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México, entre China y Estados Unidos

A principios del mes de abril, el Presidente Andrés Manuel López Obrador mandó una carta al gobierno de China, de Xi Jinping, solicitando que “por razones humanitarias” pedía apoyo para controlar los envíos de fentanilo a nuestro país.

Esto tensó la relación bilateral, ya que no contestó el presidente de China, sino Mao Ning, portavoz del ministro chino de Asuntos Exteriores. Dijo que “no existe el tráfico ilegal de fentanilo” entre ambos países. La realidad es que no es fentanilo lo que se trafica de China, sino los precursores con los que se hace la droga.

El pasado 5 de mayo, el almirante Rafael Ojeda, titular de la Secretaría de Marina, confirmó la incautación de un cargamento en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, procedente de China.

Se trataba de 600 bultos con rastros de fentanilo y metanfetaminas, camuflados en un envío de lo que parecía “resina de combustibles”, cada bulto tenía un peso de 34 a 35 kilos.

Según los reportes, la droga fue empaquetada en Qingdao y luego llevada a la ciudad portuaria de Busan, donde salió a altamar, pasando por Corea del Sur, hasta llegar a las costas mexicanas.

Para el Gobierno mexicano este cargamento es la prueba que necesitaba para insistir al gobierno de China, que brinde apoyo con la finalidad de evitar que sigan llegando precursores químicos ilegales desde el país asiático hacia México, para fabricar fentanilo.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que enviará una nueva carta a su homólogo Xi Jinping, una vez que se tengan los resultados de todos los análisis de la sustancia encontrada en el cargamento.

Estados Unidos ha estado exigiéndole al Gobierno mexicano que controle el tráfico ilegal de fentanilo a su país, y aseguran que esa droga es producida principalmente por el Cártel de Sinaloa y, según la DEA, los narcotraficantes mexicanos trabajan en conjunto con las mafias chinas.

Lo cierto es que estas cartas al gobierno de China se hacen por presiones de congresistas estadounidenses, quienes han estado enviando mensajes a México y responsabilizando a nuestro país de no controlar el tráfico de fentanilo, lo cual ha provocado más de cien mil muertos al año en ese país.

Desde hace unos años, el Gobierno mexicano tiene una mayor simpatía con Rusia, Cuba y China, y eso tiene preocupado a Estados Unidos.

Por ejemplo, los tratos en telecomunicaciones entre México y China. Un ejemplo es que en 2020 se anunció la concesión por un periodo de 30 años a la empresa china Unicom.

Hay una guerra tecnológica en la que el país asiático busca sacar ventaja a EU, debido a que las superpotencias luchan por dominar las tecnologías avanzadas que podrían determinar la supremacía económica y militar en las próximas décadas.

¿Lazos con el país asiático pone nervioso al del norte?
Para Estados Unidos existe un riesgo enorme de que pudiera surgir un ataque cibernético a su país, proveniente de México. Por eso no están de acuerdo en que empresas chinas instalen redes de telecomunicaciones.

Uno de los acuerdos del diálogo económico de alto nivel entre México y Estados Unidos es precisamente el de ciberseguridad. Destaca que haya limitación por parte de empresas chinas que inviertan en la zona norte fronteriza de México, precisamente para salvaguardar la ciberseguridad de la Unión Americana.

Y es que México es blanco de las actividades cibernéticas ilegales, incluso encabeza la lista con el mayor número de ciberataques en Latinoamérica. Para Estados Unidos, la ubicación de México es estratégica por la cercanía con su país, y todo esto se da en medio de una guerra comercial entre China y Estados Unidos. Y México ha aumentado el comercio con China, lo cual ha sido una afrenta al gobierno de Estados Unidos.

Por ejemplo, China ha hecho una donación de autobuses eléctricos, ha vendido otros al Gobierno de la Ciudad de México. Se trata de una red de autobuses de tecnología limpia, nueva.

La otra es la modernización de la Línea 1 del Metro de la capital mexicana. Hay inversión china en el sur del país, esto es, en industrias limpias, la industria eólica y en cooperación tecnológica, así como inversión financiera para la construcción de la refinería Dos Bocas.

De acuerdo con datos del Banco de México, en los últimos 10 años el país asiático ha ganado terreno en la participación de mercancías importadas a México, al pasar de 15.3 a 19.7 por ciento.

Actualmente, desde China, México importa principalmente teléfonos, dispositivos de cristal líquido, computadoras, circuitos electrónicos integrados, partes para computadoras, autopartes, partes para televisores y circuitos impresos. Mientras que Estados Unidos disminuyó su participación al pasar de 49.9 a 43.9%. pese al Tratado de Libre Comercio T-MEC.

Desde EU, llega a México gasolina, gas, autopartes, maíz, polímeros, aparatos eléctricos, autos y artículos de plástico, instrumentos y aparatos de uso médico, soya y artículos de hierro y acero.

Desde el 2015, el gobierno asiático ha lanzado una iniciativa con miras al 2025, en el que el mundo pueda leer en cada producto que compre la leyenda: “Hecho en China” con lo que busca impulsar a su sector manufacturero y muestra de ello se refleja en el intercambio comercial con nuestro país.

Y mientras el Gobierno de México busca una cercanía con China, también está la presión de Estados Unidos para que desde nuestro país se controle el tráfico de drogas y que México no apoye a China en la guerra comercial que tienen.

Por lo pronto, México es el principal socio comercial de Estados Unidos, se estima que en ese país hay casi 40 millones de mexicanos y las remesas que estos mexicanos envían a nuestro país representan casi 60 mil millones de dólares, un récord que se ha venido rompiendo cada año.

Y en este contexto, el Gobierno mexicano ha enviado las cartas al gobierno de China, pero escritas de manera muy sutil para no entrar en conflicto con el país asiático.