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Espías en México

 

Desde hace años, México ha sido la sede de espías de distintos lugares del mundo, sobre todo durante conflictos bélicos.

 

La ubicación de México es estratégica por su cercanía con Estados Unidos. Desde la Segunda Guerra Mundial, espías nazis se instalaron en nuestro país para que Estados Unidos volteara a ver su frontera sur con México y no se involucrara en Europa.

Sabemos que Lee Harvey Oswald, quien mató a John F. Kennedy, antes del asesinato del entonces presidente de Estados Unidos estuvo en México y visitó la embajada de Cuba en nuestro país.

El Gobierno de México tiene una simpatía con Rusia y Cuba, y eso tiene preocupado a Estados Unidos. Por ejemplo, en el tema cibernético. Porque la frontera cibernética entre ambos países no existe.

Ejemplos hay muchos. Ya se dio un importante ataque a un oleoducto en Estados Unidos, que tuvo que cesar operaciones por un hackeo. Se cerraron las válvulas de un importante oleoducto que lleva combustible a la costa este de los Estados Unidos. Ataques como éstos se pueden planear y realizar desde nuestro territorio.

Para Estados Unidos, que se vulnere su seguridad cibernética es de gran preocupación. Ya sucedió en la elección entre Hillary Clinton y Trump, en donde el FBI descubrió que los rusos se habían infiltrado en los sistemas de correos de Hillary Clinton. La historia ya es conocida, se cree que ese ataque pudo haber cambiado el resultado de la elección.

Pero todo puede ser más grave. En una guerra comercial con el gobierno chino y con los rusos intentando vulnerar los sistemas de telecomunicaciones, Estados Unidos teme que un ataque de esta magnitud pudiera venir desde México, por la vulnerabilidad en los sistemas de telecomunicaciones, y sin duda buscará presionar a nuestro país para que se trabaje en lo que ellos llaman “una red limpia”.

México ha asignado contratos de comunicaciones a gobiernos como China y tiene otros negocios con Rusia. A pesar del bloqueo impuesto por casi todos los países de Occidente después de la invasión de Rusia a Ucrania, en México se seguirá envasando la vacuna Sputnik.

Hoy, la información sensible circula por Internet; al final del día, las carreteras de la información están soportadas por tecnología de telecomunicaciones, en donde no hay fronteras. Estados Unidos ha denunciado ya a empresas chinas, como Huawei, de realizar espionaje, y el que aparece como dueño de la empresa es un exmilitar del ejército chino.

Desestabilizar a México le afecta directamente a Estados Unidos. El presidente Joe Biden ha estado en contra de la invasión de Rusia a Ucrania. Rusia no quiere que Estados Unidos apoye a Ucrania.

En días pasados Estados Unidos aseguró que México tiene más espías e integrantes del Departamento Central de Inteligencia, al que se refieren como GRU, que cualquier otra nación en el mundo. La declaración la hizo el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Glen VanHerck, el 24 de marzo pasado en el Senado de su país.

Alerta en EU

El militar dijo estar preocupado “por la inestabilidad que crea la oportunidad para actores como China, Rusia y otros que podrían tener actividades nefastas en mente, para buscar acceso e influencia en nuestra área”, fue lo que respondió VanHerck luego de ser consultado por la problemática que enfrenta Estados Unidos en la frontera con México, donde operan varias organizaciones criminales transnacionales.

También la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, encargada de las operaciones militares estadounidenses en Centro y Sudamérica, dijo al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos que en los cinco meses que lleva al mando, lo que más le ha impresionado es “la medida en que China y Rusia están ampliando agresivamente su influencia en nuestro vecindario”, en clara alusión a México.

A ciencia cierta nadie está en posición de asegurar o desmentir los dichos del jefe del Comando Norte de Estados Unidos, pero lo que sí es una realidad es que sus declaraciones se dieron un día después de la reunión que tuvieron diplomáticos rusos y legisladores en la Cámara de Diputados.

Y hay otra realidad: la embajada rusa en México tiene adscritos como diplomáticos, casi el doble del personal que requiere para la operación de la embajada.

El miércoles 23 de marzo en San Lázaro se realizó la sesión del grupo de amistad con Rusia, apoyada principalmente por legisladores de Morena, PRI, PT y Partido Verde, donde el embajador ruso, Viktor Koronelli, agradeció al Presidente Andrés Manuel López Obrador por la postura de no sancionar a su Gobierno, ni por suministrar armamento a Ucrania.

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska, arremetió en contra de la instalación del Grupo de Amistad México-Rusia, el cual calificó como una vergüenza y representa una muestra de apoyo al presidente Vladimir Putin.

Y un día antes de este encuentro, el 22 de marzo, el Presidente López Obrador criticó al Congreso de Estados Unidos por aprobar de manera muy rápida un presupuesto millonario de 13 mil 600 millones de dólares en apoyo a Ucrania por la invasión rusa, mientras, desde hace cuatro años está bloqueada la iniciativa de regularización de migrantes, e insistió en la necesidad de invertir e implementar políticas sociales en El Salvador, Honduras y Guatemala para evitar que la gente migre por necesidad.

Un día después, es decir, el jueves 24 de marzo, en ese mismo recinto legislativo, se instaló el Grupo de Amistad México-Estados Unidos, al que acudió el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien comentó que la relación bilateral de ambos países es “para siempre” y deben unirse para contener los ataques de Rusia contra Ucrania.

El embajador de Estados Unidos en México sentenció que México no puede estar cercano a Rusia, “eso no puede pasar”; aseguró que el pueblo mexicano debe mostrar “solidaridad con Ucrania y en contra de Rusia”, y recordó que “cuando se ataca a la familia se une la familia. Entre México y Estados Unidos no puede haber diferencias, tenemos que hacer lo mismo que hicieron los países en la época de la Segunda Guerra Mundial”.

Rusia respondió a las declaraciones de Ken Salazar. El viernes 25 de marzo, a través de su cuenta de Facebook, la embajada rusa en México aseguró que “cada país soberano tiene su derecho irrevocablemente adquirido a decidir cómo construir su política exterior y con qué país mantener relaciones fructíferas y cercanas”.

Los dimes y diretes entre Rusia y Estados Unidos por los supuestos espías y número de funcionarios en nuestro país, han logrado que México esté en medio de un problema bélico gravísimo, como es la invasión a Ucrania.

Pero el hecho que espías lleguen a México para desestabilizar la frontera y hacer que Estados Unidos se enfoque en nosotros no es nuevo, y sí es muy preocupante.