2024, con ciclones y huracanes más intensos
Ha comenzado la temporada de lluvias y huracanes y, como le decíamos hace apenas unos meses, cuando estuvimos en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, el 2024 será el año con los fenómenos naturales de este tipo más intensos desde que se tienen mediciones y mucho tiene que ver con el cambio climático.
Los océanos están con temperaturas más altas que las cotidianas, y eso hace que una tormenta incremente de intensidad para convertirse en ciclón o huracán mucho más rápido.
Justo es lo que sucedió durante el huracán Otis, que empezó siendo una tormenta tropical y pasó a huracán nivel 5 en tan sólo unas pocas horas.
Las autoridades no previeron que el fenómeno se intensificara tan rápido y creciera tan rápido en fuerza. Tras esta terrible experiencia, ahora se han tomado medidas mucho más drásticas para cuidar a la población. Para empezar, se ha difundido ampliamente la llegada de Alberto, el primer ciclón tropical de la temporada que podría intensificarse.
Ya se han evacuado zonas enteras y en algunos lugares del país se han suspendido clases y otras actividades. Y es que el primer ciclón de la temporada en México entró por Yucatán y su trayectoria continúa hacia Tamaulipas. Ya hay intensas lluvias e inundaciones en 12 de 32 estados del país.
En Chetumal, capital de Quintana Roo, el domingo pasado decenas de personas lo perdieron todo ante el colapso del drenaje luego de una lluvia atípica. Hasta el momento mil 500 personas tuvieron que ser desalojadas. Un drenaje por cierto muy precario, que nunca se construyó desde la fundación de la ciudad.
Lo que sucedió en el Pacífico mexicano es lo que está ocurriendo en este momento en el océano Atlántico, que es que el sobrecalentamiento de sus aguas y esto genera ciclones, tormentas y huracanes de mucha mayor intensidad.
Según el pronóstico, será una temporada “extremadamente activa”. En el Atlántico se prevén 23 tormentas con nombres, incluyendo 11 huracanes, cinco de los cuales serán potentes.
En el Pacífico, la temporada de huracanes comenzó el 15 de mayo y se espera que haya entre 8 y 9 tormentas tropicales y de 7 a 9 huracanes, tres de ellos serían de una categoría superior a 3.
El aumento de la temperatura de los océanos está asociado a la quema de combustibles fósiles, como carbón, gas y petróleo. Las emisiones contaminantes son las causantes de que los océanos se calienten.
El doctor Francisco Estrada Porrúa, investigador titular B en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, nos explicó por qué vienen tormentas y huracanes con mucha mayor fuerza y que pueden generar daños enormes.
“El aumento en el calor de los océanos está despertando preocupaciones de que este 2024 sea otra temporada de huracanes hiperactiva en el Atlántico. Siete de las últimas ocho temporadas han sido superiores a lo normal, y ahora el clima ha incrementado aún más.
“Lo que pasó con Otis es un fenómeno que se llama ‘intensificación rápida’, y esto tiene que ver con qué tan caliente está el océano. No es la única vez que ha ocurrido en la historia, pero digamos, no se esperaba que ocurriera ahorita, no estábamos preparados para esto. Lo que vemos es que, por ejemplo, ahorita, con estas temperaturas promedio tan elevadas, por decirte una cosa, llevamos un año rompiendo los récords de la temperatura en la superficie del océano a nivel del planeta, un año sin que hayamos caído por abajo, hemos estado desde hace más de 365 días por arriba, eso no lo hemos visto antes.
“Este año vamos a estar pasando a condiciones neutras después del fenómeno de El Niño y luego La Niña, y además de eso, ahorita todo el Atlántico está más caliente como nunca lo hemos registrado en la vida, entonces, cuanto más calor haya en el océano hay más huracanes como una máquina de vapor. Cuanto más calor le das, más energía vamos a tener, y eso es lo que todos los centros de pronóstico nos están diciendo ahora, vamos a tener más huracanes, tanto del lado del Atlántico como del Pacífico, y la intensidad de estos huracanes va a ser mayor que la que normalmente vemos”.
Tras las experiencias que hemos vivido, por ejemplo, en el caso de Otis, hace apenas 8 meses, hay que tomar precauciones extremas. Y es que en el caso del huracán, la fuerza del fenómeno natural se intensificó muy rápido a categoría 5, en muy pocas horas. En un principio se pensó que sería un ciclón o una tormenta tropical. Nunca en la historia de Guerrero se había vivido un huracán de esta magnitud.
El mismo especialista de la UNAM asegura que tenemos que estar preparados para este tipo de fenómenos de cada vez mayor fuerza.
“Son condiciones de cambio climático, que hay muchas cosas que todavía no entendemos. ¿Por qué ocurrió de esta manera?, ¿cómo se expresó esta intensificación?, tenemos que estar mucho más reactivos. Si se pronostica un huracán Categoría 2, se puede convertir en 5 en pocas horas. Tenemos también por temperaturas extremas, como las que estamos viviendo y por precipitaciones extremas, y un estudio que hicimos recientemente, el año pasado, nos muestra que las probabilidades de ocurrencia de estos fenómenos extremos, de temperaturas muy altas, y de precipitaciones extremas, no es que hayan aumentado un poquito, las probabilidades se han multiplicado por cinco, o sea, son cinco veces más probables, en el caso de las temperaturas, y tres, en el caso de las precipitaciones”.
Y es que pocos están conscientes de que el cambio climático está generando graves estragos, y este tipo de fenómenos traen consigo grandes pérdidas, desde lo económico hasta humanas.
Los daños en viviendas, turismo, trabajo pueden ser muchos. Hay que trabajar para estar prevenidos y mitigar estos cambios de temperaturas.
La temporada de ciclones, tormentas y huracanes apenas comienza. Los estragos de Alberto, este ciclón tropical que puede intensificarse en cualquier momento, ya se están viviendo.
¿Cómo estar preparados para enfrentar un fenómeno climatológico?
- Hay que monitorear la información sobre el desarrollo de la tormenta. Tener un radio de pilas y un celular cargado.
- Hay que saber dónde están nuestros seres queridos y tener un punto de reunión en caso de que se pierdan las comunicaciones.
- Desconectar todos los aparatos y el interruptor de energía eléctrica.
- Cerrar las llaves de paso de gas y agua.
- Tener lámparas de pilas.
- Tener localizados los albergues, por si se tiene que trasladar a uno de ellos.
- Contar con víveres y agua suficiente para por lo menos tres días.
- Si tiene mascotas, tener suficiente alimento.
- Guardar documentos importantes en un sobre de plástico.
- Tener una mochila con todo lo necesario, incluyendo medicamentos.