Corazón de cerdo
Hoy gracias a la ciencia, alguna persona que llegará necesitar un trasplante de corazón ya no tendrá que esperar años para poder conseguir un donador.
Ahora se están empezando a hacer implantes de corazón de una manera mucho más fácil de conseguir. Los nuevos trasplantes serán de cerdos a humanos.
David Bennett tiene 57 años y llevaba varios intentos para recibir un trasplante de corazón, como ocurre con otros 110 mil pacientes al año en Estados Unidos,
A este hombre le fue diagnosticado con una cardiopatía terminal. Se le había considerado no elegible para un trasplante de corazón convencional. Se le terminaban las opciones hasta que la Universidad de Medicina de Maryland le explicó que había una posibilidad: usar el corazón de un cerdo, con ello se convirtió en el primer hombre de la historia en recibir un trasplante de este tipo y evoluciona bien tras los primeros días después de la operación. Los médicos reportan que está despierto y ya habla con sus cuidadores.
Para este procedimiento, el primero en su tipo, los cirujanos utilizaron el órgano de un animal genéticamente modificado para eliminar potenciales daños, que el receptor lo rechazara y evitar que el órgano crezca.
Los doctores del Centro Médico de la Universidad de Maryland recibieron por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, la FDA, un permiso especial que fue otorgado sobre la base de que si no se ejecutaba Bennett habría muerto.
El trasplante puede significar un cambio importante en la vida de muchas personas alrededor del mundo. Aliviar la escasez de órganos ante una carencia que enfrentan más de 110 mil estadounidenses y que cobra hasta seis mil vidas cada año.
En México, la institución que realiza más trasplantes de corazón al año es el Seguro Social, pero es muy difícil conseguir algún donador.
Son miles los mexicanos que esperan un donante, que además una vez que aparece uno, que quiere decir que acaba de fallecer en pocas horas, el corazón o los demás órganos se tienen que manipular y cuidar de cierta forma para que funcionen para el trasplante.
El que se puedan trasplantar órganos de cerdos que han sido genéticamente manipulados para poderse adaptar al ser humano, es una gran noticia para muchos que están en espera desde hace años para ser candidatos a recibir un trasplante.
En Estados Unidos sólo el año pasado, tres mil 800 tuvieron trasplantes de corazón. Pero mucha gente se ha quedado sin donador. Esa crisis significa que cada día en Estados Unidos mueren 17 personas esperando un trasplante de órganos. En México no hay cifras al respecto.
Este proceso de trasplante de órganos de animal para ayudar a humanos es llamado xenotrasplante, se había considerado durante mucho tiempo, hasta el momento era común sólo el uso de válvulas de corazón de cerdo.
Avanzado trasplante
Mientras que, en octubre de 2021, se anunció el trasplante con éxito un riñón de cerdo a una persona. La operación fue el experimento más avanzado en el campo hasta el momento. Pero el beneficiario en esa ocasión era una mujer con muerte cerebral que no tenía esperanzas de recuperación y que fu asistida por la Universidad de Nueva York.
El corazón del cerdo que ayudó a Bennett no fue elegido al azar, lo dio la empresa Revivicor, que lleva dos décadas en esta evolución científica. La empresa, con sede en Blacksburg, Virginia, fue creada en 2003 a partir de la compañía británica PPL Therapeutics, que estuvo implicada en la creación de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, en 1996.
Revivicor cría cerdos que son el resultado de una auténtica orfebrería genética. Los científicos inactivan un gen relacionado con el crecimiento del corazón, para facilitar su encaje en el pecho humano, y bloquean otros tres genes vinculados a la rápida producción de defensas que provocan el rechazo de los órganos porcinos.
Además, estos cerdos tienen seis genes humanos insertados en su genoma para facilitar la aceptación de sus tejidos en las personas. Revivicor está ahora en manos de la empresaria Martine Rothblatt, directora ejecutiva de United Therapeutics, la compañía estadounidense que compró Revivicor en 2011.
El xenotrasplante podría salvar miles de vidas, pero conlleva un conjunto único de riesgos, incluida la posibilidad de desencadenar una respuesta inmune peligrosa. Estas respuestas pueden desencadenar un rechazo inmediato del órgano con un resultado potencialmente mortal para el paciente.
Este procedimiento fue probado por primera vez en la década de 1980, pero fue abandonado en gran medida después del famoso caso de Stephanie Fae Beauclair, conocida como Baby Fae, en la Universidad Loma Linda en California.
El bebé, nacido con una afección cardíaca fatal, recibió un trasplante cardíaco de babuino y murió dentro de un mes después del procedimiento debido al rechazo por parte del sistema inmunológico. Mientras que el cirujano estadounidense Keith Reemtsma, trasplantó riñones de chimpancé a 13 personas entre 1963 y 1964. Todos los pacientes murieron, por rechazo o infecciones, aunque una profesora de 23 años sobrevivió casi nueve meses. Y una niña estadounidense que en 1984 aguantó 21 días con un corazón de mandril trasplantado.
Pero también es un hecho que los trasplantes de órganos de humanos se pueden rechazar.
Actualmente, gracias a la modificación genética, el órgano del animal puede ser más adecuado para los humanos y esto se debe a los estudios realizados por la bioquímica francesa Emmanuelle Charpentier y la química estadounidense Jennifer Doudna, quienes demostraron que el mecanismo CRISPR se puede utilizar como una herramienta universal, por ello ganaron el premio Nobel de Química 2020.
El sistema se puede programar para dirigirlo a cualquier punto de una cadena de ADN, cortarla y añadir una tirita con otro fragmento de ADN, como en un procesador de textos.
El CRISPR está presente en miles de laboratorios de todo el mundo. La comunidad científica trabaja para corregir genes defectuosos en enfermedades hereditarias. Se debate sobre si es ético modificar el genoma de un óvulo o de un espermatozoide para que una persona nazca libre de una patología.
En China ya han utilizado la técnica para modificar un tipo de glóbulos blancos e intentar aumentar la respuesta inmune de personas con cáncer de pulmón terminal. En Estados Unidos hay ensayos similares en marcha con pacientes de mieloma, sarcoma y melanoma.
En cuanto a la donación de órganos, de acuerdo con un estudio de la Pontificia Academia de las Ciencias, se calcula que los disponibles sólo cubren una décima parte de las necesidades mundiales.
La Organización Mundial de la Salud calcula que se hacen unos 130 mil trasplantes al año en el planeta, menos del 10% de los necesarios. En 2020 se realizaron unos 120 mil trasplantes de órganos en el planeta, un 18% menos que el año anterior, según el registro mundial gestionado por la ONT, con datos de 82 países.
Esta disminución se debe a las restricciones por Covid-19 que evitó que muchas personas salieran lo que provocó la reducción drástica de los accidentes de tráfico, la tradicional fuente de órganos, esto provocó que se buscaran alternativas.
Una de las dudas que causa el trasplante de corazón porcino es que éste sirva para enriquecer a las empresas y no se enfoque en ayudar en realidad a los humanos que necesitan un nuevo órgano, pero la realidad es que realizar estas investigaciones ha costado millones de dólares, si funcionan será una gran noticia para aquellos que necesitan un trasplante y que no lo pueden obtener.