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Pobreza, música y Manzanero

 

“E spacio que la música gana, espacio que la delincuencia pierde 

“El que convive con la música desde chiquito, el que lleva la música por dentro, tiene una sensibilidad que no permite que la delincuencia entre en su corazón”. Así lo afirma Armando Manzanero en una entrañable plática que tuvimos con él esta semana. Hablamos de política, de poder, de su vida personal y sobre todo de la violencia que sufren nuestros niños.

Don Armando lo tiene claro: la educación es fundamental para tener una sociedad sana y sin violencia. “Los niños necesitan estar involucrados en la lectura, que les quiten el aparatito electrónico con el que están obsesionados; el que está cerca de la lectura, de la poesía, no puede ser violento”.

Pero también afirma que la violencia se da por la falta de expectativas y oportunidades en la vida. Y por la pobreza, que no permite que muchos niños tengan una buena educación. Y esa situación se da no sólo en México, sino en gran parte de América Latina. Manzanero conoce bien la problemática, gracias a su carrera ha tenido la oportunidad de viajar hasta el pueblito más recóndito de nuestros países.

“En todos los lados donde se ha dado violencia, o donde los niños han tenido que abandonar sus países, la falta de oportunidades es la causa. En muchos lugares hace falta un buen gobierno que les dé educación.”

Si a todos los niños y jóvenes, agrega, “les dieran la misma educación que tienen los universitarios que salen de universidades privadas, podrían salir a pelear, pero cuando salen y no saben hacer nada, la vida se les dificulta”.

En México el problema de la educación, indica, se complica aún más cuando algunos docentes se dedican a hacer paros, a actuar de una manera violenta y a abandonar sus aulas para buscar sus propios beneficios. “Algunos maestros no se comportan como deberían hacerlo, no va de acuerdo tanto montón para perjudicar a los demás ciudadanos”, subraya.

Habla también de lo mucho que esos profesores han lastimado, además de la educación de los niños, espacios tan importantes como el Zócalo capitalino o el Monumento a la Revolución.

“Vamos a hablar como si yo fuera el Zócalo, o el Monumento a la Revolución, y les digo por qué me vienen a ensuciar, por qué estás en mi suelo tanto tiempo, me lastimas, me dejas sin bañar, sin peinar”.

Y señala que también hay buenos educadores en el país: “si queremos una buena educación, hay que pagarle a los maestros de acuerdo a cómo se comporten, a cómo educan. Hay que pagarles bien”.

Armando Manzanero es un artista que desea que a través de la música los niños le den un sentido a sus propias vidas, algo fundamental para que sean personas de bien cuando crezcan.

Ésta es sólo una parte de la extensa plática que sostuvimos con Armando Manzanero. Mañana la puede leer completa en La Razón de Fin de semana.

bibibelsasso@hotmail.com
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