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El papa Francsico y las fake news

Decenas de gobernantes y de personas que tienen seguidores en sus redes sociales o medios de información, han desinformado a la población con creencias falsas o incorrectas sobre la pandemia de Covid-19.

 Desde los antivacunas hasta los que dicen que comiendo frutas y verduras se previene el contagio.

Para tratar de persuadir a la gente a que tenga cuidado con la información falsa que se emite, y sabiendo que cada uno de estos comentarios pueden hacer que personas pierdan la vida, el papa Francisco hizo un llamado esta semana: “estar correctamente informado, que se ayude a comprender situaciones basadas en datos científicos y no en noticias falsas, es un derecho humano”.

La información correcta, dijo, debe garantizarse sobre todo a los que están menos equipados, a los más débiles y a los más vulnerables.

En México hemos sido los reyes de la desinformación, desde lo que dice el Dr. Hugo López-Gattel y todas las contradicciones que ha tenido, hasta los propios anuncios oficiales del Gobierno federal, ahí está el más ridículo de todos, el de las botargas en el Bosque de Chapultepec, en donde se asegura que comiendo frutas y verduras puedes prevenir el contagio.

No se dan cuenta las autoridades en México, ni muchas otras personas, que este tipo de información mata gente.

Por eso el papa Francisco ha emitido esta declaración, asegurando que es una violación a los derechos humanos emitir información falsa.

En un principio es verdad, alguien se pudo haber equivocado ante como tratar el Covid-19, realmente no se sabía a lo que se enfrentaba, pero hoy no hay excusa, están todos los estudios científicos, que con base en investigaciones serias, nos dan información segura y certera.

Pero hay quienes hacen caso omiso a los estudios serios y basan la información que brindan a la sociedad en ocurrencias.

Y es que manejar la pandemia con fines políticos se da en México, pero también hasta en el Vaticano con información falsa sobre la pandemia.

Medios de comunicación católicos de derecha apoyan a los críticos más severos del papa Francisco, como el arzobispo Carlo Maria Vigano, un italiano que hace tres años emitió una campaña contra el líder católico exigiendo su renuncia.

Ahora, en una carta a sus seguidores, Vigano dijo que el virus fue producido en un laboratorio y que era parte de un complot global “para borrar todo rastro de nuestra identidad como cristianos”. También negó la existencia de la pandemia y la calificó de obra de satanás.

Mientras que varios católicos, incluyendo obispos y cardenales conservadores de Estados Unidos, han afirmado que las vacunas basadas en investigaciones en las que se usaron células derivadas de fetos abortados eran inmorales, y se han negado a vacunarse.

Las teorías de la conspiración también surgieron desde la Casa Blanca cuando el entonces presidente Donald Trump, en una conferencia, dijo que había que investigar si se podía matar al virus “metiendo en el cuerpo” una “tremenda luz ultravioleta”; y aseguró que a lo mejor se podía inyectar desinfectante para matar al causante de Covid-19.

Sus palabras, ante el público estadounidense, provocó que en pocas horas el Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York recibiera al menos una treintena de llamadas relacionadas con la exposición a lejía (cloro), desinfectante Lysol y otros productos de limpieza. Los casos se replicaron en varios estados.

Hemos pasado por las más ridículas teorías, como que el miembro viril puede perder tamaño por el coronavirus. Esto es lo más insólito que me ha tocado ver y lo publiqué hace año y medio.

La nota dice que “una juiciosa investigación adelantada por académicos de las universidades de Milán y Bolonia en Italia, descubrieron que los pacientes masculinos atacados por la enfermedad del coronavirus perdían el tamaño y la elasticidad del pene”.

Decir que el tamaño del pene se reduce si te da Covid es igual de falso que lo que afirmaba Hugo López-Gatell de no usar el cubrebocas o mascarilla.

Hablamos del hombre que tiene a su cargo la gestión de la pandemia a nivel nacional y que su primera mentira fue asegurar que no existían condiciones para tratar los primeros casos de Covid-19 como una emergencia, esto ocurrió el 29 de febrero de 2020.

Luego indicó que era mentira que por falta de pruebas se reportaran menos casos en México que en otros países. En sus cifras sobre el número de contagios y muertes se ha equivocado reiteradamente.

Hoy López-Gatell enfrenta una demanda por parte de padres de familia. Un juez ordenó que la Fiscalía General de la República inicie una investigación sobre la responsabilidad del funcionario en las más de 304 mil muertes que ha registrado el país durante Covid-19.

Otros funcionarios de alto nivel dijeron en su momento utilizar un tratamiento a base de nanopartículas para protegerse de Covid en lugar de apegarse a tratamientos científicos, como el entonces senador Martí Batres y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad. La exsecretaria de Gobernación y ahora senadora Olga Sánchez Cordero obsequió su remedio a los gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez, y al de Tabasco, Adán Augusto.

Pero las recomendaciones poco serias realizadas contra Covid-19 también surgieron de otros funcionarios. En enero de este año, el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer, recomendó, en lugar de vacunar a los niños y adolescentes, aplicar un poco del ungüento y beber algunos tés para combatir el virus, también aseguró que no había que vacunar a los niños y que él no inocularía a sus nietos.

El video divulgado por Comunicación Social de la Presidencia recomendó comer bien y hacer ejercicio para combatir el virus, pero se olvidaron de que los participantes de su video deberían usar cubrebocas y tampoco menciona las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Este fin de semana, el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Pedro Zenteno Santaella, informó que dio positivo a Covid-19 y que estaba bajo tratamiento homeopático, lo que generó críticas de la comunidad científica.

Por este tipo de infodemia, el papa Francisco hizo un llamado para que los católicos y el resto del mundo base sus acciones para combatir la pandemia apegado a lo que los científicos y autoridades de salud mundial indican.

Él ha sido uno de los líderes religiosos que más claramente ha abogado por la vacunación y el respeto a las medidas para combatir la pandemia.

También insinuó que la población tiene una “obligación moral” de garantizar su salud y la de los demás, y el Vaticano exige desde hace poco que todo su personal esté vacunado o muestre una prueba de haber superado el Covid-19 recientemente para acceder a sus puestos.

No hay que hablar de la “fuerza moral” a la que se refiere López-Gattel, seamos serios y veamos que es una “obligación moral” cuidar la información que se difunde y que se traduce en vidas o muertes.