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“Es momento de cambiar, hay que romper los patrones tóxicos”

Todos los días matan en México a por lo menos 10 mujeres, la gran mayoría muere en manos de alguien que conoce, casi siempre la pareja o expareja.

Cuando se trata de un hombre que conoce a su víctima, la violencia se da de forma paulatina. Por eso es tan importante darse cuenta cuando se sufre de maltrato y pedir ayuda a tiempo. Platicamos con la secretaria de la Mujer del Estado de México, Martha Hilda González Calderón (MHGC), para que las personas en el Estado de México sepan qué opciones se tienen para poder pedir ayuda y salir del círculo de la violencia antes de llegar a una tragedia aún mayor.

MHGC: Va de empezar con un romance y cuando empieza a desvirtuarse, pues ya una situación, una relación de poder, una relación donde una persona siente que tiene el poder sobre otra, que puede tenerla dominada y, por supuesto, ya es un esquema de una relación tóxica, que se tiene que tener cuidado, porque puede derivar en acciones violentas, en cuestiones que pueden afectar no solamente a la víctima, sino también a su entorno más cercano, a sus hijas, a sus hijos, desafortunadamente.

Bibiana Belsasso (BB): ¿Focos rojos para detectar violencia?

MHGC: Desde que te dejan de hablar, desde que tú misma te sientes incómoda porque te obligan a hacer cosas que tú no estás de acuerdo y te amenazan, o te dicen que no te van a dar el gasto. Cada mujer tiene una red de apoyo, amigas, hermanas, mamá, hijas, que necesitan verdaderamente empezar a acompañarse para no sentirse solas. En la parte institucional, tenemos líneas de atención cuando ya alguien, hombre o mujer, está sintiendo que está en una relación violenta, tenemos líneas de atención contra la violencia, y también con los hombres, una línea de hombre a hombre que permite que un hombre pueda decir: “estoy sintiendo así. Mis emociones no las estoy pudiendo controlar, necesito atención psicológica”. La Secretaría de las Mujeres tiene una serie de Centros de Desarrollo de Masculinidades Positivas, en donde les permiten a los hombres reaprender conductas y no dejarse llevar por emociones que puedan lastimar a su familia. Yo creo que ira y celos no sólo son privativos de los hombres, se da también en las mujeres, el tema es que los podamos identificar a tiempo y que podamos estarnos atendiendo para reaprender. Muchos, tanto los jueces como el Ministerio Público, la Fiscalía, imponen medidas de restricción cuando se está percibiendo que un marido, un padre o a lo mejor una pareja sentimental, pues no está obteniendo la posibilidad de controlarse, está siendo violento con su familia, entonces el juez o el Ministerio Público impone medidas de restricción.

BB: ¿Quién puede denunciar?, ¿cómo puede denunciar?, ¿cómo se hacen denuncias anónimas?

 

MHGC: Una mujer que se siente violentada, un vecino o una vecina que están viendo o están escuchando que una niña está siendo violentada o un niño o una mujer, una persona de la tercera edad, hay líneas de atención donde pueden denunciar; tenemos Centros Naranja, en donde tenemos la atención de una abogada, una trabajadora social y una psicóloga, donde pueden acudir, y también se les da acompañamiento y orientación y podemos ser el primer contacto antes de llegar a la Fiscalía o a un Ministerio Público.

BB: ¿Cómo se hacen las denuncias anónimas para que puedan ustedes mandar a alguien a auxiliar a estas personas?

MHGC: Una llamada telefónica, pueden hasta hacerlo por escrito, mandarlo a la Fiscalía, hay una Fiscalía especial por delitos de género en donde se puede presentar la denuncia anónima, exprés, y de inmediato, por supuesto, se tiene que darle seguimiento por oficio.

BB: ¿Qué pasa con las denuncias anónimas?, porque hay violencia y cuando llega la policía de género la mujer dice que es su marido y que no se metan.

MHGC: Muchas veces las mujeres no están reconociendo que hay violencia. Está la línea 911 de atención obligada, para que llegue la Policía Estatal, donde ya tenemos una Policía de Género, que le da atención a una mujer que pueda sentirse en un esquema violencia.

BB: Te han tocado muchos casos de feminicidio, me dices que es importante que las víctimas denuncien en el primer momento que se sienten amenazadas.

MHGC: Desafortunadamente, tenemos 11 municipios en el Estado de México por feminicidios, uno en el Valle de Toluca y 10 en el Valle de México, en donde los niveles de feminicidio, pues han hecho que estén alertas de que todas las instituciones podamos estarnos sumando precisamente para que podamos atender este tipo de agresiones. No solamente es la Secretaría de las Mujeres, es una actividad colegiada con el Poder Judicial, con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con la Fiscalía y ya más allá, con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con la Secretaría de Educación, de manera transversal estamos trabajando precisamente para disminuir y, por supuesto, también con los gobiernos municipales de estos 11 municipios, en donde, desafortunadamente, se han concentrado muchos de los feminicidios que en los últimos años hemos observado.

BB: ¿Qué le dices a las mujeres del Estado de México que están siendo violentadas? Porque denunciar también tiene sus consecuencias, tienes que estar absolutamente segura de que vas a dejar a ese hombre antes de denunciarlo.

MHGC: Yo lo que diría es, primero, hay que tener claridad de que una está siendo víctima de violencia, no solamente es que haya un golpe, es que haya una mala palabra, las violencias luego toman maneras sutiles de poder manifestarse. Están nuestros Centros Naranja y poder empezar a tener atención.

BB: Las mujeres somos las que estamos educando a estos machos, ¿cómo romper el patrón?

MHGC: Yo creo que estamos en un momento de cambio. Las mujeres tenemos una gran responsabilidad, y más allá del discurso que nosotros pudiéramos darle a nuestras hijas y a nuestros hijos, es el ejemplo, si ellas y ellos están creciendo en una familia en donde la violencia es evidente y la mamá no hace nada, esa niña o ese niño va a crecer con ese esquema de que la mamá sea callada, sea humillada, sea violentada. Desafortunadamente, los patrones que son tóxicos se pueden repetir. Hay que romperlos.