La pasión de Karime
Karime Macías, esposa de Javier Duarte, se presentó voluntariamente a una audiencia en Londres por una orden de aprehensión con fines de extradición en su contra.
Así lo dio a conocer el abogado de la exprimera dama de Veracruz, Marco Antonio del Toro.
En menos de seis horas y tras pagar una fianza de 150 mil libras, el juez encargado de la audiencia consideró que Macías puede enfrentar su proceso en libertad con restricciones razonables, entre las que se encuentran no poder salir de Londres.
El año pasado autoridades mexicanas presentaron a Reino Unido e Irlanda del Norte una solicitud de orden de extradición contra Macías a quien se le acusa de desvío de recursos públicos en Veracruz mientras se desempeñaba como presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la entidad.
El entonces gobernador veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares, informó que se había localizado a la presunta culpable en Londres, Inglaterra, en donde vivía en un departamento ubicado en uno de los barrios más lujosos de la ciudad, cerca del Palacio de Buckingham. Era parte del durísimo enfrentamiento que tuvieron ambos exgobernadores Miguel Ángel Yunes y Javier Duarte.
Macías Tubilla, aseguraba el entonces gobernador Yunes, era requerida por el Juez de Proceso y Procedimiento Penal Oral del Distrito Judicial de Xalapa, Veracruz, quien giró una orden de aprehensión por presunto desvío de más de 100 millones de pesos en empresas fantasma, cuando estuvo al frente del DIF local.
Karime solicitó una orden de protección en Reino Unido asegurando que reunía las características de perseguida política y que estaba sufriendo acoso de parte del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes. En ese país se le dio inicio al trámite solicitado por la señora Macías para protección de sus hijos y de ella.
Poco antes, en junio de 2017, Macías inició los trámites de divorcio.
Según versiones, el trámite fue iniciado desde París, Francia, que tiene leyes protectoras más amplias, y está a la vanguardia de protección a los más débiles que en este caso son los hijos de la pareja.
Hay leyes que protegen el patrimonio familiar. En parte, con esa solicitud de divorcio, lo que también se estaría protegiendo es el patrimonio que tenía la señora Macías antes de que su marido llegara a gobernar el estado.
No se sabe si la solicitud de divorcio fue una estrategia legal, o no, pero sí sabemos que después de acompañar a Javier durante los 185 días que estuvo prófugo de la justicia, Karime se encontraba muy desgastada y desesperada por estar separada de sus hijos.
Gobierno estatal entrega pruebas para ubicarla
Los menores se encontraban con sus abuelos maternos en Chiapas, ya que tuvieron que salir de Veracruz ante el escarnio público.
Al ser detenido Duarte en Guatemala, Macías se mudó a Londres a vivir con sus hijos, y así evitar, decía ella, el acoso del gobernador Yunes.
Y es que la lista de acusaciones sobre abusos y excesos del exgobernador Duarte es interminable, pero no se le han podido comprobar los delitos por los que es señalado.
Muchos de sus colaboradores están detenidos o procesados, pero comprobar que el gobernador es el responsable directo de esos delitos es diferente. Incluso en el caso de muchos de sus colaboradores: días antes de la conclusión del sexenio pasado el 8 de noviembre, un Juez de Control rechazó 11 pruebas documentales; 12 testimoniales y dos dictámenes con información financiera presentadas en contra de Javier Nava Soria, considerado uno de los principales operadores financieros de Javier Duarte.
Al analizar las pruebas presentas por la PGR, el juez consideró que éstas vulneraban el derecho a la vida privada de Javier Nava. Y lo mismo ha sucedido con muchos otros excolaboradores.
Paradójicamente, quien ha terminado procesado y fuera de su cargo, es el exfiscal de Veracruz, Jorge Winckler.
Mientras tanto, Duarte con un semblante tranquilo aseguró hace unos días en entrevista, que él nunca cometió algún delito como gobernador y aseguró que fue la “caja china” del gobierno de Enrique Peña Nieto para ocultar los escándalos que éste tenía encima, como la “casa blanca”, el caso Ayotzinapa o los problemas de popularidad que enfrentaba el entonces presidente.
Una cosa es detener a alguien y la otra mucho más compleja comprobar los delitos por los cuales se le acusa, la difícil tarea de compatibilizar la percepción popular con las leyes.
Ahí tenemos el caso de Elba Esther Gordillo: ¿cuántas acusaciones hubo en contra de la exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación?
En un proceso de casi cinco años ninguna de las acusaciones contra Gordillo se pudo transformar en condenas legales y finalmente quedó en libertad.
No es lo mismo denunciar, incluso tener indicios o argumentos contundentes para hacer esa denuncia o acusación, y otra muy diferente es convertir esas denuncias en condenas penales.
Es verdad que en el caso de Duarte existen testimonios de algunos de sus propios colaboradores en su contra que pueden ser determinantes en el proceso. Pero reitero, no se han podido comprobar estas acusaciones en su contra.
Y ahora la presentación de Macías ante las autoridades del Reino Unido pudiera ser el inicio de la liberación de Duarte, a quien no le han podido dictar una sentencia de culpabilidad a pesar de los años que lleva detenido.