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El López-Gattel gringo

En Estados Unidos aumentan los casos de sarampión, una enfermedad que estaba prácticamente erradicada, y el virus podría cruzar la frontera con México en cualquier momento. 


Desde hace unas semanas, un brote surgió en el condado de Gaines, al oeste de Texas. Los más vulnerables son menores de edad que no cuentan con su esquema de vacunación.

Hasta ahora, las autoridades de salud reportan por lo menos a 150 niños contagiados y un chiquito de 6 años que perdió la vida. Ninguno de ellos estaba vacunado contra el sarampión. Tan sólo este fin de semana fueron hospitalizados otros 22 pacientes.

Y mientras los casos de contagio aumentan en una población donde la gente no está vacunada, el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy, quien es un “antivacunas”, busca remedios mágicos y caseros para que la gente se proteja.

Kennedy me recuerda algo así como al Dr. Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud en el gobierno de AMLO, quien decía ante la pandemia del Covid que el tapabocas no debería de ser obligatorio y que el presidente no se contagiaba porque era una “fuerza moral, no de contagio”. Y así hubo más de medio millón de personas que perdieron la vida a causa de este virus.

Él recomienda que, para curar el sarampión, se debe utilizar un tipo de esteroide, un antibiótico, hígado de bacalao y altas dosis de vitamina A y D. Ante esto, el líder de la Asociación Americana de Pediatría, Dr. Sean O’Leary, asegura que no hay evidencia científica de que el hígado de bacalao pueda curar el sarampión.

La afirmación sobre las vitaminas no tiene respaldo científico. La Organización Mundial de la Salud ha administrado vitamina A para ayudar a tratar el sarampión, pero en países de bajos ingresos, donde la desnutrición es un factor. En Estados Unidos, la mayoría de la gente tiene niveles normales de esta vitamina y no necesita ningún tipo de suplemento.

Pero el secretario de salud estadounidense sigue sin decirle a la población que deberían vacunarse. En Estados Unidos, 82 por ciento de los niños en etapa preescolar ha recibido la vacuna; los expertos aseguran que debe de haber 95 por ciento de personas vacunadas en una comunidad, para que no haya brotes de las enfermedades. Hay un dato: por cada contagio de sarampión, puede provocar entre 10 y 15 casos más; el virus se prolifera rápidamente.

Desde la pandemia por Covid, en 2020, particularmente en algunos condados del estado de Texas, hay mucha gente que es antivacunas y que se ha contagiado de diversas enfermedades. Ahora, con este brote de sarampión y con niños que han perdido la vida, los habitantes que sí están a favor de las vacunas se manifiestan para que la gente lo haga. Y es que, si en una población no está vacunado un gran porcentaje, las enfermedades regresan y ponen en riesgo hasta a los que sí se inmunizaron.

SE NIEGAN LAS VACUNAS

México también reporta rebrote de sarampión; hasta el momento son cuatro casos en Jalisco y la alerta permanece en Tamaulipas, entidad que colinda con Texas, esto debido a que existen reportes de que sólo 70% de la población tamaulipeca está vacunada contra esta enfermedad, pese a que los expertos indican que para evitar el contagio se necesita el 95% de la población.

Lo más grave es que desde 2019 los esquemas de vacunación en México dejaron de ser prioridad hasta esta administración, que tenemos un secretario de Salud, como el Dr. David Kershenobich, que sí les da la importancia y la prioridad a éstas, pero pasaron casi seis años y hoy existe un gran rezago en la inoculación.

Hasta 2018, cifras oficiales demuestran que poco más del 90% de los mexicanos contaba con su esquema de vacunación, no sólo entre sectores vulnerables como menores de edad o adultos mayores, sino jóvenes y adultos.

Pero en 2019 y 2020, aproximadamente seis millones de niños en México se quedaron sin vacunar debido a la falta de adquisición o retrasos en la compra de vacunas por parte del Gobierno federal. El entonces subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, negó la existencia de una crisis en la vacunación y atribuyó las preocupaciones a campañas de desinformación por parte de algunos medios de comunicación.

Enfermedades que se pensaban erradicadas en nuestro país volvieron. Es más, las autoridades de Salud, sí, las de Hugo López-Gattel, cometieron el grave error de no hacer obligatoria la Cartilla de Vacunación. Hoy no es requisito, como mucho tiempo lo fue, el estar vacunado para poder inscribir a los niños en la escuela.

Y es que la falta de inmunización no solamente deja en vulnerabilidad a generaciones de niños, cuyos efectos podrán verse en el futuro, sino que abre el riesgo a la aparición de un brote o el resurgimiento de enfermedades erradicadas.

Por años, México fue pionero en Latinoamérica en cuanto al esquema de vacunación, evitando que muchas enfermedades se propagaran, dando una atención adecuada.

Es verdad, hace unos años se tenía el temor de que ciertas vacunas tuvieran efectos secundarios, pero por más de 80 años se han aplicado como la de la polio, que hoy es una enfermedad erradicada. También vacunas como la del sarampión han demostrado que es mucho mejor tenerlas y evitar que la gente se contagie.

Por ejemplo, en 2015 se dio un brote de sarampión en Anaheim, California. Los primeros contagios se dieron en el parque de diversiones de Disneyland y fueron más de 100 personas las que se enfermaron de todas las edades, desde los 7 meses hasta los 80 años, de una enfermedad que estaba prácticamente erradicada.

Lo que sucedió es que muchos padres de familia antivacunas decidieron no inocular a sus hijos y pusieron en riesgo a muchas personas.

Hasta el 2018, la cifra de personas vacunadas en México se encontraba en 70% de la población. En la actualidad estamos por debajo del 50%, lo que enciende las alertas. Esta situación se agudizó con la pandemia por Covid-19 en 2020, cuando muchos servicios fueron suspendidos, entre ellos, las campañas de vacunación masiva.

En nuestro país, en 2019 y 2020, el Gobierno federal dejó a seis millones de niños sin vacunas porque no las compró o lo hizo con retraso.

En México, en la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum, hay otra estrategia en el sistema de salud que la que tenía su antecesor, afortunadamente. Hoy se busca poder cubrir a toda la población con sus vacunas. La compra de éstas se pudo hacer hasta que ella llegó al poder, pero aún faltan algunas por llegar, y de ahí la distribución y la aplicación, que es una logística complicada.

Y ahora en México nos libramos de Hugo López-Gatell, pero en Estados Unidos tiene a su Robert F. Kennedy, y los virus pasan libremente por las fronteras.