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La violación como arma de guerra

Han pasado ya poco más de tres meses desde que inició la invasión de Rusia a Ucrania. Apenas ayer se estimó que en el país invadido, unos 500 civiles, incluidos 40 niños, continúan refugiados en la planta química de Severodonetsk. El ataque con misiles rusos del domingo dejó por lo menos 23 heridos en el oeste.

Con abuso sexual buscan dominio

El presidente de ese país, Volodimir Zelenski, calcula que aproximadamente 80 soldados ucranianos pierden la vida al día desde que inició la guerra.

Las fuerzas rusas han sembrado el terror en la sociedad civil. Los ucranianos saben que Rusia intensificará su ofensiva para hacerse con el control total, el cual no han podido lograr. Y buscan amenazar a la ciudadanía para que salgan del país.

Como en todas las guerras, en este caso en Ucrania, soldados rusos han abusado sexualmente desde bebés, niños, niñas y mujeres. Es una forma de ejercer el dominio y el terror. Hay evidencia que este tipo de agresiones se hacen para destruir a los seres humanos.

Angelina Jolie, entrevistó a Nadia Murad, una activista que vivió en carne propia lo que fue la guerra de Irak. Le contó cómo a algunos miembros de su familia los mataron y a muchas de las mujeres las tomaron como esclavas sexuales. “Violan a las mujeres para destruirlas, saben que un abuso sexual causa pena y estigmatiza”, dijo la mujer, quien estuvo cautiva durante meses.

La hoy premio Nobel sabe que la violencia sexual es un arma de guerra. Y también sabe que los soldados rusos están violando constantemente para someter a la población.

Pero quizá lo más grave de todo, explica Murad, es que no hay castigo para estos violadores. Asegura que, si no se castiga a estos criminales de guerra, el abuso sexual se seguirá cometiendo.

Autoridades ucranianas aseguran que soldados rusos están cometiendo abuso sexual para que la gente abandone sus hogares.

Los sótanos de las casas son usados como refugio por decenas de civiles ucranianos, quienes buscan esconderse de los soldados, pero también hasta ahí han llegado los violadores.

Son decenas los que están cometiendo estos abusos, pero hasta el momento sólo tres soldados rusos han sido detenidos por violar, mientras que las víctimas se cuentan por cientos.

La defensora de derechos humanos en el Parlamento de Ucrania, Lyudmila Denisova, reportó que desde el 1 de abril se han presentado 700 denuncias, incluida la de abuso sexual contra un niño. El chiquito murió unos días después por la brutalidad con la que fue atacado.

Relata casos de mujeres que estuvieron hasta un mes encerradas en un sótano y que fueron abusadas sexualmente por presuntos soldados rusos, ahora nueve de las víctimas están embarazadas; las acusaciones fueron hechas por 25 jóvenes y niñas entre los 14 y 24 años de edad y las violaciones habrían ocurrido en la ciudad de Bucha.

Con el paso del tiempo y con la retirada de soldados rusos de las ciudades o localidades tomadas, aparecen más testimonios de mujeres que aseguran haber sido sometidas a violaciones en grupo y abusos sexuales cometidos frente a niños.

Denisova, quien se encuentra en Ucrania, se ha encargado de recopilar datos de este tipo de crímenes de guerra. También proporciona apoyo psicológico gratuito a las víctimas o a quienes han sido testigos de las agresiones sexuales.

Otro ejemplo es lo que ocurrió con un par de mujeres en Kiev, la capital de Ucrania, contó que los soldados rusos abusaron sexualmente de ellas cuando llegaron a la ciudad. Una relató que la misma noche que mataron a su esposo, los soldados la ultrajaron y después tuvo que abandonar su residencia para salvar la vida de su hijo adolescente. Otra dijo que, a pesar de la agresión sexual, permaneció en la capital, para buscar justicia con las autoridades ucranianas. Estas historias se cuentan por decenas.

La Organización de las Naciones Unidas ha documentado 124 casos, informó Pramila Patten, representante Especial del secretario general sobre la Violencia Sexual en los Conflictos, quien detalla que la mayoría de los casos son mujeres las víctimas, pero hay 59 denuncias por ataques a menores, 41 contra niñas, 7 de niños, en un caso se desconoce el sexo. También hay 19 denuncias de hombres que han denunciado violación, intento de ésta, desnudez pública forzada y amenaza de violencia sexual.

Los casos corroborados por la ONU abarcan todas las regiones ucranianas por las que ha pasado el ejército ruso, pero se cree que hay muchos más que no han sido denunciados.

Kateryna Cherepakha, presidenta de Strada-Ucrania, otra organización que ayuda y reporta casos de violaciones, aseguró que este tipo de métodos de guerra “es sólo la punta del iceberg” de las atrocidades rusas, por lo que pidió a autoridades internacionales que las denuncias sean tomadas en serio.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y ONU Mujeres pidieron una investigación mayor e independiente sobre las denuncias de abuso sexual en Ucrania. Mientras que, en una sesión de la ONU, el embajador adjunto de Rusia negó los señalamientos y acusó a Ucrania y sus aliados de intentar presentar a los soldados rusos como sádicos y violadores.

Este tipo de crímenes de guerra son similares a los que por años ha usado en Medio Oriente el Estado Islámico. Se deben juzgar y quien los comete debe de recibir un castigo.

Estas violaciones, como bien lo ha dicho Nadia Murad, quien vivió la tortura de ser una esclava sexual, son para someter a la población, denigrarlas y quitarle sus territorios.

En el resto del mundo no podemos hacernos los ciegos ante estas atrocidades que están sucediendo. Y a poco más de tres meses de la invasión de Rusia a Ucrania, parece que a muchos se les olvida la tragedia que se está viviendo.