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Dura, la vida para una madre

De los más de 35 millones de hogares en México, 11 millones y medio son sostenidos económicamente por mujeres. Esta cifra ha aumentado casi 10 por ciento desde el 2010, según datos del Censo de Población y Vivienda.

La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo muy desigual en nuestro país.

Un hombre gana en promedio 34.2 por ciento más que una mujer por el mismo trabajo. Y esto es en el mejor de los casos, porque es mucho más difícil para una mujer poder tener acceso a los puestos laborales que más pagan.

Si estamos hablando de los millones de hogares que son sostenidos únicamente por mujeres en México, hay que agregar una problemática que pocos están viendo en las políticas públicas de este país de manera integral.

Entrando al climaterio, para una mujer conservar su trabajo es mucho más complicado. Los síntomas que sufren cuando no hay un acompañamiento médico son muy fuertes.

En México, 66 por ciento de las mujeres está en esta edad, de ellas casi 50 por ciento termina por abandonar su trabajo o son despedidas, a diferencia de los hombres, que esta cifra se reduce a 20 por ciento entre los 45 y 54 años.

Otro dato que es alarmante, el mayor número de suicidios, si bien en la adolescencia es más alto en hombres, la incidencia de mujeres que se quita la vida es entre los 45 y 55 años.

A esto sumemos que algunas mujeres que están en edad de trabajar para mantener, muchas solas, sus hogares, atraviesan por problemas de depresión. Y coincide con que muchas tienen hijos adolescentes a quienes aún tienen que cuidar y guiar.

En un México, además, donde las adicciones van en aumento principalmente en adolescentes, y el crimen organizado esta al acecho de jóvenes para integrarlos a sus filas, aprovechándose de la precaria situación económica que hay en muchos hogares. Las madres tienen que estar no solamente pensando en cómo se van a sentir bien para continuar con una vida productiva que les permita mantener a sus hijos, sino que también es una etapa, que, aunque parezca que sus retoños ya crecieron, aun necesitan mucha guía para no caer en malos pasos.

Existen diversos programas sociales para las mujeres a nivel federal y estatal, pero la realidad es que sólo dar dinero no beneficia a la larga a la comunidad. Sirve y de mucho, pero se tiene que dar con otros apoyos. Se tiene que trabajar de manera interdisciplinaria con las mujeres.

México es un país donde la violencia intrafamiliar también ha crecido, del total de las mujeres a partir de los 15 años, por lo menos 70 por ciento ha experimentado un incidente de violencia, ya sea física, sexual, económica o psicológica. Solamente una mujer que se siente fortalecida pone un alto a la violencia.

A nivel federal existen programas sociales de los cuales apoyan a las mujeres, por ejemplo, está el “Programa para el Bienestar de las Niñas y Niños de Madres Trabajadoras”.

Muchos reparten dinero, por ejemplo, el Gobierno federal otorga mil 600 pesos de forma bimestral y se eleva a tres mil 600 pesos si se trata de menores con discapacidad.

El otro programa es la “Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores”, con la que se da seis mil pesos bimestrales a mujeres y hombres que tienen 65 años en adelante. Esta entrega de recursos es universal y está elevada a rango constitucional.

A nivel estatal, cada una de las 32 entidades ha puesto en marcha sus propios programas sociales para brindar asistencia a la mujer.

En el caso de la Ciudad de México, actualmente operan siete programas sociales para las mujeres, del cual destaca “Red de Mujeres para el Bienestar” con el que se dan recursos por siete mil 500 pesos, y tiene como finalidad promover los derechos de las chicas que viven en las colonias con mayor índice de violencia familiar.

En el Estado de México existen, por ejemplo, “Mujeres con Bienestar”, con un apoyo de dos mil 500 pesos bimestrales para las jóvenes que viven en situación de pobreza.

Mientras que “Alimentación para el Bienestar” da acceso de alimentos a las mujeres de 55 a 64 años. En este caso, de forma bimestral se hace la entrega de la canasta alimentaria.

El gobierno de Quintana Roo cuenta con “Mujer Es Poder”, dirigido para mujeres de 18 a 55 años residentes del estado y que viven en zonas de pobreza o extrema pobreza.

Lo mismo ocurrió en Michoacán, donde hace dos semanas, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla indicó que elevará a rango constitucional universal el apoyo económico mensual a mujeres con cáncer de mama o cervicouterino en el estado, que actualmente protege a mil 850 mujeres entre 18 y 64 años de edad.

Guanajuato cuenta con “Mujer Es Grandeza” que da un apoyo económico de 12 mil pesos al año; es decir, mil pesos mensuales y es a través de la tarjeta rosa.

Y Nuevo León con un programa social para mujeres en el que se entrega 500 pesos mensuales y se otorga asesoría financiera para impulsar su desarrollo de forma que en algún momento pueda evitar la dependencia de la ayuda social.

Uno de los estados en donde las mujeres tienen una problemática social enorme es en Guerrero. Los índices de violencia intrafamiliar son muy altos, y las mujeres que en muchos casos son pilares para su familia necesitan apoyo para poder estar bien ellas y sacar adelante a sus hijos.

Destaca lo que se está haciendo en Guerrero, la gobernadora Evelyn Salgado inició el programa “Tarjeta Violeta”. Lo que destaca de este apoyo, es que se trabaja de manera integral con las mujeres.

Se les está brindando seguridad económica con un apoyo, pero además se está trabajando con la parte psicológica y educativa a las beneficiarias.

El apoyo de dos mil pesos bimestrales está condicionado a que acudan a platicas de salud mental durante dos meses, esto ayudará de manera muy importante a las familias de Guerrero.

También se les está apoyando y pidiendo que concluyan sus estudios de primaria y secundaria, esto les dará no sólo en el presente, sino a futuro, la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.

Este tipo de programas de manera integral, son los que se deben de implementar en todo el país, no solamente es dar dinero, es brindarles la oportunidad a las mujeres de tener una mejor calidad de vida de manera integral. Si ellas están bien, lo estarán sus hijos.