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El teatro y el humor son una forma de despertar conciencias: Pilar Boliver

Este fin de Semana Santa, los que están en la Ciudad de México pueden aprovechar para ir al teatro. Pilar Boliver nos habla de su nueva puesta en escena, La divina ilusión.

 

BB: Platícanos de tu nueva obra de teatro.

PB: En esta obra, que es La divina ilusión, más que otra cosa, que es lo que mejor sé hacer en mi vida, es actuar y eso es lo que hago más en La divina ilusión. Es una obra maravillosa de un autor canadiense que se llama Michel Marc Bouchard, dirigida por Boris Schoemann, que es un director francés, pero que lleva muchos años en México. Esta obra se trata, bueno, tiene muchos temas; trata temas tan fuertes como los curas pederastas, por ejemplo, trata sobre la explotación obrera y la mano de obra infantil, la explotación de la mano infantil obrera; pero sobre todo, todo esto está hilado con algo increíble, con la vida de Sarah Bernhardt. Sarah Bernhardt es la primera gran actriz diva de todos los tiempos. La historia se ubica a principios del siglo XX, porque Sarah Bernhardt, y esto es verdad, es una anécdota real, fue la primera actriz que viajaba con toda su troop y con todas sus obras por todo el mundo, y llega precisamente a Quebec a representar una obra y las autoridades del lugar, tanto políticas como eclesiásticas, le prohíben actuar. Eso es una anécdota que toma Michel Marc Bouchard para hacer esta obra de teatro y a mí me toca, nada más y nada menos, que interpretar a esta mítica actriz, a Sarah Bernhardt; que es, yo creo, el sueño dorado de cualquier actriz interpretar a Sarah Bernhardt…

BB: Además de todo, una mujer muy adelantada a su época, muy aguerrida, muy luchona y, sobre todo, siempre peleando por los derechos humanos.

PB: Exactamente; entonces, imagínate interpretar a esta mujer en un momento, o sea, la obra se ubica exactamente a principios del siglo pasado, pero los temas resuenan hoy por hoy y ves la lucha de Sarah Bernhardt, tanto su lucha personal y sus angustias personales de saber que el teatro tenía que cambiar de esas formas engoladas, ya sabes, a un teatro contestatario, a un teatro en el que se toquen temas reales, no nada más los amores palaciegos, no nada más este tipo de cosas; entonces, a Sarah Bernhardt le toca precisamente ese cambio dentro de las estructuras dramáticas teatrales. Es una mujer emprendedora, la primera gran empresaria del mundo; es una mujer que, la verdad, como actriz, su gran fama se hace interpretando papeles de hombre, papeles masculinos; interpreta a Hamlet, a Lorenzaccio, L’Aiglon; o sea, es fantástica. 

BB: En una época donde era más complicado para la mujer salir adelante, donde las escritoras sus seudónimos eran de hombres.

PB: Exactamente, entonces ella tiene que enfrentarse a este mundo masculino, en el mundo teatral, que era hipermasculino, ¿no?, y a las actrices se les mal veía; y la Iglesia siempre ha visto mal a los actores y al teatro, porque dice que el demonio está entre telón, entre bambalinas, entonces…

BB: Cuéntame un poco de historia; ¿desde cuándo me dices que la Iglesia no está totalmente de acuerdo con los actores?

PB: Yo creo que desde el Imperio Romano-Cristiano, ¿no?, cuando ya es el rollo del primer imperio cristiano en Roma y demás; bueno, porque sabemos que el teatro viene de la esencia griega, se inventa con los griego, ¿no?, entonces desde illo tempore (en aquel tiempo) no le gusta el teatro a la Iglesia, lo usa de repente como pastorales y para evangelizar, sobre todo en México, los españoles, los sacerdotes que llegan, los misioneros vienen a evangelizar con teatro de evangelización, que así se llamaba, y lo que nos resta de esto son las pastorelas, por ejemplo, ¿no?, pero siempre han sido muy satanizados los actores y las actrices, porque también dicen que son vidas un poco disipadas y que son un poco de cascos ligeros los que estamos ahí…

BB: ¿Qué vamos a ver en la obra?

PB: Temas fuertes…

BB: La confrontación en contra de los sacerdotes pederastas, que es un tema de décadas atrás y, a la vez, tan actual.

PB: Por desgracia, ¿no?, por desgracia que estos temas todavía resuenen es  muy doloroso; pero el teatro despierta conciencias, el teatro abre corazones y es una manera en que la gente oiga estos temas, no la noticia nada más, que es súper importante en los periódicos, en las redes, sino en el teatro, que cuando lo vives tú estás con el corazón abierto, llega directamente al cerebro y a las emociones, y creo que se logra un mensaje increíble.

BB: Este  tipo de atrocidades pierden voz, se les da más fuerza y se les puede llegar a prevenir.

PB: Se puede llegar a prevenir. Yo veo al público, es una obra… es teatro-teatro, porque ahora hay muchos tipos de teatro, ¿no?, teatro performático, miniteatro, teatro en corto, teatro en largo, juguete teatral, espectáculo; hay como muchas variedades, obviamente porque los tiempos van cambiando, pero La divina ilusión es teatro-teatro.

BB: ¿Por qué tenemos que ver La divina ilusión?

PB: Principalmente por los temas que toca, que lo hace también con un poco de humor y el humor es una llave que abre las conciencias; el humor es algo que no es tan fuerte como la propia realidad; es muy fuerte, pero hace como que te abre, te hace receptivo; entonces sí hay humor, de repente en esta obra, aunque se están tocando temas fuertísimos, la puesta es increíble, son once actores en escena, cosa que ya no se acostumbra también, hoy las grandes producciones nada más se hacen en musical, no en teatro de cámara; entonces también es muy lindo ver once actores súper entrenados, súper cohesionados con el texto, con lo que estamos diciendo. La divina ilusión está ahorita en el Julio Castillo, que es uno de los teatros emblemáticos de la Ciudad de México, lo que era antes el Teatro del Bosque, atrás del Auditorio Nacional, en el Centro Cultural del Bosque. Para mí es el mejor teatro de México en ese sentido y La divina ilusión merecía estar ahí porque es un teatro de formato heráldico, es un teatro que dice muchas cosas, es un teatro con vestuario de época; entonces la gente sale muy, muy encantada.

BB: Pilar, a mí me impresiona, me topo contigo, platicamos muy seguido, hace nada estabas haciendo el monólogo de Frida Kahlo y ya estás ahorita en otra obra; y hace poco también estabas produciendo, trabajando y dirigiendo a Horacio Villalobos en Un acto de Dios, todo el día y constantemente estás haciendo teatro.

PB: Todavía está el monólogo que dirigí sobre la vida de Frida Kahlo en el Foro Bellescene, que es un foro nuevo en la colonia Narvarte; interpreta a Frida Kahlo Ana Karina Guevara, está padrísimo, ¿sabes por qué?, porque la gente que ya está harta de Frida Kahlo, porque nos la han puesto hasta en la sopa con esta mexicanización exagerada, salen muy felices de ver una Frida Kahlo de carne y hueso…

La Iglesia siempre ha visto mal a los actores y al teatro; dice que el demonio está entre telón, entre bambalinas

BB: Tú lo produces, no lo interpretas…

PB: Lo produzco y lo dirijo y también vamos pronto por Los chicos de la banda, una obra emblemática que voy a dirigir y que también va a estar Horacio Villalobos protagonizando esta obra. Pues sí, como, desayuno, ceno, duermo, pongo toda mi vida en el teatro, desde muy chiquita lo decidí… si bien no decidí no tener hijos o no tener un marido al lado, no tanto así por decir que yo nada más el teatro; sí, la verdad mi estilo de vida se ha vuelto cien por ciento teatro.

BB: ¿Por qué ir a ver el monólogo de Frida Kahlo?

PB: Porque te reconcilias con Frida, si ya estabas un poco harto vuelves a ver una Frida Kahlo que te enamora y a la gente que ama cien por ciento a Frida Kahlo sale con una Frida de verdad, una Frida de carne y hueso.

BB: Entonces, esta semana que la gente está de vacaciones puede ver La divina ilusión y también puede ver Frida Kahlo.

 

PB: Sí, con La divina ilusión estamos en el Teatro Julio Castillo, los lunes y martes a las 19:00 horas; y Frida Kahlo está en el Foro Bellescene, en la calle de Zempoala número 90, en la colonia Narvarte, los sábados, a las 19:00 horas.