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Los meses posteriores a la elección

Estamos a dos semanas de las elecciones y cada día se acrecienta la polarización y la violencia en el país. 

Hemos visto una violencia inaudita en estas elecciones. Cientos de aspirantes a puestos de elección popular se han bajado de la contienda por amenazas, en Chiapas en cuatro días ha habido por lo menos 16 personas asesinadas que están relacionadas con el proceso electoral. Tan sólo en ese estado hay más de 515 candidatos locales que han renunciado por amenazas.

Hace unas semanas escribíamos en estas páginas cómo en un solo día se dieron de baja en Zacatecas 217 candidatos, en su mayoría mujeres y principalmente de Morena, PRI y Movimiento Ciudadano.  La mayoría aseguró que dejaban la contienda por motivos personales, solamente en un caso, una de ellas aseguró que sufrió violencia de género.

El proceso electoral ha registrado un aumento del 67% de las agresiones contra políticos, sólo entre marzo y abril.

Estas amenazas cumplidas también se están dando en la Ciudad de México, con el atentado a la candidata Alessandra Rojo de la Vega, de la alianza PAN, PRI y PRD, que contiende por la alcaldía Cuauhtémoc de la CDMX.

El atentado se dirigió directamente a ella. El coche en el que viajaba recibió 6 impactos de bala, tanto en la carrocería como en los cristales.

Ella asegura que le tendieron una trampa, que le pidieron que ayudara a una mujer en un acto en el que estaba y que encabezó en la colonia Peralvillo.Ahí le dieron un papel en donde la citaron de manera urgente en un lugar, y cuando llegó a la dirección, le dispararon.

Por su parte, en redes sociales ahora la revictimizan y le dicen que se trató de un autoatentado.

Todo esto se da en medio de una confrontación política muy fuerte. En donde desde la mañanera el Presidente de la República arremete contra sus contrarios. El Presidente asegura que los que no lo apoyan son unos “traidores a la patria”. Cuando se le preguntó la semana pasada si izaría la bandera el día de la marcha de oposición en el Zócalo Capitalino dijo:

“La bandera es de todos, hasta de los traidores a la patria”. Y lo reitero “también para los del bloque conservador que están dale y dale y dale que les quitamos la bandera, no, no, no, la bandera es de todos, hasta de los traidores a la patria, es nuestra bandera, es la bandera de todos los mexicanos”.

Podría pensarse que en las campañas electorales siempre se tiende a atacar a los contrincantes, pero ahora hemos vivido esa polarización manejada desde Palacio Nacional.

El Presidente López Obrador ha logrado entre sus seguidores que le tengan fe absoluta, sus seguidores no se cuestionan, pero si él dice estar en contra de alguien, algún espontáneo puede realizar algún tipo de atentado para sentirse leal con su líder.

No estoy diciendo que desde el poder se manden a realizar este tipo de actos de violencia, pero al expresarse como lo hace el Presidente, siempre hay “alguien” que cree que es correcto.

Lo vimos el domingo en la marcha que se llevó a cabo, parte del Zócalo Capitalino estaba tomado por algunos que se dicen simpatizantes de la CNTE. Evidentemente estaban ahí para provocar a los manifestantes y que se iniciara un conflicto.

Otros llegaron también de espontáneos a tratar de increpar a los manifestantes. En los debates presidenciales se acusan de todo y se descalifican entre los candidatos.

 Durante el tercer y último debate presidencial, celebrado este domingo, la candidata opositora Xóchitl Gálvez lanzó una grave acusación contra Mario Delgado, dirigente nacional del partido Movimiento Regeneración Nacional.

Mientras Claudia Sheinbaum le dice a Gálvez que el PAN tiene a más funcionarios prófugos que en funciones.

Pero les tengo una muy mala noticia, esta polarización no se va a acabar el próximo 2 de junio cuando los mexicanos acudan a las urnas. Sin duda podemos esperar que los últimos meses de Andrés Manuel López Obrador sean los de mayor polarización y confrontación. Cuatro meses en que nos alarmamos con la forma de atacar desde el poder a la analista María Amparo Casar, quien ha sido denunciada penalmente junto con sus hijos por cobrar una pensión de viudez, podríamos ver ataques similares en contra de los llamados adversarios.

Pero, si no se gana por un amplio margen la elección presidencial y las gubernaturas de nueve estados, se podrían ir a los tribunales para tratar de anular las distintas elecciones.

Las encuestas no son definitivas y hay estados donde parece ser se están cerrando las preferencias electorales. En todas las elecciones donde hay poco margen de diferencia en el triunfo, muy probablemente haya conflictos postelectorales. Está el ejemplo de la Ciudad de México, Morelos, Veracruz, Yucatán, Jalisco y Guanajuato.

Son muchos los factores que están en juego en esta elección. También ha tenido y tendrá una fuerte presencia el crimen organizado. Para ellos es fundamental poder garantizar alianzas políticas en lugares estratégicos para sus negocios. Y luego está la disputa entre distintos grupos criminales por el control de ciertos territorios. Esto va a generar más violencia.

Las cifras de la violencia que alarmaron en los comicios del 2018, cuando se dieron 48 asesinatos relacionados con las elecciones, según un informe de la organización Laboratorio Electoral, se han superado con creces en este 2024, y todavía falta la etapa más crítica de esta campaña, que es la final.

Pero esta violencia también es una estrategia para que la gente no salga a votar.

Recuerde, vote por quien quiera, pero vote, usted tiene que definir su futuro y el de su familia.