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California plagada de fentanilo

California es azotada por la crisis de fentanilo que se expande como una epidemia por todo Estados Unidos.

En San Diego esta crisis por consumo de fentanilo es terrible, es la principal causa de muertes en personas de 18 a 48 años de edad. San Diego es una de las principales rutas de ingreso de esa droga a los Estados Unidos.

Los informes forenses en esta ciudad explican que los accidentes relacionados con drogas y alcohol han incrementado en un 139 por ciento. Muchas de estas pérdidas están relacionadas con el consumo de fentanilo.

Para el 2021, el fentanilo se convirtió en el responsable del 62 por ciento de las muertes por sobredosis en adultos. En niños y bebés la cifra es aún más alarmante. Según informes del hospital infantil Randy, las muertes por fentanilo en bebés y niños menores de 5 años han incrementado 1,600 por ciento en los últimos 4 años. Muchos de estos niños han consumido esta droga por equivocación, porque sus padres la han dejado a su alcance y la han ingerido.

Las autoridades de San Diego han puesto en marcha un plan de emergencia para poder disminuir las muertes por esta droga, incluso en el Condado de California se han colocado algunas máquinas expendedoras y la estrategia es ampliar el número de ellas, para poder suministrar de manera gratuita naloxona.

La naloxona es una medicina que revierte rápidamente una sobredosis de opioides, el fentanilo es una de estas sustancias. La naloxona bloquea los efectos de los opioides y ayuda a restablecer en 2 o 3 minutos la respiración normal de una persona que haya consumido estas sustancias.

La primera máquina expendedora se colocó en el Centro Regional de Recuperación de McAlister South Bay en Chula Vista. Chula Vista está muy cerca de Tijuana, otra ciudad, pero en México, que enfrenta una crisis enorme por el consumo de fentanilo.

Hasta abril de este año, San Diego, California, es la ruta más utilizada para el tráfico de fentanilo desde México. Aquí se han realizado el mayor número de incautaciones por fentanilo, pero hay otros estados como Arizona.

Casi 63% de todo lo decomisado en la frontera del suroeste, en 2020, fueron cargamentos de fentanilo. Ha sido un buen trabajo de las autoridades de California, porque detectar fentanilo es muy difícil porque no tiene olor y esto hace que sea muy difícil de detectar.

Pero además mucho del fentanilo entra con ciudadanos estadounidenses, que en un principio hacía que fuera más difícil de detectar.  Esto lo dio a conocer el Departamento de Seguridad Nacional.

Con el uso de nuevas tecnologías en los puertos de entrada a San Diego se han logrado muchos decomisos, y hoy los narcotraficantes buscan alternativas como la frontera en Arizona. Hay que tener cuidado, porque en Arizona se les puede convertir en un problema de salud pública el consumo de fentanilo.

Los cárteles mexicanos están empezando a concentrar su mercancía desde Sonora hacia Tucson, pero la situación en California es crítica. Son cientos los muertos, sobre todo del lado mexicano de la frontera en Tijuana, Baja California, donde a partir de 2020, los fabricantes de fentanilo comenzaron a usar a los indigentes como experimento para ver el gramaje de fentanilo que utilizarían para sus consumidores en Estados Unidos.

Pero no sólo es San Diego, todo el estado de California está en crisis por el consumo de fentanilo.

El Departamento de Salud de California informó que tan sólo en el 2021 se reportaron seis mil 843 muertes por sobredosis, de las cuales cinco mil 722 fueron por consumo de fentanilo. Autoridades estatales han detectado que entre 2017 y 2021 las muertes por sobredosis crecieron 200%, principalmente entre afroamericanos y latinos.

Mientras que, en Los Ángeles, el Departamento de Salud Pública detalló que entre abril de 2020 y marzo de 2021 más de dos mil personas en situación de calle murieron, un aumento del 56% respecto al mismo periodo de un año previo.

Este opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte y adictivo que la heroína ha convertido a muchos de sus consumidores en personas sin hogar.

Por ejemplo, en Los Ángeles, en el 2019, la Autoridad de Servicios para Indigentes de esa ciudad realizó un informe en el que detectó que una cuarta parte de todos los adultos sin hogar, que viven en las calles, padecían una enfermedad mental, mientras que otro 14% sufría trastornos por consumo de sustancias.

En algunas partes de la ciudad se ve a los adictos en un estado de “zombies”, sin que puedan recibir atención, en muchos casos debido a que el número de consumidores supera a los policías y a los empleados de salud.

El fin de semana pasado, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que aumentó el despliegue de miembros del servicio de la Guardia Nacional a un 50%, al pasar de 40 a 60 soldados en los cuatro puertos de entrada entre Estados Unidos y México, para apoyar la detección de drogas ilícitas, incluido el fentanilo.

Otro ejemplo es lo que pasa en San Francisco, California. En un barrio de esa ciudad llamado Tenderloin, se puede observar a personas traficando, consumiendo o entrando en crisis por sobredosis de fentanilo.

A finales de agosto, 18 personas indigentes murieron tras consumir fentanilo, sin que hubiera servicios de emergencia que pudieran ayudarlos.

Esto provocó una limpia de una de las calles principales, sólo para ocultar la verdadera crisis de salud que atraviesa esa ciudad, así como todo el estado de California.

Mientras que en julio pasado se dio a conocer que 18 personas murieron de forma accidental por consumir la misma droga, creyendo que se trataba de cocaína mezclada con otras drogas. Y es que los narcotraficantes mezclan en cualquier otra droga fentanilo para hacerlas mucho más adictivas.

Las autoridades de San Francisco aseguran que el fentanilo se empezó a mezclar con otras drogas, y que ahora los consumidores prefieren sólo comprar fentanilo sin importar su letalidad, porque es mucho más barato que la cocaína y la heroína.

En California hay llamadas zonas de tolerancia para consumidores de fentanilo y otros opioides, estos lugares se han convertido en refugios para quienes no tienen una casa y son adictos. Son personas que están solas, en las calles, han perdido la voluntad y difícilmente se podrán recuperar.

Desde hace varios años Estados Unidos pasa por una severa crisis sanitaria de consumo de fentanilo, pero el estado de California es hasta ahora el que tiene una de las crisis de salud más grave.

Tan sólo en California se han destinado mil millones de dólares para contrarrestar los problemas de salud por sobredosis, eso incluye la distribución de naloxona.

El uso del fentanilo es una crisis que costará mucho trabajo controlar.