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25 años después, seguimos igual

 

Cada año se incrementa el monto de los recursos públicos para programas sociales y la realidad es que las cifras no son nada alentadoras. En el último estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se muestra que en 2012, un 19.7 por ciento de la población vivía en condición extrema de pobreza y el 53.3 por ciento en pobreza.

Las cifras no han mejorado a lo largo de los años, en 1989 había 22.7 por ciento de la población en extrema pobreza y 53.5 por ciento en pobreza; para 1994, 21.2 por ciento en pobreza extrema y 52.2 por ciento en pobreza. En el 2000, las cifras habían sido de 24.1 por ciento y 53.6 por ciento, respectivamente.

Los números tampoco han variado en los últimos 25 años, que es cuando iniciaron los programas sociales como los que conocemos ahora. Hace 25 años, en el inicio de la administración de Carlos Salinas de Gortari, se creó el Programa Nacional de Solidaridad, para proporcionar un mínimo de satisfactores a la población de menores recursos.

En su momento fue un éxito, se apoyaba a las comunidades para que pudieran satisfacer las necesidades más requeridas. Y fue sin duda un modelo a seguir con los demás programas de asistencia social, que se han venido dando en los últimos años.

Pero esos programas y el país cambiaron en 1995, después de la terrible crisis económica que vivió México. Entonces se puso en marcha el Programa de Canasta Básica Alimentaria para el Bienestar de la Familia. En éste se daba una tarjeta para que los beneficiados del programa pudieran comprar comida.

Se cambió el apoyo a las comunidades por el respaldo a las familias. Y para 1997 el presidente Zedillo empezó el Programa de Educación, Salud y Alimentación, Progresa, con el fin de disminuir la vulnerabilidad de los más pobres.

Para el 2002 y hasta la fecha, el programa social fue Oportunidades, para desarrollar las capacidades personales, familiares y comunitarias e incrementar el ingreso de la población marginada.

Ayer, durante la presentación de su Segundo Informe, el Presidente Enrique Peña Nieto informó que habrá un nuevo programa de asistencia social que ha evolucionado para las necesidades de nuestros tiempos.

Oportunidades, que lleva casi 17 años de vida, ha recibido reconocimientos a nivel internacional, pero para enfrentar los nuevos retos se requiere ampliarlo. Actualmente beneficia a 6.1 millones de personas que viven en extrema pobreza.

El nuevo programa llamado Prospera incluye becas universitarias, apoyo al crédito y otras opciones para poder incorporar a las personas que viven en extrema pobreza a la vida laboral. Sus afiliados también podrán tener acceso a la educación financiera, al ahorro, a los seguros y otros apoyos.

Muchas veces decimos que a la gente hay que darle oportunidades de trabajo en vez de ayuda y es verdad. Lamentablemente si no se le brinda apoyo a la población más necesitada, ésta simplemente no tendrá qué comer.

Hay que implementar los programas sociales, pero simultáneamente hacer un programa estructurado para empezar a preparar a esta gente para que sea parte de la población económicamente activa y así, en unos años, todos los mexicanos puedan tener una vida digna, sin preocuparse si tendrán una tortilla con frijoles para comer y darles a sus hijos.

bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso