La estrategia, cerrar vías rápidas sin señalizar
El jueves pasado regresaba a mi casa como a las once de la noche, como todos los días, cuando termino Todo Personal, en TV Azteca. Nuevamente como ha sucedido desde hace dos semanas, el Periférico a la altura de San Jerónimo estaba cerrado sin ninguna señalización; con una fila enorme de autos que llegaba a la curva y decenas de coches echándose en reversa con el fin de salir a la lateral de esta vialidad.
Nos paramos a una distancia segura del coche de enfrente y con las intermitentes puestas. De nada sirvió, un Chevy al salir de la curva se topó con nosotros y nos impactó. A los pocos minutos, otro auto que también salía de ésta chocó al auto que nos pegó y, segundos después, un motociclista que trató de esquivar el accidente resbaló y cayó debajo de mi camioneta.
Hace un par de días me había tocado ver un accidente similar en el mismo lugar. Me quedé con la idea que por ese percance estaba cerrado el Periférico; dos días después vi de nueva cuenta cerrada la vía rápida, nuevamente sin ninguna alerta. Llegué a pensar que estaban haciendo trabajos o colocando publicidad, pero el Periférico estaba vacío.
Investigando, me enteré que cerrar las vías rápidas de comunicación es una estrategia de la Secretaría de Movilidad, cuyo titular es Andrés Lajous, supuestamente para prevenir accidentes.
Lajous declaró: “a partir de diciembre en horario nocturno serán cerrados parcialmente carriles centrales de vías rápidas con mayores fatalidades, para que los conductores reduzcan su velocidad, pues es en la madrugada cuando se presenta el mayor número de accidentes fatales”.
Al cuestionar esta estrategia en redes sociales, porque me parece una tontería cerrar una vía rápida sin señalizar, Lajous respondió a mi publicación:
“Es cierto, vamos a reducir velocidades en la noche y madrugada. Claro que se usará señalización. Justamente para que no ocurran accidentes como el que viste. En la madrugada, los autos van más rápido y producen accidentes fatales”.
¿Cuál es la estrategia?, ¿cerrar vías rápidas tiene sentido?, ¿no se les ocurre que los accidentes ocurrirán donde cierran abruptamente las vías rápidas sin advertencia alguna?
El secretario de Movilidad aseguró en su publicación que habrá señalización y reconoce que eso será en un futuro, porque ahora no hay. Y son muchos puntos en la Ciudad de México que están cerrados así.
No es tan difícil, si se quiere cerrar una vía rápida se debe avisar a los conductores mediante pantallas de LED con flechas a distancias prudentes que van a reducir carriles y darles alternativas viales, no dejarlos encerrados en la propia vía rápida. No se usan unos tambos anaranjados, justo en el punto donde están cerrando.
Estos flecheros luminosos existen o existían en el Gobierno de la CDMX; y sino los tienen los venden hasta en Mercado Libre, a un costo muy inferior respecto a lo que representan las pérdidas materiales.
El aumento en los accidentes se dio por la eliminación, digamos que un poco populista, de las fotomultas, decidida por la propia Secretaría de Movilidad de la CDMX, aunado a la autorización del aumento de los límites de velocidad en ciertos puntos. Claro que a los ciudadanos no les gusta pagar multas, pero eran un método disuasivo para los conductores.
A quienes manejan tampoco les gusta toparse con el alcoholímetro, pero ha sido un método muy eficaz para que las personas piensen dos veces si van a conducir tomadas.
La ocurrencia de cerrar vías rápidas en la noche, sin señalizar, sería parecida a quitar el alcoholímetro y reemplazarlo por la prohibición de la venta de alcohol.
Por ejemplo, en Estados Unidos si te detienen a exceso de velocidad te multan, y para que esa infracción no repercuta en el historial de cada conductor y que a éste le aumente el precio del seguro del coche, el conductor debe ir a clases, a la Corte o realizar trabajo comunitario.
Si llegan a detener a un conductor que consumió más de lo permitido de bebidas embriagantes, se le impone una infracción que se llama DIU (manejando bajo influencia); y, además de las sanciones, le colocan un aparato para detectar que está libre de alcohol cuando va a conducir, y el costo de éste lo paga el ciudadano.
Para reducir los accidentes, hay que imponer sanciones ejemplares, no afectar al resto de la población mandándolos a vuelta de rueda por la lateral, donde además se ha incrementado exponencialmente la posibilidad de ser asaltado o secuestrado.
En todos los países donde han podido controlar el número de percances, hay sanciones fuertes y patrullas de tránsito a toda hora. Lo que no ha hecho ninguna ciudad importante del mundo es cerrar las vialidades; no tiene sentido.
Si quieren bajar la velocidad de las vías rápidas para prevenir accidentes, una estrategia efectiva y utilizada en México en las carreteras federales es poner a varias patrullas a circular por esas vías con sus torretas encendidas a una velocidad moderada y así se mitiga la velocidad. Todos lo hemos vivido en alguna carretera.
La movilidad de una ciudad es una especialidad muy importante; no se puede trabajar con base en ocurrencias e improvisaciones.
BAJO SOSPECHA