El presidente que golpeaba mujeres
“El primer presidente feminista de Argentina”. Así se autoproclamaba el exmandatario Alberto Fernández, quien gobernó entre 2019 y 2023, y aseguraba estar comprometido con la causa de la igualdad de género.
Tan pronto asumió su mandato, creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y bajo su Gobierno se concretó la legalización del aborto en diciembre de 2020, tras un revés en el Congreso en 2018.
Pues hay refranes populares que son muy ciertos y en este caso aplica: “En casa del herrero, asador de palo”.
Resulta que el expresidente de Argentina tiene acusaciones múltiples de ser un golpeador de mujeres.
A su expareja sentimental y madre de su pequeño ya se le había visto en Europa con un parche en el ojo.
Pero al perder la elección presidencial Fernández, esto le dio más seguridad a Fabiola Yáñez para interponer una denuncia contra Fernández, y este martes 13 de agosto tuvo su primera comparecencia desde Madrid, España, donde vive junto a su hijo.
En estos días, la casa del expresidente fue resguardada y las autoridades argentinas decomisaron el celular de Fernández. Se obtuvieron mensajes entre él y Fabiola en donde ella le pide que deje de golpearla y él se victimiza.
Por su parte, Fabiola reconoció en una entrevista que el exmandatario la golpeó en repetidas ocasiones y que ella tuvo que callar, incluso confesó que en 2016 abortó debido a las presiones que sufrió por parte de Alberto Fernández.
Tambíen se filtraron fotografías en donde se ve a una Fabiola muy golpeada y con moretones. Estas imágenes las había mandado ella a una secretaria de Fernández para que la auxiliara cuando él era presidente.
Las fotografías y varias conversaciones fueron difundidas a los medios, luego de que el celular fue confiscado como parte de una investigación que existe en contra del exmandatario por malversación de fondos.
Para cualquier mujer, que se hagan públicas estas imágenes la revictimiza. Cristina Fernández, quien fuera vicepresidenta con Alberto, escribió un texto en el cual asegura que Alberto Fernández no fue un buen presidente.
“Pero las imágenes que vimos ayer por la noche, transmitidas por los medios de comunicación en virtual cadena nacional, en lo que constituye una verdadera revictimización de la denunciante, son otra cosa.
“Las fotos de la Sra. Fabiola Yáñez con hematomas en su cuerpo y rostro, junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el expresidente, no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana. Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, así se desarrolle ésta en un palacio o en una choza.
“La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”, expresó.
Y es esa misoginia que existe todavía, la que provoca la violencia tan terrible que muchas mujeres viven todos los días.
Lo cierto es que la violencia intrafamiliar es alarmante. No sólo en el caso de Yáñez, sino en mujeres en muchas partes del mundo.
Me llamó mucho la atención un estudio publicado hace tiempo en El País, de España, en el que se decía que entre más nivel de estudios tienen las mujeres, más tardan en denunciar la violencia psicológica y física de la que son víctimas.
Y es totalmente cierto. Ese estudio realizado en el país ibérico mostraba que 85 por ciento de las mujeres que han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, no había denunciado a su presunto agresor, según los datos del registro oficial de víctimas mortales de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.
Las mujeres con un máster (maestría) o un doctorado son las que más tardan en denunciar violencia de género.
Podríamos imaginar que mientras más estudios tenga una mujer, tendría más fuerza y seguridad para denunciar. Pues no.
Este estudio se realizó en España y refleja que, lamentablemente, no existe un perfil definido de víctima, aunque hay factores que contribuyen a crear un patrón, entre ellos, la edad, la independencia económica o los hijos.
Para una mujer, denunciar la violencia que ejerce su pareja sobre ella es muy difícil, y entre más estudios tengan y su estatus económico sea mayor, las estadísticas demuestran que es precisamente este grupo de mujeres las que más tardan en denunciar las agresiones.
Y es que muchas veces, entre más alto es el nivel socioeconómico, se puede dar una relación entre el “deber ser” y lo que realmente les sucede.
De acuerdo con un estudio encargado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género sobre el tiempo que tardan las mujeres víctimas en verbalizar la situación, son las que tienen estudios universitarios de tercer ciclo (máster, doctorado o posgrado) las que necesitan más tiempo (12 años y tres meses).
Les siguen las mujeres que tienen estudios primarios (10 años y nueve meses) y las que no saben leer y escribir, que tardan una media de ocho años.
En México, estas estadísticas no se han dado a conocer, pero me imagino que debe ser la misma tendencia. Para algunas mujeres mexicanas resulta muy difícil denunciar a su pareja por temor a sufrir más violencia o porque es amenazada de perder su sostén económico, social y, sobre todo, perder a sus hijos; y es que, aunque parezca difícil de creer, la misma sociedad muchas veces las violenta aún más.
Lo que sí sabemos en México es que cada día se incrementa el número de mujeres violentadas por medio de redes sociales, y las denuncias no corresponden a la cantidad de casos.
En el caso de Fabiola Yáñez era prácticamente imposible denunciar a su agresor siendo presidente de funciones. Lo pudo hacer hasta que su agresor perdió el poder.
Por lo pronto, Alberto Fernández niega haber cometido esos actos mientras estuvo como presidente de Argentina, pero por las acusaciones de violencia intrafamiliar, ahora el Congreso de su país analiza una iniciativa, presentada por opositores al peronismo, para quitarle la pensión vitalicia como expresidente.
Y, además, tiene prohibido salir de ese país debido a que este caso es investigado por la justicia.