Agua contaminada en la CDMX
Vecinos de las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón han detectado que al abrir la llave del agua ésta es viscosa y con olor a combustible, agua que debería de ser potable. Han pasado tres semanas en que los habitantes de ocho colonias reportan un problema grave de contaminación de agua. No se les había hecho caso hasta que empezaron las manifestaciones.
Más de 600 denuncias de ciudadanos aseguraban que, en sus domicilios, en el agua había rastros de hidrocarburos, solventes, compuestos orgánicos volátiles, entre otros contaminantes. Las autoridades capitalinas lo negaban, según el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), que depende del Jefe de Gobierno de la CDMX, el agua que se distribuía no estaba contaminada de origen y que los residuos que encontraban los vecinos se debían a que los habitantes no habían limpiado sus tinacos y cisternas.
Los vecinos aseguraban que el agua de mala calidad les está provocando ardor en ojos y piel, dolor de cabeza e incluso, problemas estomacales. Insistieron en que el problema iba más allá de tinacos y cisternas mal lavadas. Como no eran auxiliados por personal del Sistema de Aguas, mandaron a hacer un análisis por su propia cuenta, y efectivamente, el líquido estaba contaminado con hidrocarburos.
Después de semanas, finalmente el martes por la noche, elementos de la Guardia Nacional y trabajadores de Pemex llegaron a resguardar un pozo ubicado en el Jardín de Alfonso XIII, en la alcaldía Álvaro Obregón, donde al parecer detectaron que había contaminación por combustible. Este pozo está ubicado a 500 metros de los primeros puntos que fueron reportados como contaminados.
Se informó que podría tratarse de una toma clandestina para extraer combustible lo que generó que el agua se contaminara. Hasta el momento no se han dado detalles de este operativo. Pero podría tratarse de desgaste en las tuberías, lo cual habría causado perforaciones.
El pozo de agua fue asegurado por personal del Sacmex para que no siga distribuyendo el agua a los hogares. Pero las autoridades de esta dependencia, como otras autoridades capitalinas, no le han permitido el acceso ni a las autoridades de la alcaldía Álvaro Obregón, ni a las de la Benito Juárez.
Finalmente, el lunes pasado, el Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, confirmó que el agua que llega a esa alcaldía sí contiene sustancias que la han contaminado, que se trata de “una sustancia que pertenece a la familia de los aceites y lubricantes”.
Sin embargo, descartó que “fuera un hidrocarburo” y aseguró que “no existe riesgo de explosión”. Recomendó que el agua sólo se use para trapear el piso, lavar carros o limpiar ventanas.
“Quiero recalcar que vamos a seguir atendiendo cada uno de los reportes personales y, también, que di la instrucción a nuestras áreas que atiendan también a aquéllos que se presenten a través de las redes sociales, estamos escuchando a los vecinos”, indicó Martí Batres.
Un día después de estas declaraciones, como los vecinos no han podido llegar a ningún acuerdo o garantía con el Gobierno de la CDMX, volvieron a manifestarse.
Entre sus demandas está: que se informe el contaminante presente en la zona, que se reporten las medidas de prevención y que se atienda la salud de los vecinos.
El problema del agua contaminada que afecta principalmente a la alcaldía Benito Juárez también va a tener repercusiones en la de Álvaro Obregón.
Hasta el momento, los especialistas prevén que no existe riesgo de que se extienda a otras alcaldías debido a que el agua que se utiliza en la Ciudad de México proviene de tres fuentes: 71 por ciento, de aguas subterráneas; 26.5 por ciento, del Río Lerma y Cutzamala, y 2.5 por ciento, del Río Magdalena; de esta forma, la principal fuente de abastecimiento la constituyen los mantos acuíferos.
Es responsabilidad de Sacmex la distribución del agua potable desde el punto en que la recibe del Sistema Cutzamala hasta los puntos de entrega finales, como hogares, negocios y empresas, mientras que Conagua solamente participa en coadyuvar para brindar certeza en los resultados, para garantizar la seguridad de la población.
En el caso de la alcaldía Benito Juárez, especialistas consideran que Sacmex no realizó pruebas al agua como debería ser, porque en un principio sólo lo hizo en el Cutzamala y la parte donde se divide para la distribución de esa alcaldía, pero nunca buscó cerca de las colonias afectadas, hasta que llegó el reporte del pozo de agua en la alcaldía vecina, de Álvaro Obregón, que olía a combustible.
Estas pruebas se debieron de haber hecho desde las primeras denuncias. Eran cientos de habitantes que hablaban de la contaminación del agua en sus hogares y negocios.
Pero, además, como ha bajado tanto el nivel del agua en todos los sistemas de aguas, sin duda se pueden contaminar con mayor facilidad. Es obligación de las autoridades estar revisando constantemente la calidad del líquido.
Las tuberías de drenaje, agua y otras como las de hidrocarburos tienen muchísimos años de construidas. Es difícil darles mantenimiento porque hay que romper las calles y avenidas y, además, es un trabajo muy caro que electoralmente no representa mucha visibilidad.
Claro, hasta que estos sistemas dejan de funcionar y la gente enfurece, y con toda la razón. El dinero que pagan los capitalinos con los prediales y otros impuestos que, además, son de los más altos del país, una parte se tendría que destinar a darle mantenimiento, por ejemplo, al sistema de aguas, que es fundamental.
Mientras tanto, los vecinos tenían razón: el agua está contaminada y las autoridades responsables no nos quieren decir claramente por qué se dio esta contaminación.