A la cárcel por homosexual
Manuel Guerrero, el mexicano que fue detenido en Doha, Qatar, por ser homosexual hace 45 días, tendría que haber quedado ya en libertad, pero la justicia qatarí rechazó otorgarle la libertad bajo fianza.
El pasado 4 de febrero fue cuando Manuel aceptó acudir a una cita amorosa a través de la aplicación Grindr, que es para buscar pareja en la comunidad lésbico, gay y transexual, y acordó una reunión.
La realidad fue un engaño, cuando Manuel llega a la supuesta reunión, se percata que la persona tras el perfil que lo había invitado, era en realidad una cuenta falsa creada por la policía para monitorear las actividades de los homosexuales en su país.
En ese mismo operativo se han detenido a varias personas, entre ellas un hombre marroquí. Se dice que las autoridades les sembraron metanfetaminas para que fuera más fácil la detención y poder inculparlos, según denuncias de amigos, activistas y familiares, tanto al mexicano como al marroquí les plantaron metanfetamina para inculparlos.
Hay que recordar que Qatar es un país que tiene cero tolerancia a las relaciones entre personas del mismo sexo. El país se rige por la ley islámica, que prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo y quienes infrinjan esta norma pueden ser castigados con hasta 10 años de prisión o incluso la pena de muerte.
Desde 2002 hay una ley en Qatar que permite la detención sin cargos hasta por seis meses si “existen motivos fundados para creer que la persona cometió un crimen”.
La situación de Manuel es complicada porque el pasado jueves 14 de febrero tuvo una audiencia que solamente duró tres minutos, y decidieron mantenerlo preso sin explicarle los motivos y sin una acusación formal.
Su hermano, Enrique Guerrero, dice que ningún funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, ni del Reino Unido acudieron a la audiencia, a pesar de que se les pidió apoyo en el caso de Manuel.
La justicia qatarí rechaza darle la libertad bajo fianza y corre riesgo su salud. Tiene VIH y no se le han suministrado sus medicamentos como lo requiere. Sin esos medicamentos, su vida está en riesgo.
Manuel tiene doble nacionalidad, la mexicana y la de Reino Unido. Autoridades diplomáticas de ambos países han gestionado que se le entreguen los medicamentos, pero solamente se le entregaron las que tenía en donde se está hospedando en Qatar, así que no tiene suficientes pastillas para poder asegurar su tratamiento y que las que tiene sólo le alcanzarán para un par de semanas más.
La familia de Manuel asegura que, tras su detención, durante días no tuvo acceso ni a un abogado ni a un traductor, y han denunciado que ha sido torturado física y psicológicamente, además de obligarlo a ver cuando torturan a más presos, lo han dejado largos periodos de tiempo sin agua ni alimentos, y no le permiten cortarse el pelo y las uñas, porque creen que eso podría contagiar de VIH a otros internos.
Por ahora, el mexicano espera otra revisión del caso con el riesgo de que su encarcelamiento pueda prolongarse hasta por seis meses y si en ese entonces el juez no lo declara en libertad, le podrían fincar nuevos delitos para poder reponer el proceso y dejarlo en la cárcel más tiempo.
Casos como el de Manuel Guerrero son recurrentes en Qatar, uno de los países más restrictivos y que rechaza de manera contundente las expresiones en público de personas gay, ni la unión civil entre personas del mismo sexo, una situación que se replica en otros países de Medio Oriente como Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Yemen, Irán, donde infringir este tipo de leyes se paga con la vida.
El doctor Nas Mohamed, un activista qatarí abiertamente homosexual, asegura que en los últimos meses han ocurrido una treintena de detenciones similares contra la comunidad gay.
Nas Mohamed se encuentra exiliado en Estados Unidos, él tuvo que abandonar su país, y cuenta que las autoridades de su país fabrican delitos a integrantes de la comunidad LGBT para justificar arrestos y tratos humillantes, con los que pretenden “curar la homosexualidad”, por eso se asegura que el mexicano ha sido acusado de portar drogas.
Los ojos del mundo estuvieron puestos en Qatar en 2022 por el Mundial de Futbol, pero la misma Secretaría de Relaciones Exteriores emitió una serie de recomendaciones alusiva a la comunidad LGBT, como no ondear la bandera del arcoíris, para evitar enfrentamientos con las autoridades de ese país.
Estas recomendaciones no fueron sólo para la comunidad LGBT, también se advirtió que el mal comportamiento en la calle podría generar ir a prisión o deportación y que las mujeres se tenían que cubrir los hombros y las rodillas, además de que se prohibían los actos afectivos para las personas que no estuvieran casadas, es decir, ni un beso en la mejilla se aconsejaba darse a los novios.
El destino de Manuel Guerrero hoy es incierto. Es terrible que en pleno siglo XXI todavía existan países con reglas como Irán, donde fue asesinada hace dos años Mahsa Amini de 22 años, por la policía moral, porque se le movió el velo.
O Armita Garavand, quien murió en el 2023 por la misma razón. O como lo ahora sucedido en Qatar, que decenas de personas homosexuales han sido detenidos y torturados, solamente por sus preferencias sexuales.