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Ante carencias “estudiaba en la mañana y trabajaba en la tarde”

Delfina Gómez Álvarez será la primera mujer en la historia del Estado de México en ser gobernadora. Poco se sabe de la vida personal de la maestra Delfina. Nosotros platicamos con ella hace tiempo y en sus palabras nos cuenta quién es la mujer que gobernará la entidad mexiquense.

Bibiana Belsasso (BB): ¿Cómo fue tu infancia?

Delfina Gómez Álvarez (DGA): Mi infancia fue feliz, pero también tuvo situaciones de retos. Mi papá era albañil, fue ayudante de construcción, mi mamá era ama de casa, ella vivió todavía la época donde la mujer no tenía que estudiar porque se casaba, tenía hijitos y la mantenían. Somos tres hermanos, una hermana, un hermano y yo.

BB: Y con un sueldo de un albañil para toda una familia debe haber sido complicado…

DGA: ¿Qué crees? Había algo muy interesante: mucho amor, y que, además, había la situación del compromiso de nosotros. Yo creo que algo que agradezco de mi padre, de mamá, fue que me enseñaron a ser independiente. Cuando yo termino la secundaria ya no teníamos para estudiar, mi papá nos decía: ‘¿Sabes qué hija?, si vas a estudiar tienes que trabajar’, y entonces lo que yo hacía era estudiar en la mañana y trabajar en la tarde.

BB: ¿A qué edad empiezas a trabajar?

DGA: A los 15 años. Era institutriz de unos chicos, de unos jóvenes ahí de Texcoco que tenían una óptica, la Óptica Dorantes, que ahorita ya son unos jóvenes, afortunadamente, pues digo, me siento muy feliz porque una fue doctora, otro fue optometrista, una estudió para licenciada.

BB: ¿De ahí empieza tu amor por la enseñanza, por la docencia?

DGA: Yo ya estudiaba la Normal cuando trabajaba, y bueno, de ahí empieza mi carrera de trabajar doble turno. Terminó la Normal, afortunadamente ya tenía una plaza de maestra, y entonces trabajaba como maestra en la mañana y en la tarde me iba a la Universidad Pedagógica a estudiar la licenciatura.

BB: Años después te conviertes en la directora de una escuela privada. ¿En qué momento das este cambio para irte a la pública?

DGA: Fueron 10 años como directora, eran tres mil y cachito de niños. Fui directora de una escuela particular, que se llamaba Columbia School. Yo dejo esa escuela particular y  me voy a la pública. Lo que pasa es que yo pedí un permiso nada más en la docencia oficial, pero después ya me dijeron: ‘¿Sabes qué?, ya no puedes pedir permiso, porque ya tu plaza la puedes perder’, y me regresé a la escuela pública. Tienes la ventaja de que te jubilan, te dan una pensión.

BB: ¿Por qué dejar la docencia para iniciar un vida política?

DGA: Fue maravilloso porque de entre tantos texcocanos pues se fijan en mí y eso, insisto, yo lo agradezco mucho a la vida. Cuando me dijeron que si quería ser candidata, yo al principio dije no, por el miedo, el desconocimiento, el no tener esa experiencia, pero yo veía como en Texcoco hacían falta tantas cosas de atención, sobre todo de atención a la ciudadanía.

BB: ¿Cómo te ofrecen entrar de candidata en Texcoco?

DGA: Me llama un grupo de compañeros de Morena, el doctor Higinio, el licenciado Horacio, y así otro grupo de compañeros que me dicen: ‘Maestra, ¿qué le parecería entrar con nosotros?’. Yo al principio pensé que me iban a llamar para ser promotora ahí dentro de sus propuestas, o a lo mejor como regidora, o a lo mejor como directora de educación, pues es lo que yo sé hacer, pero cuando me dicen que como candidata, pues sí me dio mucha alegría, pero fue un gran reto.

BB: ¿Y cómo te despides de la escuela?

DGA: ¿Qué crees?, que sí me costó mucho trabajo, sobre todo por los niños, y porque tú tienes ya una práctica de vida muy especial, en la política lo que va pasando es que tienes que ir dejando muchas cosas personales.

BB: ¿Fue una decisión personal no tener hijos?

DGA: Sí. Porque yo creo que ya con los que tenía ya ahí en la escuela ya era demasiado. Creo que fue debido precisamente al compromiso que yo decidí adquirir de profesión.

BB: ¿Te enamoraste profundamente?

DGA: Sí, me enamoré de la profesión.

BB: ¿Pero de algún hombre?

DGA: De algún hombre, yo creo que no, porque si no, ya me hubiera casado. Sí tuve parejas, he tenido, maravillosos, yo creo que lo que vivimos en el momento que se vivió fue maravilloso, no tengo ningún pleito con ningún caballero o con ningún hombre, fueron bonitas relaciones. En algún momento me decía mi mamá: ‘¿Sabes qué hija?, a mí no me gustaría que te quedaras sola, si te quedas así como sola, vete a vivir con tu hermana’.

BB: Eso está cañón, ¿no?, porque a los hombres no se los dicen nunca.

DGA: No, pues sí, y sabes qué, yo me siento muy satisfecha, la verdad, y es algo que le dije a mi madre: ‘¿Sabes qué mami?, tú te tienes que ir satisfecha porque finalmente es una decisión personal’.

BB: Dejas la alcaldía y ¿cómo sigue tu vida profesional?

DGA: Yo entro a la alcaldía en 2012, 2013, duro dos años y dos meses, porque después viene lo que es la diputación federal, tengo que pedir permiso para poder precisamente ir como candidata a la diputación federal, ya me toca estar no solamente en Texcoco.

BB: ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

DGA: Me gusta el cine, me gusta leer, me gusta convivir con mis animales, yo soy fanática de los gatos y de los perros. Cuando estuve en Texcoco, trabajé con los de la calle, yo estoy muy contenta porque ya se logró que no fuera un centro antirrábico, sino que fuera un centro de bienestar animal, y eso a mí me da mucho gusto.

BB: Y que ya no sacrifiquen a los animales…

DGA: Exactamente, y le permite a la gente ser más sensible, sobre todo, los niños, cuando hicimos eventos, hicimos una caminata de perros, ¿qué crees? Te das cuenta que la gente sí tiene ese amor hacia sus animales, que todavía falta crear esa conciencia, pero se tiene que empezar con algo. Entonces yo, en tu casa, tengo seis gatitos, dos perritos, pero en la casa de atención al público tengo otros dos, que son de la calle también, en otro espacio tenemos otros dos, así tengo vecinos que les dan de comer a los gatos, me fascinan mucho los animales.

BB: Delfina, ¿cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

DGA: La más feliz, de niña, ésa fue la etapa más feliz, con todas sus limitaciones, pero feliz.

BB: ¿Tienes algún día en particular?

DGA: Hubo muchos días felices, cuando mi papá llegaba de trabajar y nos contaba las historias de terror, ponía su mesita de madera y unas velas y entonces hacía todo el espectáculo para que pudiéramos así estar todos espantados de lo que contaba, pero eran momentos inolvidables, o sea, eran momentos muy, muy padres, muy bonitos. Los días felices también eran cuando llegaban los Reyes, porque todos ilusionados a ver qué nos habían traído los Reyes, ese también era un tiempo muy bonito.

BB: ¿El más triste?

DGA: La muerte de mi papá.

BB: Complétame esta frase: “Delfina Gómez es… “

DGA: Es mujer comprometida, es una mujerona.