Adiós Dilma
“Lo que pasa en el campo, se queda en el campo”, fueron las palabras de la presidenta Dilma Rousseff tras la derrota de Brasil, goleado 7 a 1 por Alemania. Dijo que “Brasil es un país muy maduro y el futbol y la política no se mezclan”.
La realidad es que Brasil no está en su mejor momento en el futbol, ni mucho menos lo está en el tema económico. Y eso sí que entrelaza la política y el futbol. Según el Banco Mundial, su economía crecerá apenas un 1.55 por ciento, un descenso de medio punto respecto a los dos años anteriores, que obviamente tampoco fueron buenos.
Para el Mundial gastó miles de millones de dólares por encima de lo presupuestado, sobre todo en varios estadios que no se van a volver a utilizar. En un territorio tan amplio como es Brasil, el gobierno no construyó pensando a futuro, como lo había asegurado la presidenta Rousseff, construyó para hacer negocio.
De los 12 estadios acondicionados sólo se necesitaban ocho, dijo la FIFA. Pero decidieron hacer cuatro más. Imagínese usted que después de todo lo invertido, a dos de los estadios los van a transformar en cárceles, porque en esas ciudades no hay equipo de fútbol de primera.
No podemos olvidar las intensas protestas por los gastos excesivos que se dieron justo antes de empezar la Copa del Mundo. Se estima que por lo menos una tercera parte de todo lo gastado se fue en corrupción. Lo cierto es que el costo del Mundial de Brasil superó al de los dos últimos mundiales (Alemania y Sudáfrica) juntos.
A sabiendas de que hay elecciones en octubre, en un principio Rousseff quiso sumarse a los éxitos de la verdeamarela; ahora, tras el fracaso deportivo, ha querido retroceder.
Los estrategas de campaña ya no quieren que se le vincule al desempeño de su selección, sino a la organización del Mundial, pero, aunque las autoridades afirmen que ha sido un éxito, la realidad es que la mayoría de la gente está muy molesta por los recursos que se derrocharon y por la falta de crecimiento económico.
Las silbatinas que le propinaron a la presidenta en la inauguración y en la clausura del torneo son ejemplos claros.
Rousseff ganó las anteriores elecciones por la fuerza que tenía en ese momento el ex presidente Lula da Silva, cuya gestión abarca del 2003 al 2010. Las próximas elecciones serán el 5 de octubre.
Había un mito, aceptado a nivel mundial, de que Lula había llevado a su país a ser una de las potencias económicas más importantes del mundo y la principal de América Latina.
Había estadísticas que difundía el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística que decían que los 49 millones de pobres se habían reducido a 16 millones y que la clase media aumentó de 66 a 113 millones.
No es verdad. Lo que sucedió fue que se manejó una política social en la cual se entregaron millones de dólares en fondos para los necesitados, pero no se generaron recursos. Y todo se hizo con base en endeudamiento en una época de vacas gordas. Hoy todo está empezando a derrumbarse.
Hay un endeudamiento muy alto con el que se financiaron costosos programas sociales, que además se utilizaron para hacer millonarios a funcionarios que hoy están detenidos.
bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso