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Rosario y la rueda de la fortuna

Rosario Robles quedó absuelta, de manera definitiva, el pasado 24 de febrero, del delito que la mantuvo en prisión. El ilícito por el cual estuvo en el reclusorio, el de omisión, no ameritaba el encierro, pero de manera dolosa y con pruebas falsas fue enviada a Santa Martha Acatitla.

Es por lo menos sospechoso que una mujer que tuvo serias confrontaciones con el Presidente de la República desde muchos años atrás, haya acabado encerrada durante tres años en prisión con pruebas falsas.

La justicia llegó para Rosario, declarada inocente de las acusaciones, como lo determinó un juez, que se asombró que no se haya castigado a quien presentó una prueba falsa para encarcelarla y lamentó  que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no haya actuado en lo que ella califica como “un abuso de poder”.

Fueron casi tres años los que pasó Robles Berlanga en el reclusorio. Tres años en la cárcel, acusada de un delito que no ameritaba permanecer tras las rejas, que nunca se le comprobó y por el que nadie más fue detenido: la llamada Estafa Maestra, en la que se denunció  un esquema de desvío de recursos con la participación de varios funcionarios y servidores públicos, personal de universidades públicas y personas físicas que tenían empresas fantasma. Una trama que tampoco la FGR pudo establecer con claridad cómo supuestamente funcionaba.

No se pudo comprobar el enriquecimiento de Robles con la Estafa Maestra, pero sí estuvo detenida y sufrió una campaña de desprestigio. Para muchos, hoy Robles es la ratera de la Estafa Maestra, una acusación que no se probó, pero si la difamó.

Después de tratarla de involucrar en ese presunto desfalco, la FGR sólo la pudo acusar de ser omisa y de permitir con su omisión un quebranto de más de cinco mil millones de pesos al erario federal. Pero de la misma forma en que la trama no terminó de ser comprobada por la FGR, como tampoco la mayoría de sus integrantes, a Robles nunca se le encontró un solo peso de ese dinero. Eso sí, Emilio Zebadúa, quien fungió como oficial mayor de Robles y quien firmaba todo lo relacionado con el dinero, se convirtió en testigo protegido para declarar contra ella.

Para Rosario Robles este caso ha quedado atrás, pero no olvidado, primero porque este domingo 16 de julio, la extitular de Sedesol y Sedatu y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer un video en donde narra lo que ella llama como “el momento más oscuro” de México de la historia reciente del país. Es el adelanto de una serie que saldrá a principios del 2024 narrando su historia.

Por ahora dice que no hablará de sus aspiraciones políticas porque todavía no estamos en épocas electorales y asegura que se viola la ley si se adelantan los procesos.

Han quedado ya eliminadas las medidas cautelares en su contra, que incluían ir al reclusorio de forma quincenal para firmar y la restricción de salir del país, lo que le permitió obtener su libertad de forma plena.

Fueron años de lucha luego de que el 13 de agosto de 2019 acudió a los juzgados del Reclusorio Sur y el juez de Control, Jesús Delgadillo Padierna, le dicto formal prisión, señalada por el delito de ejercicio indebido del servicio público.

Ella se presentó voluntariamente en esa ocasión, pero no volvió a su casa, junto a su familia. Tras una larga audiencia su destino fue el penal de Santa Martha Acatitla, donde comenzó una batalla legal para buscar su libertad.

Vuelve a girar

Paradójicamente, el juez que la sentenció es sobrino de Dolores Padierna y René Bejarano, adversarios políticos de Robles.

Para agosto del 2022 y tras varias audiencias, finalmente  Rosario Robles salió del Centro Femenil de Reinserción Social. El juez Ganther Alejandro Villar Ceballos determinó modificar la medida cautelar de prisión preventiva a presentación periódica ante la autoridad judicial.

En paralelo a esta acusación, la FGR acusaba a la exfuncionaria de delincuencia organizada y lavado de dinero, por ello, los abogados de Robles iniciaron la defensa contra estos delitos a través de amparos y en mayo de este año, un juez también ordenó que fueran retiradas las órdenes de aprehensión en su contra.

La Secretaría de la Función Pública también la había inhabilitado diez años por una cuenta de nómina de dos mil pesos que, supuestamente, no declaró y que nunca tuvo ningún movimiento, pero apeló en diversas instancias, como la Suprema Corte, y ganó.

Recuerda que nunca le quitaron sus derechos políticos, debido a que tuvo la categoría de “presunción de inocencia”, pues asegura que siempre fue inocente y estuvo en la cárcel como inocente, por lo que siempre tuvo vigentes sus derechos políticos.

Ahora Robles, en el afán de limpiar su nombre, que fue dañado severamente con esas acusaciones, ha iniciado lo que llama “la Ruta por la Libertad”, dice que en agradecimiento a las personas que le abrieron las puertas a su hija, Mariana, en varias partes del país, cuando ella estuvo en la cárcel y exigía que fuera liberada.

En el estado de Guerrero, declaró: “Me veo en la oposición, no me veo en el espacio de los que me metieron a la cárcel injustamente, en qué nivel, en qué papel, en qué ámbito, no es algo que haya decidido, ni algo que pudiera yo comentar en este momento”.

Hoy a esa gira se suma sus aspiraciones de regresar a la vida política, a la cual incursionó a muy temprana edad. Una vida política que ha tenido épocas muy altas y otras muy bajas. Ha sido la primera jefa de Gobierno de la Ciudad de México, cuando fue interina en la administración de Cuauhtémoc Cárdenas; fue presidenta nacional del PRD y funcionaria de Peña Nieto, ha estado en la cárcel por motivos políticos y al inicio de su carrera fue dirigente universitaria y sindical de izquierda.

Veremos en los próximos meses si Robles Berlanga logra trabajar con éxito su regreso. Han sido golpes muy fuertes  para ella en lo personal, económico y político.

La política es una rueda de la fortuna, a veces se está arriba, otras abajo, pero  nunca hay que despreciar, ni subestimar a nadie porque esa rueda suele volver a girar.