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Mueren por decir la verdad

Hoy, decir la verdad, escribirla, contarla en radio, televisión o redes sociales se ha vuelto una de las actividades más peligrosas en México. Cuando estas verdades se meten con distintos intereses, el riesgo es todavía mayor.

El lunes pasado asesinaron a la directora del semanario El Veraz, Yesenia Mollinedo, y la camarógrafa Johana García.

Las dos, profesionistas serias, que llevaban años cubriendo la noticia en un estado en el que cada día se descompone más la seguridad.

Eran dos periodistas que estaban dentro de su vehículo, afuera de una tienda de conveniencia en el municipio de Cosoleacaque, Veracruz, cuando hombres armados se les acercaron, les dispararon y se dieron a la fuga.

La semana pasada fue asesinado en Culiacán, Sinaloa, uno de los más respetados colegas en ese estado, Luis Enrique Ramírez Ramos, reconocido a nivel nacional y uno de los columnistas más importantes de El Debate. Publicaba su columna El Ancla. Lo mataron a golpes, fue envuelto en una bolsa negra y su cuerpo tirado en una calle de tierra en Culiacán.

Todavía no hay información clara de lo que sucedió; se dice que salió de su domicilio entre las 2:00 y las 3:00 de la madrugada y nunca volvió.

De Yesenia y Johana, asesinadas el lunes pasado en Veracruz, tampoco se ha dado con los asesinos. Tan sólo desde que empezó el gobierno de Cuitláhuac García, van 7 periodistas asesinados. El gobernador aseguró que este crimen no quedará impune; sin embargo, de los otros cinco casos hasta el momento no hay autores intelectuales detenidos y no ha esclarecido ninguno de los asesinatos a periodistas en su estado.

Es fácil decir que se va a dar con los responsables, el lunes pasado, hasta el vocero de la Presidencia aseguró que trabajarán en conjunto el gobierno estatal y el de Veracruz para dar con los responsables.

La realidad es que no han trabajado para esclarecer ninguno de los crímenes, ya 11 en lo que va del año, en menos de 5 meses.

En algunos casos se ha dicho quiénes son los autores materiales, pero ésos no son quienes han planeado los crímenes, son sicarios a sueldo.

En este 2022, México es el segundo país del mundo con más periodistas asesinados, tan sólo por detrás de Ucrania, país en guerra declarada, donde han perdido la vida 12 comunicadores.

El año pasado fue el sexto país con más crímenes sin resolver; los cinco que lo anteceden están en guerra, como Afganistán, Siria y Yemen.

Según el Comité para la Protección de los Periodistas, México es el país más mortífero del mundo para la prensa, es el único donde los niveles de violencia contra los periodistas van al alza.

El gremio periodístico salió a las calles este mismo 9 de mayo para exigir justicia, pocas horas después fueron asesinadas las dos periodistas en Veracruz.

Indignación general

Algo grave está pasando y no funciona, porque de los 11 periodistas asesinados, seis estaban adheridos al Mecanismo de Protección.

Es urgente que se revise ese Mecanismo de Protección, porque claramente no está funcionando.

Está el caso de Lourdes Maldonado, la periodista de radio y televisión, quien había acudido a la conferencia mañanera del Presidente López Obrador a solicitar apoyo y a denunciar amenazas, ella estaba en el Mecanismo de Protección a Periodistas y esto no impidió que la mataran a tiros en su auto, cuando salía de su casa el 23 de enero, en Tijuana, Baja California.

El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, afirmó el 27 de abril que la misma célula criminal, formada por restos del cártel de Los Arellano Félix, es responsable de los asesinatos de Lourdes Maldonado López y Margarito Martínez Esquivel, perpetrados con unos días de diferencia.

El pasado 3 de mayo se conmemoró el día internacional de la prensa libre, ese día el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, abogó por promover un ambiente propicio y seguro para el ejercicio de la libertad de prensa en México, así como para darle voz a quienes sin ella no serían escuchados.

El diplomático reafirmó el apoyo del Gobierno del presidente Joe Biden a quienes ejercen el periodismo y son atacados sólo por hacer su trabajo.

De forma paralela, el embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot, afirmó que el bloque de 27 países está comprometido y mantiene su interés con la protección de las personas defensoras de los derechos humanos y periodistas de México y América Latina.

En los últimos 30 años, en nuestro país han logrado establecer una línea de investigación en el 40% de los casos, en el resto, las fiscalías estatales no han reunido elementos para saber qué pasó con los periodistas. En la mayoría de estos crímenes no hay sentencias ni juicios, y en menos de 10 casos hay detenidos. Reitero: en los pocos casos que ha habido detenidos son sicarios, no los autores intelectuales.

Según cifras de la organización Artículo 19, desde que inició esta nueva administración, se han contabilizado mil 945 agresiones contra la prensa en el país, incluidos 33 asesinatos y dos desapariciones, un 85% más que en el primer trienio del presidente Enrique Peña Nieto.

La misma organización indicó que desde el año 2000 a la fecha hay 148 homicidios de periodistas en México.

Además, en los últimos dos años han aumentado los asesinatos de mujeres periodistas. Incluso en la última década, un análisis realizado por Signa Lab, contabilizó mil 167 agresiones de diversos tipos en contra de mujeres periodistas.

Del total de las agresiones cometidas de 2020 a 2021 contra mujeres periodistas, 20 se relacionaron con funcionarios estatales y seis por candidatos políticos. En tanto, 87 casos estarían relacionados con partidos políticos y 57 con el crimen organizado.

Explica que los casos han ido en aumento, pues mientras hasta 2015 las agresiones contra mujeres fueron en promedio 50 para 2020 la cifra superó los 200 casos.

En México da miedo ser periodista, pero ese miedo no nos puede paralizar y tenemos que continuar con nuestra labor, informar con la verdad.