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Los costos de Texcoco

En el presupuesto de 2019, que será aprobado utilizando la aplanadora morenista en el Congreso sin dejar margen al debate legislativo, se destinan 15 mil millones de pesos para el nuevo aeropuerto de Santa Lucía. Quién sabe cómo se estimó la cifra porque la verdad es que al día de hoy no existe ni siquiera un proyecto ejecutivo para esas obras, mientras que el tema de Texcoco se torna cada día más complejo.

 

Ayer los tenedores de bonos del aeropuerto de Texcoco emitieron un comunicado que deberá hacer reflexionar al Gobierno federal. “El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc emitidos por el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (MEXCAT), dice el comunicado emitido en Nueva York, ante cuyos tribunales debe responder el Gobierno de México si existe algún diferendo respecto a esos bonos que suman poco más de seis mil millones de dólares, representado por Hogan Lovells y Houlihan Lokey (el  llamado Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc de MEXCAT), considera alentadoras las declaraciones que la Secretaría de Hacienda realizó anoche indicando que si no se acepta la oferta de recompra y solicitud de consentimiento modificada y reexpresada del 11 de diciembre de 2018 (la llamada Propuesta Modificada), el gobierno mexicano y MEXCAT están dispuestos a considerar otras alternativas”. Como sabemos el Grupo de Tenedores de Bonos ha rechazado ya esa propuesta.

“El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc MEXCAT, continúa el comunicado, cree firmemente que las enmiendas a la Propuesta Modificada que se dieron a conocer a los representantes de MexCAT son fundamentales para asegurar que no se afecten las expectativas de los inversionistas a largo plazo. En particular, el Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc MexCAT considera que los bonos que no se liquiden deben contar con una garantía que sea consistente con la que se contempló en la oferta original de bonos. El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc MEXCAT espera con interés un diálogo constructivo con MEXCAT”.

¿Qué quiere decir todo esto? Primero, como dijimos, que las dos propuestas presentadas hasta ahora por Hacienda para la recompra a 90 centavos por cada dólar y luego la de dólar por dólar, ha sido rechazada. Segundo, cuando dicen que se deben contemplar las garantías consistentes con la oferta original, se está insistiendo en algo que en los hechos ya manifestaron: de ninguna forma consideran equivalente la construcción de Santa Lucía con la de Texcoco, ni en la magnitud de la obra ni en su repercusión económica y ni siquiera en el flujo de pasajeros (y, por ende, de pagadores del TUA, el impuesto aeroportuario que es la garantía de esos bonos). Con un punto adicional: como ha especificado la empresa consultora Mitre, Santa Lucía no reúne las características necesarias para ser no sólo compatible sino complementaria con el actual aeropuerto y con Toluca, como se pretende. Para los tenedores de bonos, la incorporación del aeropuerto de Toluca en este esquema hace más complicada aún la negociación porque con ello perderían aún más recursos que hagan viable el pago de sus bonos.

Ninguna nación soberana puede abandonar sus compromisos internacionales sin sufrir el castigo de los mercados y las instituciones.

El caso más cercano a éste lo tuvo Argentina, que cuando canceló el pago de su deuda externa y no hizo frente a su deuda soberana tuvo que llevar años de negociaciones y luego de una millonaria compra de deuda, tuvo que pagar a los tenedores de bonos, en Argentina los llamaron “fondos buitres”, quince dólares por cada dólar de deuda para poder regresar al financiamiento internacional. En el inter, hasta el avión presidencial de la mandataria Cristina Fernández de Kirchner fue incautado durante un viaje internacional que realizó.

El sentido común y el financiero tendrían que revivir la opción de Texcoco. Es irracional terminar pagando más por no hacer un aeropuerto que por hacerlo. No estamos hablando de unos pocos pesos. El capricho costará al final de la negociación más de 10 mil millones de dólares. ¿No sería mejor invertirlo en construir en lugar de cancelar un aeropuerto?

Las complicaciones

 

EL 11 de diciembre pasado se realizaron modificaciones a la Oferta de Recompra y Solicitud de Consentimiento por parte del Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (MEXCAT), propuesta que fue rechazada por los tenedores de bonos del aeropuerto de Texcoco, al destacar que no resolvía los problemas fundamentales y pedían más tiempo para su análisis.

El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc de MEXCAT, junto con otros tenedores de bonos que están en contacto con Hogan Lovells, actualmente superan tanto el 50 por ciento del monto de capital de al menos una serie de bonos de MEXCAT y el 50 por ciento del monto de capital del total de seis mil millones del monto de capital de los bonos MEXCAT.

Los títulos con vencimiento en 2026 y 2028 subieron 4.55 y 5.37 por ciento, cada uno. Los bonos a 30 años de ambas emisiones ganaron 6.90 por ciento el de 2016 y 6.26 por ciento el de 2017.

 

La negociación para los tenedores de bonos se complica por las consideraciones que la empresa Mitre ha expresado sobre la viabilidad para trasladar el proyecto del aeropuerto a la base militar de Santa Lucía, al asegurar que no existen las características necesarias para que las operaciones aéreas entre la citada base y el aeropuerto Benito Juárez sean complementarias.