Back

El juicio que no empieza

El caso en Estados Unidos contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, será pospuesto nuevamente, se dice que para el próximo mes de enero. El exfuncionario fue detenido en diciembre de 2019 y han pasado dos años y ocho meses.

En un principio la Fiscalía de Nueva York le propuso a García Luna declararse culpable para obtener beneficios en su sentencia. Éste se negó y siempre ha dicho que los cargos que se le imputan son falsos.

Con esto, la Fiscalía ha tenido que armar un caso, que es evidente por la cantidad de tiempo que lleva el proceso con un juicio sin comenzar, que no se tienen las pruebas necesarias en su contra.

El juez Brian Cogan ha dicho que el juicio comenzará hasta el 9 de enero del próximo año. Es el mismo juez que llevó el caso de Joaquín El Chapo Guzmán, y casi toda la evidencia en contra de García Luna es presentada por un testigo, Jesús El Rey Zambada, quien por cierto, y no es un dato menor, fue detenido y extraditado bajo el mando del exsecretario de Seguridad, y hoy busca declarar en contra de él. Dice que le entregó entre 6 y 8 millones de dólares en una maleta a García Luna, algo inverosímil.

¿Imagínese estar en una cárcel de máxima seguridad, sin que se pueda iniciar el juicio porque no se han podido recabar pruebas suficientes para culparlo? Pero además, que quien declare en su contra sea un narcotraficante confeso a quien usted detuvo.

Esta vez la prórroga del caso en contra de García Luna se da porque su defensa debe de estudiar más de un millón de fojas con supuestas acusaciones. Cada vez añaden más posibles pruebas de la Fiscalía para este caso.

Se dice que la Fiscalía cuenta con más de un millón de fojas en las que se incluyen las transcripciones de cuatro mil 900 grabaciones de un testigo. Otras seis mil 100 páginas con declaraciones de testigos del caso y planean entregar otras siete mil 500.

La Fiscalía tiene previsto presentar 15 potenciales testigos de las fuerzas de seguridad y otros dos potenciales testigos, que, según la defensa, sería un informante de la cárcel que se hizo amigo de García Luna, se trata del ruso Ruslán Mirvis, un hombre arrestado en 2017, acusado de explotación sexual de menores de edad: se hacía pasar por un adolescente para conseguir fotografías eróticas. Cuando sus víctimas querían parar, las amenazaba con difundir las imágenes.

Con tal de reducir su condena, aceptó ser informante para la Fiscalía neoyorquina, para ello, se hizo pasar como integrante de la mafia rusa. Sin embargo, el trabajo realizado por Mirvis parece una mala broma, pues de más de 500 horas de grabación que obtuvo, sólo dos minutos han sido aportados como evidencia, la mayoría de las conversaciones son inaudibles. El ruso está detenido en espera de que comience su juicio.

De acuerdo con esas pruebas de dos minutos, García Luna contactó a un hombre, no identificado, para que lo ayudara a matar o amenazar a los testigos que colaboraban con los fiscales, entre ellos Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, uno de los testigos clave en el juicio contra el exfuncionario mexicano.

En el juicio contra Guzmán Loera, El Rey Zambada testificó y señaló directamente a García Luna, a quien, dijo, pagó sobornos en efectivo para que mantuviera protegido al Cártel de Sinaloa.

Lo increíble es que, en un juicio en Estados Unidos, donde utilizan especialistas para abordar las acusaciones, hayan aceptado los dichos de El Rey Zambada, de entregar dólares en efectivo dentro de una maleta a García Luna.

En el limbo

Si usted busca en Google a cuánto equivale un millón de dólares en efectivo, podrá dimensionar lo imposible que significa ese supuesto encuentro en un hotel de la Ciudad de México, que describió el narcotraficante y donde vio al entonces secretario de Seguridad. Porque una maleta o dos nos son suficientes para transportar los millones de dólares que, aseguró, entregó a García Luna.

Ante el jurado en Brooklyn, Zambada asegura que hizo al menos dos pagos para garantizar la protección de su hermano, El Mayo, y evitar que fuera detenido. Según la versión de Zambada, el primer soborno fue entregado en un restaurante en 2005 y ascendía a tres millones de dólares.

Dice que el primer soborno se dio cuando García Luna dirigía la ahora extinta Agencia Federal de Investigaciones, y el segundo osciló entre tres y cinco millones de dólares y se produjo en 2007, cuando García Luna ya era secretario de Seguridad Pública.

Se estima que un millón de dólares, representados en 100 fajos de 100 billetes de

100 dólares, tiene un peso de 10 kilos; es decir, cada papel pesa un gramo, aproximadamente, de acuerdo con información de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo.

Un hombre acusado de pedofilia y narcotraficantes presos en Estados Unidos, son los testigos claves en contra de García Luna.

En enero de 2020, el exfuncionario se declaró no culpable de los tres cargos que le imputa la justicia estadounidense, asociación delictiva para distribuir cocaína de 2006 a 2012, participación en una empresa criminal y mentir a las autoridades.

Desde el 7 de diciembre de 2020, México solicitó a Estados Unidos la extradición de Genaro García Luna.

Hoy, el exsecretario está en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, mientras se sostiene que no se declara culpable y está en espera de su juicio