“En un país desigual las mujeres somos el blanco de la violencia”
Recién salido el Informe Anual de Amnistía Internacional, Los Derechos Humanos en las Américas 2019, platicamos con Tania Reneaum Panszi, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.
BB: En este nuevo Informe 2019, se muestra que las manifestaciones que estamos ahora viendo de mujeres, de esa manera fuerte, con tanta fuerza en México, no es algo que está sucediendo sólo en México, sino en toda América Latina y con mucha fuerza.
TR: Sí, hay que recordar que este movimiento, este performance callejero que ocurrió y que se generó en Chile fue una acción que después hemos cogido muchas mujeres del continente, también como una muestra que la violencia sexual y las formas distintas de violencia en contra de las mujeres están tan viralizadas y están tan normalizadas. En nuestro país, creo que llega este performance, llega esta conciencia colectiva a partir de los dos terribles feminicidios, el de Ingrid y el de Fátima, que apenas hace unos días nos sacudieron de terror y horror, y que ahora volteamos todos a ver las cifras, en un país en donde 10 mujeres son asesinadas diariamente.
BB: Las cifras de mujeres asesinadas son brutales.
TR: Las mujeres en un país tan profundamente desigual somos el blanco para muchas otras violencias. Las formas en que se asesinan a las mujeres son distintas en el sentido en que no siempre se utilizan armas de fuego, como con los hombres, sino se utilizan objetos punzocortantes o la violencia física directa, las manos, la asfixia.
“Lo que hoy las mujeres en México exigimos no solamente son políticas punitivas, también políticas de prevención y de atención inmediata a la vida y a la integridad de las mujeres”
BB: Hablando de que es una muerte más dolorosa.
TR: Lo es, pero también son muertes invisibles porque muchas veces pensamos que las violencias ocurren dentro de una relación íntima, dentro de una relación de pareja, en el ámbito más privado.
BB: ¿Hay cosas positivas en este informe?
TR: Por ejemplo, esta nueva administración, del Presidente Andrés Manuel López Obrador, llega y reconoce la grave crisis de derechos humanos, que no había sido reconocida por administraciones anteriores, se pone, literalmente, la camiseta de Ayotzinapa y empieza a tener una búsqueda mucho más activa.
BB: ¿Esto a pesar de haber puesto al frente de Derechos Humanos a Rosario Piedra de una manera totalmente arbitraria?
TR: Efectivamente, fíjate que el tema de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, nosotros en Amnistía Internacional hemos reportado reiteradamente la forma extraña en que ocurrió el procedimiento, las matemáticas no nos cuadran, no creemos que haya alcanzado los votos que correspondían para ser la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el procedimiento ha opacado y ha debilitado de alguna manera a la institución, no es el debilitamiento a la persona de la presidenta, es el debilitamiento a la institución más importante de derechos humanos en este país, que es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y, efectivamente, al no tener un contrapeso tan fundamental, hay una parte del Estado que se debilita.
BB: Ahora, ¿qué otra cosa positiva estás viendo?
TR: Creo que una de las cosas positivas que tenemos que recordar es que en mayo de 2019 la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió una instrucción para que las personas que quieran contraer matrimonio, personas del mismo sexo, lo pueden hacer en cualquier representación diplomática o representación consular de México en el extranjero, esto es especialmente relevante si recordamos que apenas hace unas semanas congresos estatales como el de Puebla o el de Yucatán rechazaron la iniciativa de ley para que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio en esas entidades federativas. Creo que otra de las cosas positivas también es que por fin tenemos una fatal cifra de personas desaparecidas, pero es una cifra que viene desde el Estado, no es una cifra que viene desde la sociedad civil y el Estado reconoce que en este país hay más de sesenta y un mil personas desaparecidas y que se tienen que emprender esfuerzos importantes en los servicios médicos forenses para poder identificar miles de cadáveres que hoy no están identificados, y frente a esta historia dantesca y de terror lo que hay detrás de ella son las historias inconclusas de miles de familias que no saben en dónde están sus familiares.
BB: De toda América Latina, en este momento, México es el país que más desaparecidos tiene.
TR: Más incluso que aquellos países que han pasado por conflictos armados como Chile, El Salvador o Argentina.
BB: ¿Qué pasa con los feminicidios en México?, porque también hemos visto historias cada vez más violentas, si bien, siempre han existido, estamos viendo hombres desollando a sus mujeres, una chiquita de siete años secuestrada, violada y asesinada con un cinturón en el cuello, o sea, cosas, como tú decías, dantescas.
TR: Sí, y hay que recordar además que México fue fatalmente famoso por el caso de las mujeres de Ciudad Juárez a inicios del 2000, finales de los años 90 y fue hace casi doce años cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos emite la sentencia Campo Algodonero contra México, es una sentencia en donde ya se establece el deber de prevenir del Estado mexicano, el deber de prevenir la violencia contra las mujeres, hoy estamos frente a un escenario donde todo el discurso y donde todas las acciones del Estado se concentraron en poner en el sistema penal la posibilidad de resolver un gravísimo problema social.
BB: Pero en Juárez, por ejemplo, la violencia contra las mujeres disminuyó, pero ahora está nuevamente en niveles atroces.
TR: Efectivamente, porque la sentencia Campo Algodonero no ha sido cumplida a cabalidad y, de ser cumplida a cabalidad, podría tener un efecto cascada en positivo para otras entidades federativas, pero hoy estamos también frente a una generación de mujeres que denuncian de forma diferente esas violencias, que se indignan colectivamente.
BB: ¿Cómo han cambiado las denuncias del 2000 a la fecha?
TR: Creo que lo primero que tenemos que decir es que se habla mucho más del tema de la violencia contra las mujeres y se habla de forma diferente, que hoy tú y yo lo estemos hablando en una televisora importante, un canal importante, sin tener que victimizar a las mujeres, es un cambio muy fundamental. Hace quince años, veinte años cuando yo a veces me aproximaba a las autoridades y decían: “no, eso que les pasa a las mujeres es porque andan de locas, porque salen en la noche”, había una cosa que se llama responsabilizar a las víctimas una y otra vez, la responsabilidad de las víctimas de alguna manera escondía lo que ocurre en el contexto más general que son estas violencias absolutamente generalizadas, cuando tú y yo lo hablamos desde otra perspectiva también ayudamos a ser visible que estas violencias no tienen que ver con las actuaciones de las víctimas, y eso es uno de los primeros cambios muy importantes, que además, las mujeres jóvenes nos han ayudado a reconducir el discurso, también gracias a mujeres que hemos estado más de treinta años trabajando con este tema.
BB: Tania, dentro del informe de Amnistía Internacional tienes un capítulo importante dedicado al asesinato de periodistas.
TR: Efectivamente, una de las profesiones más peligrosas para ejercer en México es el periodismo y nosotros lo que estamos diciendo en Amnistía Internacional es que “se necesita un mecanismo de protección a personas defensoras y periodistas mucho más efectivo, mucho más preventivo y no solamente reactivo”, pero necesitamos tener en la conversación y traer a la conversación la responsabilidad de los empleadores, de los propietarios de los medios de comunicación y sobre todo, entender que el ejercicio del periodismo es un ejercicio fundamental en cualquier país que se jacte de ser un país democrático. Necesitamos periodistas que sean contrapeso indispensable para narrativas oficiales, que sean voz crítica, que sean relatores de miles de historias que no tienen voz.
BB:¿Cómo ves a México en el tema de mujeres en este 2020?
TR: Yo creo que 2020 va a marcar la pauta de cuando las mujeres hemos puesto algo en la agenda mediática y la agenda política, las mujeres durante más de tres décadas en este país hemos expuesto la violencia y no siempre se ha volteado a ver como se va a voltear a ver el próximo 8 y 9 de marzo, así es que definitivamente va a servir, va a servir para ser visibles nuevas violencias, nuevas formas de violencia y también para exigir lo que tenemos pendiente y lo que el Presidente López Obrador nos prometió el 6 de marzo de 2019 con el plan emergente para prevenir la violencia, que al día de hoy no está publicado todavía en el Diario Oficial de la Federación. Lo que hoy las mujeres en México exigimos no solamente son políticas punitivas, también políticas de prevención y de atención inmediata a la vida y a la integridad de las mujeres.