
Aviones espías en México
No son uno, ni dos aviones de las Fuerzas Armadas estadounidenses que se han detectado muy cerca de las costas mexicanas. ¡Son al menos dieciocho sobrevuelos!
Trump, al asumir la presidencia, firmó una orden ejecutiva para considerar a los cárteles de la droga como terroristas. Su fiscal, Pam Bondi, ha ido más allá y ha dicho que Estados Unidos va a exterminar los cárteles de la droga.
Estados Unidos le está enseñando los dientes al Gobierno mexicano para presionarlo y que vayan tras los narcotraficantes. Los sobrevuelos al límite permitido para no violar la soberanía de un país son, sin duda, para mostrar su fuerza.
Fue a través de la cadena de noticias CNN que se dio a conocer esta información. Sabíamos que había habido, por lo menos, dos vuelos de este tipo, pero no 18.
Estos vuelos se han realizado en las últimas dos semanas, muy cerca de la península de Baja California y cerca de Sinaloa.
A través de aviones no tripulados, satélites y aeronaves de vigilancia, las autoridades estadounidenses buscan obtener información en tiempo real sobre el movimiento de cargamentos de drogas, el monitoreo de rutas de transporte y la localización de centros de producción de sustancias ilegales, como laboratorios clandestinos en la sierra.
Incluso se han detectado drones que toman imágenes de alta resolución en tiempo real.
Este trabajo de inteligencia que están haciendo desde Estados Unidos se está basando en testimonios de narcotraficantes que están colaborando con las autoridades para obtener privilegios o reducir condenas.
En Estados Unidos están varios de los narcotraficantes que conocen perfectamente bien el movimiento de quienes, en su momento, fueron sus aliados. Allá están Joaquín El Chapo Guzmán, sus hijos, e Ismael El Mayo Zambada.
La vigilancia aérea que está realizando Estados Unidos tiene la capacidad de recolectar datos sin necesidad de despliegues terrestres masivos, y a través de estos instrumentos se ha demostrado que pueden acceder a tener información en lugares que hasta hace poco era impensable.
Estos equipos se han utilizado ya en lugares como Afganistán. Son capaces de capturar fotografías con una calidad que permite identificar detalles precisos, como vehículos, personas y estructuras en el suelo.
VUELOS SOSPECHOSOS
Además, cuentan con sensores infrarrojos y cámaras térmicas, esenciales para detectar calor en áreas donde la visibilidad es limitada, como de noche o en condiciones de mala visibilidad. Estos sistemas permiten localizar vehículos, personas o instalaciones que emiten calor, incluso, si están ocultas o camufladas.
Recientemente, el secretario de la Defensa Nacional de nuestro país, el general Ricardo Trevilla Trejo, confirmó que hubo dos sobrevuelos de aeronaves estadounidenses cerca de la frontera con México y no descartó que estuvieran en misiones de espionaje.
“Pues no lo podemos descartar, porque no sabemos qué es lo que hicieron, ellos no violaron el espacio aéreo nacional”, así lo dio a conocer el secretario de la Defensa Nacional.
Y es que el pasado 3 de febrero, un vuelo de casi seis horas fue realizado por un avión espía U-2, aeronave diseñada durante la Guerra Fría para recolectar imágenes de la entonces Unión Soviética a gran altitud.
De acuerdo con el reporte de CNN, Estados Unidos concentra estos tipos de aviones en la recopilación de información sobre las actividades de Rusia en Ucrania o la búsqueda de submarinos rusos o chinos.
Otro de los vuelos identificados, y que marcó una ruta alrededor de la península de Baja California y pasó cerca de Sinaloa ocurrió el 4 de febrero, fue un avión RC-135 Rivet, de la Fuerza Aérea, especializado en captar comunicaciones desde tierra.
Las misiones han incluido sobrevuelos en los estados fronterizos de California, Arizona y Texas, que no sólo han detectado las actividades de los narcotraficantes, sino que sirven de apoyo para los especialistas en inteligencia encargados de evaluar las posibles amenazas y los flujos migratorios que buscan llegar a Estados Unidos.
El despliegue de vigilancia aérea ha sido usado a lo largo de décadas por parte de Estados Unidos, que ha mantenido una colaboración constante con México, siempre bajo el esquema de la cooperación en inteligencia y seguridad.
Pero los mismos funcionarios estadounidenses reconocen que se daba no más de un vuelo de este tipo al mes y en la frontera entre nuestro país y el suyo.
Estados Unidos está preocupado porque dice que los cárteles mexicanos estan inundando su país de fentanilo, pero el tema es mucho más complejo.
Los cárteles mexicanos se fortalecieron enormemente durante el sexenio pasado con la política de “abrazos y no balazos”. Estos mismos cárteles de la droga han amenazado con enviar drones a la frontera para afectar a los agentes de Migración y Control de Aduanas, y eso sí es una amenaza directa de criminales mexicanos a autoridades estadounidenses.
En México, las tensiones por la intervención en territorio nacional ha generado incertidumbre. Hoy, Estados Unidos podría ir tras cárteles mexicanos.
Hoy, tanto la gente del Cártel de Sinaloa, incluyendo sus distintas fracciones, y miembros del Jalisco Nueva Generación están cuidándose y tratando de manejarse en zonas más aisladas.
Es una buena estrategia del Gobierno mexicano trabajar en colaboración con las fuerzas de seguridad estadounidenses. Hay acuerdos, hay relación entre las instituciones.
Es la única manera de evitar que Estados Unidos intervenga en México.
Además, cuentan con sensores infrarrojos y cámaras térmicas, esenciales para detectar calor en áreas donde la visibilidad es limitada, como de noche o en condiciones de mala visibilidad. Estos sistemas permiten localizar vehículos, personas o instalaciones que emiten calor, incluso, si están ocultas o camufladas.
Recientemente, el secretario de la Defensa Nacional de nuestro país, el general Ricardo Trevilla Trejo, confirmó que hubo dos sobrevuelos de aeronaves estadounidenses cerca de la frontera con México y no descartó que estuvieran en misiones de espionaje.
“Pues no lo podemos descartar, porque no sabemos qué es lo que hicieron, ellos no violaron el espacio aéreo nacional”, así lo dio a conocer el secretario de la Defensa Nacional.
Y es que el pasado 3 de febrero, un vuelo de casi seis horas fue realizado por un avión espía U-2, aeronave diseñada durante la Guerra Fría para recolectar imágenes de la entonces Unión Soviética a gran altitud.
De acuerdo con el reporte de CNN, Estados Unidos concentra estos tipos de aviones en la recopilación de información sobre las actividades de Rusia en Ucrania o la búsqueda de submarinos rusos o chinos.
Otro de los vuelos identificados, y que marcó una ruta alrededor de la península de Baja California y pasó cerca de Sinaloa ocurrió el 4 de febrero, fue un avión RC-135 Rivet, de la Fuerza Aérea, especializado en captar comunicaciones desde tierra.
Las misiones han incluido sobrevuelos en los estados fronterizos de California, Arizona y Texas, que no sólo han detectado las actividades de los narcotraficantes, sino que sirven de apoyo para los especialistas en inteligencia encargados de evaluar las posibles amenazas y los flujos migratorios que buscan llegar a Estados Unidos.
El despliegue de vigilancia aérea ha sido usado a lo largo de décadas por parte de Estados Unidos, que ha mantenido una colaboración constante con México, siempre bajo el esquema de la cooperación en inteligencia y seguridad.
Pero los mismos funcionarios estadounidenses reconocen que se daba no más de un vuelo de este tipo al mes y en la frontera entre nuestro país y el suyo.
Estados Unidos está preocupado porque dice que los cárteles mexicanos estan inundando su país de fentanilo, pero el tema es mucho más complejo.
Los cárteles mexicanos se fortalecieron enormemente durante el sexenio pasado con la política de “abrazos y no balazos”. Estos mismos cárteles de la droga han amenazado con enviar drones a la frontera para afectar a los agentes de Migración y Control de Aduanas, y eso sí es una amenaza directa de criminales mexicanos a autoridades estadounidenses.
En México, las tensiones por la intervención en territorio nacional ha generado incertidumbre. Hoy, Estados Unidos podría ir tras cárteles mexicanos.
Hoy, tanto la gente del Cártel de Sinaloa, incluyendo sus distintas fracciones, y miembros del Jalisco Nueva Generación están cuidándose y tratando de manejarse en zonas más aisladas.
Es una buena estrategia del Gobierno mexicano trabajar en colaboración con las fuerzas de seguridad estadounidenses. Hay acuerdos, hay relación entre las instituciones.
Es la única manera de evitar que Estados Unidos intervenga en México.
Ojalá toda esa tecnología que están utilizando se use también para bloquear el ingreso de armas estadounidenses a México.Ojalá toda esa tecnología que están utilizando se use también para bloquear el ingreso de armas estadounidenses a México.