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Los acuerdos con la mafia

 

La escena es mucho más elegante y sofisticada, aunque podría haber sucedido en el Palacio de Gobierno de Chilpancingo. Se dio en el Palacio del Quirinale, donde reside el presidente de Italia, el muy respetable Giorgio Napolitano.

Ahí se dio un careo, un interrogatorio, entre el presidente, los fiscales y los abogados defensores de Toto Riina, el máximo jefe de la mafia hoy detenido, respecto a un acuerdo que se habría dado entre el Estado italiano y los líderes de la mafia entre fines de los 80 y principios de los 90 para que los delincuentes concluyeran con los atentados que acabaron con la vida de muchos italianos, incluyendo el fiscal Giovanni Falcone, a cambio de mejoras en las condiciones carcelarias. Incluso algunos aseguran que se consideraba en el acuerdo aligerar la persecución para que sus recursos transitaran hacia negocios “legales”.

Giorgio Napolitano está llamado a declarar por una carta que un mes antes de morir de un infarto, en julio de 2012, le escribió Loris D’Ambrosio, un ex asesor jurídico del Quirinale que estaba siendo investigado por unas intercepciones telefónicas en temas relacionados con la mafia.

En uno de los pasajes de la carta el propio D’Ambrosio le dice a Napolitano que estaba temeroso de haber sido utilizado como un “útil escribano” de “acuerdos que no se pueden contar” y que habrían tenido lugar entre 1989 y 1993, cuando había trabajado en el Ministerio de Justicia, en estrecha colaboración precisamente con el fiscal Falcone.

Los actuales fiscales del proceso antimafia, así como el abogado de Toto Riina, le preguntaron a Napolitano, un respetado ex comunista, nonagenario, con toda su vida en la política italiana, sobre qué le quería decir D’Ambrosio en esa carta, cuáles eran esos acuerdos que no se pueden contar. Pero además quieren saber sobre unos documentos que hasta ahora no se conocían.

Se trata de una nota redactada por los servicios secretos italianos en el verano de 1993 en la que se advertía de la posibilidad de que se cometiera un atentado contra el entonces presidente de la Cámara de los Diputados, el propio Giorgio Napolitano.

Se trata de un documento oficial, en el que los servicios secretos colocan ese posible atentado en el contexto de la trattativa, de los acuerdos que se estaban realizando con los mafiosos, acuerdos en los cuales Napolitano no participaba, no estaba de acuerdo y por ende lo querían eliminar.

En estos días en que en México todos se deslindan de todos, en que nadie reconoce nada, no deja de ser terapéutico que en algún lugar del mundo se reconozcan errores y además se quiera investigar sobre ellos y repararlos.

bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso