarteles. Así se los hizo saber personalmente, en reuniones privadas que sostuvo con los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de Marina (Semar). Y tiene razón; las condiciones de seguridad en el país necesitan el apoyo de las Fuerzas Armadas, como lo han venido haciendo hace tiempo. 

El tema de seguridad es quizá uno de los mayores desafíos de la próxima administración, y en el gobierno entrante lo saben. 

El 15 de noviembre pasado, el entonces Presidente electo presentó el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, que incluía la creación de una nueva fuerza de corte y formación militar: la Guardia Nacional.

Tras la presentación del plan, Morena presentó una iniciativa en el Congreso que busca reformar y derogar 13 artículos constitucionales, con el fin de crear la Guardia Nacional.

Mientras tanto, ante las críticas a la institución, el entonces comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, invitó al Presidente López Obrador para que se acercara y conociera el funcionamiento de la Policía Federal. 

Durante la ceremonia de “Reconocimiento y Fortalecimiento de Capacidades Policiales”, Castilla Cravioto señaló: “Quisiera en esta ocasión, desde el Centro General de la Policía Federal, de manera muy respetuosa, con profundo respeto dirigirme al nuevo gobierno y decirles que la excelencia que buscan en el trabajo policial está hoy aquí, reunido en la Policía Federal; que el talento que se necesita para sacar adelante está hoy uniformado con siete divisiones de la Policía Federal; que así como han dado ese paso para conocer a profundidad a nuestras Fuerzas Armadas, los invitamos a que conozcan la intimidad de la Policía Federal”.

López Obrador no sólo no se acercó a la corporación, sino que endureció sus críticas. 

Durante el discurso ofrecido en su toma de protesta, el pasado 1 de diciembre, el Presidente justificó la creación de la Guardia Nacional con elementos de las policías Militar y Naval, al señalar que la Policía Federal era insuficiente: “es en la actualidad un agrupamiento de apenas 20 mil efectivos, que carecen de disciplina, capacitación y profesionalismo”. Un duro e injusto señalamiento.

Lo cierto es que en la Policía Federal hay elementos altamente capacitados, con certificación internacional, como la doctora Patricia Rosalinda Trujillo Mariel, primera mujer en dirigir la División Científica de la corporación, y que fue incluida por la revista Forbesentre las 100 mujeres más poderosas de México. Sólo por mencionar un ejemplo.

Durante los últimos años la Policía Federal ha sido el eje operativo de las estrategias de combate a la delincuencia. Son 40 mil, no 20 mil, los elementos que conforman la institución y que están en la incertidumbre debido a que desconocen su futuro laboral. 

Es una realidad: dentro de la Policía Federal ha habido malos elementos y corrupción. Son los menos. Hay muchos hombres y mujeres que han arriesgado sus vidas y han trabajado intensamente por la seguridad de este país. 

Al día de hoy se desconoce el futuro de la corporación y de quienes la integran; viven en la incertidumbre debido a la falta de información oficial. 

Trascendió un comunicado para alarmar e incitar a los policías, en el que se decía que a todo el personal operativo y administrativo de la Policía Federal le realizarían exámenes físicos en el Campo Militar No. 1 y que quienes no aprueben los exámenes o tengan sobrepeso serán encuartelados por tres meses en dicha base, o hasta que pasen satisfactoriamente los exámenes físicos.

Y también han circulado otros mensajes entre los propios policías, asegurando estar dolidos por cómo han sido tratados en redes sociales con el hashtag #NoSomosHonrosasExcepciones, donde dicen que siempre se habían sentido orgullosos de ser policías y que ahora hasta molestan a sus hijos por la profesión que tienen, como si no fuera digna.

Y es que se dice que para integrar la Guardia Nacional sólo tienen contempladas a dos de las siete divisiones con las que cuenta la corporación: la de Fuerzas Federales y la de Gendarmería.

Otra de sus incertidumbres es el aspecto económico, ya que al modificar los grados de policiales a militares, se homologarán sueldos y prestaciones, por lo que perderían bonos, como el de operatividad (nueve mil 800 al mes), que se les entrega por realizar funciones de alto riesgo. 

Se dice también que la División de Inteligencia trabajará a la par con el Cisen; mientras que la División de Seguridad Regional, que es la de mayor antigüedad, se quedaría con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; pero de las divisiones Antidrogas, la Científica y de Investigación aún se desconoce quién los absorberá. La Secretaría General de la Policía Federal es ya parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Mientras tanto, todas las vacaciones están suspendidas hasta nuevo aviso y el personal se encuentra a la espera de que le informen las nuevas condiciones de trabajo, para que decidan si se quedan o no.

Por lo pronto, el licenciado Arturo Jiménez Martínez fue nombrado nuevo comisionado general de la Policía Federal. La designación del exjefe de la Policía Federal de Caminos es, sin duda, una muy buena decisión.

Y mientras todo esto ocurre, sin detallar su modo de operación o las facultades que se les dieron para vigilar las calles, el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, informó que desde el primer día del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador fueron desplegados 50 mil elementos de las policías Militar, Naval y Federal en 150 regiones del país.

Sin claridad

 

Sin detallar su forma de operación o las instrucciones y facultades que se les dieron para vigilar las calles, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, dijo el pasado 6 de diciembre que desde el primer día del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fueron desplegados 50 mil elementos de la policía militar, naval y federal, en 150 regiones del país.

En el 10 Aniversario del Servicio de Protección Federal, el funcionario federal detalló que se trata de 35 mil policías militares, aproximadamente ocho mil policías navales y el resto de policías federales.

Dejó en claro que “no hay ningún motivo de incertidumbre, la creación de la Guardia Nacional se sustentará en una primera etapa como lo hemos dicho en la integración de elementos de la Policía Militar, de la Policía Naval, de la Policía Federal”; sin embargo, en los tres casos, enfatizó, el personal que se adscriba a la Guardia Nacional conservará sus ingresos, su antigüedad y sus derechos.

“Y en todo caso, iremos mejorando la condición socioeconómica de todos ellos, de manera paulatina a partir del combate a la corrupción y de los ahorros que podamos generar mediante el programa de austeridad”, agregó.

 

En tanto, la SSPC informó que elementos de la División de Investigación de la PF implementaron el curso de Primer Respondiente dirigido a personal de la Policía Militar en Tabasco, “derivado de los compromisos asumidos por el Presidente de la República de homologar los métodos de trabajo ante la nueva estrategia de seguridad”.