Back

“Dichos de AMLO no afectan en lo económico; en lo diplomático, sí”

Esta semana llegó a nuestro país John Kerry, uno de los hombres más cercanos al presidente Biden y responsable de las políticas ambientales en Estados Unidos. También esta semana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que México pondría en pausa las relaciones con España. De estos temas vamos a platicar con Gabriel Guerra Castellanos, analista de política nacional e internacional.

 La relación de México con EU en temas ambientales

GGC: Más que una crisis, yo diría que es simplemente el choque de intereses y posturas diferentes. El gobierno mexicano tiene una agenda muy particular en términos de energía, tanto en energías limpias o no, como en el tema de la Reforma y Contrarreforma Energética, entonces ésa, digamos, es la agenda del Gobierno de México, puede gustarnos o no, puede coincidir con nuestras agendas personales o causas que simpaticemos o no, pero ésa es la postura del Gobierno de México. La postura del Gobierno de Estados Unidos es mucho más cercana a la de sus empresas, a la de las grandes empresas de energía, por un lado, y también, por otro lado, apuntando a un interés de los demócratas, en general, y de Biden, en particular, que es el tema del medio ambiente, que es el tema de proteger el medio ambiente, de generar nuevas fuentes y nuevas alternativas de energía, que también ellos, en algunas cosas, están proponiendo o haciendo cosas violatorias del Tratado de Libre Comercio.

Bibiana Belsasso (BB): ¿Como cuáles?

GGC: Por ejemplo, esta exigencia de que las empresas automotrices pasen a cierto porcentaje, a cierto número de vehículos eléctricos, olvidando que no hay posibilidad que se produzcan con los componentes acordados en el Tratado de Libre Comercio para cada país. Los vehículos eléctricos son, a la hora de su operación, evidentemente mucho más limpios, mucho más amigables para el medio ambiente. Las grandes empresas automotrices estadounidenses se han enfocado mucho en cierto tipo de modelos de vehículos eléctricos, mientras que, por ejemplo, otras, pienso en japonesas como Toyota, se han ido por otras variantes también de energías limpias, pero no eléctricas. Entonces, aquí evidentemente hay una preocupación por el medio ambiente, pero también una preocupación por darle una ventaja competitiva a empresas estadounidenses, eso llámalo proteccionismo o no, pero ése es también parte del interés. Y meterse a revisar el debate dentro de Estados Unidos de esto, no quiero aburrirte ni aburrir al público, pero es bien interesante, porque no todo mundo está jalando en la misma dirección, ni siquiera los alemanes están jalando en la misma dirección en materia de vehículos limpios, todos quieren vehículos limpios sí, pero cada quien está enfatizando aquello en lo que su propia industria va más adelantada. Dejémoslo ahí.

BB: El tema del carbón y otras fuentes de energía más limpias.

GGC: En el tema energía en general, yo creo que Biden apunta claramente a un desfase gradual del carbón, otra vez aquí hay un tema político ¿Por qué Trump era tan pro-carbón? Porque en esa industria y en esos estados hay muchos votos de esa clase media baja estadounidense que tanto apoyó a Trump, o sea, también es que Trump sea un energúmeno, pero nada más que sea un energúmeno, al final todo tiene, como dirían los clásicos, en todo hay un poquito de jiribilla y en todo hay un poquito de interés propio.

BB: ¿Cuál es el interés propio del Presidente López Obrador para apostarle a las energías con carbón?

GGC: Yo creo que, por un lado, hay un interés político electoral, llámense aliados del Presidente, llámense estados que son grandes productores de carbón y los empleos, los sindicatos, las fuerzas políticas que se benefician de eso, llámese también, pues una visión evidentemente del siglo pasado en esa materia. ¿Kerry qué quiere? Quiere energías limpias, sí, quiere proteger los intereses de las empresas estadounidenses también, y quiere empujar la agenda de su presidente.

GGC: Aquí hay una combinación de cosas, la primera es un planteamiento que al principio hace el Presidente López Obrador de decir: “señores, ofrézcanle disculpas a México por los excesos, abusos, atrocidades cometidos durante la Conquista”, te acuerdas de toda la enorme controversia que hubo al respecto, yo me atreví en ese entonces a publicar un artículo en el que decía: “oigan, esto tampoco es tan inusitado”, o sea, lo han hecho países como Bélgica, Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos hacia adentro, Canadá hacia adentro, le han pedido disculpas a pueblos, a comunidades, a etnias o a grupos étnicos y a naciones, entonces tampoco era disparatado. Pero al final fue una discusión un poco absurda. porque lo que había que analizar era: a ver, ¿hay materia o no?, ¿cómo responde España ante eso?, y creo que el planteamiento de López Obrador no debió de hacerse público, ése fue un error de protocolo creo que importante, y la respuesta española pudo haber sido un poco más generosa y un poco menos condescendiente y terminamos a partir de ahí en una cadena de enredos en la que nadie quiere dar su brazo a torcer, y en la que lo más sencillo de todo, y a ver si no me crucifican tus oyentes, hubiera sido que el gobierno español dijera: “pues sí, lamentamos mucho lo que sucedió en su momento, porque pues sí, en toda conquista hay atrocidades y hay barbaridades”, sí lo pudo hacer, insisto, lo hizo Portugal, lo ha hecho el Papa a propósito de otras cosas, lo han hecho todos los países que ya mencioné.

BB: ¿Va a afectar la inversión de empresas españolas en México?

GGC: Vi la declaración original y las palabras del Presidente de la República tienen un peso específico. Cuando el Presidente critica a una persona, a una empresa, a un medio o a un país o a un Gobierno, no lo está diciendo Pedrito, lo está diciendo el Presidente de la República y eso tiene un peso distinto. Fue un despropósito, es un término que no existe en la diplomacia, no se pone pausa a las relaciones, eso no sucede…

BB: ¿Qué es lo más grave que va a suceder entre las relaciones de México y España? ¿Qué podría suceder en un futuro?

GGC: Aunque hemos tenido diferencias políticas serias en el pasado con España, la retórica tiene costos, la relación ya venía bastante mal, entonces, tampoco es del todo sorprendente. El Presidente se enterca en su postura de que ‘hasta que no me ofrezcan disculpas no voy a estar contento’, y los otros, pues primero dicen que no y luego lo ignoran, y a partir de ahí ya todo es deterioro, no ayuda la postura, por ejemplo, de Iberdrola, que ha sido muy de confrontación, no ayuda que también sí hay una percepción en algunos actores de que en esta época de boom económico español, pues sí, muchos empresarios españoles, sobre todo, hablaban de la reconquista de América. ¿Afecta lo económico? No creo que gravemente. ¿Afecta lo político y lo diplomático? Sí, mucho, enfría todavía más, pero yo no creo que ninguna empresa española se vaya a ir por esto, pero si yo fuera un empresario español y estuviera evaluando si me voy a Colombia o me voy a México, pues a lo mejor veo un encabezado así y digo: “¿para qué quiero ir a México? Para que me digan de cosas mejor me voy a Colombia o mejor me voy a Uruguay o me voy a Costa Rica”, entonces sí tiene un costo, y lo más grave, el problema es que banaliza, trivializa y abarata la palabra del Presidente de la República, éso es lo que a mí me parece más grave de todo. El pleito con España se arreglará a más tardar en dos años ocho meses, muy probablemente antes, pero lo otro es mucho más grave y mucho más costoso. Para quienes están llevando la parte ingrata de la relación bilateral, tanto mexicanos como españoles, qué ingrato momento les está tocando, caray.