¿Dónde quedaron los diamantes?
Para qué inventar historias, si con lo que sucede en México, cualquier guionista o escritor se puede inspirar para una serie o película.
Pues resulta que en la SEIDO, en el sexenio pasado, se les perdieron 53 millones de pesos en diamantes que estaban decomisados como evidencia de un proceso judicial en curso.
¡Era un lote de cuatro mil 569 joyas y diamantes!
Estas joyas le fueron aseguradas en 2014 al presunto contrabandista turco Apel Çelik, un exbanquero turco que fue juzgado en su país por un desfalco de 15 millones de dólares a través del Banco de Inversión y Turismo en Turquía del que era dueño. Él y su esposa fueron declarados culpables y estuvieron encarcelados por tres años.
Tras ser liberados en 2006, Çelik se mudó a México y se registró en el SAT como comerciante de artesanías. Tres años después, ya había constituido las empresas Lapis Diamante, Inmobiliaria Principio Maya y Soundik Maya, ubicados en Playa del Carmen y Cancún.
Después creó Lapis Jewerly Center, Jewerly Factory, Lapis Jewerly Factory y Lapis.
Valiéndose de sus negocios, ingresó a México piedras preciosas que no declaró ante Hacienda. Fue entonces que la PGR recibió una llamada anónima en la que denunciaban un presunto lavado dinero a través de las joyas que Çelik comerciaba en sus establecimientos.
El 13 de mayo del 2014, las autoridades comenzaron las averiguaciones previas y siete meses después, en diciembre, la PGR y el SAT catearon y embargaron cuatro de sus negocios: Inmobiliaria Principio Maya, Lapis Diamante, Sondik Maya y Lapis Mahahual.
Extravían bóveda
Días después se cateó la joyería Jewerly Factory Lapis en Puerto Aventuras. Las joyas que desaparecieron son las de esta última empresa, y es que la mercancía fue resguardada en una bóveda de seguridad de la SEIDO como parte del delito de contrabando equiparado.
Pero no crea que su desaparición se dio recientemente. Se tiene conocimiento de ella desde 2017, cuando Érika Paola Avilés Demeneghi, Guadalupe Demeneghi Morales y Julián José Betancourt Turriza, en su momento investigados como presuntos cómplices de Çelik, reclamaron su devolución.
Según una inspección material y física que la Unidad Especializada en Análisis Financiero (UEAF) realizó en las instalaciones de la SEIDO, se reportó que estaban los objetos asegurados el 16 de diciembre de 2014, pero no los embargados el 23 de diciembre.
Las joyas estaban resguardadas en el edificio central de la PGR en Paseo de la Reforma 211, en la Ciudad de México, pero después del terremoto de 2017, el inmueble fue desalojado y se cambió el lugar de la bóveda.
Pero como parte de estas investigaciones, el empresario Apel Çelik fue acusado por contrabando, pero interpuso un amparo, por lo que el juez eliminó la denuncia. Sin embargo, también lo señalaron por defraudación fiscal y se giró una orden de aprehensión en su contra, pero se dio a la fuga.
Así que las autoridades no sólo están en busca del empresario, sino también de los diamantes que desaparecieron sin dejar rastro.
De las joyas y diamantes decomisados al empresario turco, no todas desaparecieron, documentos ministeriales indican que el valor de las cuatro mil 569 joyas y diamantes, asegurados en distintos establecimientos comerciales de la Riviera Maya, es de 185 millones 431 mil 525 pesos.
Del total se estima que el valor en joyas y diamantes desaparecidos en la SIEDO es de 53 millones de pesos.
¿Dónde están estas joyas y los diamantes? ¿Quién se los robó de una de las bóvedas de seguridad más custodiadas del país?
Pues resulta que nadie sabe.