Ayuda sucia
04-03-2014 Después de la detención del Joaquín El Chapo Guzmán, en Sinaloa, las marchas para apoyarlo, exigiendo su liberación y pidiendo que no proceda la extradición a Estados Unidos, no se han hecho esperar. Muchas personas se agruparon cerca de la capilla de Jesús Malverde y comenzaron a gritar: “No a la extradición de El Chapo”, “Viva El Chapo” y “Sin El Chapo, Sinaloa se va a morir de hambre”. Son familiares y amigos del capo, pero también son personas que han recibido apoyos económicos del Cártel de Sinaloa.
Algunos llevaban camisetas con imágenes de El Chapo, que fueron proporcionadas por la misma gente de Guzmán Loera. No deja de llamar la atención que muchos de estos seguidores, algunos de los cuales han sido ya detenidos, portaban armas en la manifestación. Pero El Chapo no es el único personaje del crimen organizado que ha brindado apoyos a los ciudadanos que habitan en sus pueblos de origen o comunidades cercanas y han intentado movilizarlos en su favor.
Ismael El Mayo Zambada durante años solía llegar a El Álamo, una pequeña localidad cercana al poblado de El Salado, que se encuentra cerca de la carretera que va de Culiacán a Mazatlán, acompañado de varias camionetas con cartones de cerveza y dinero para repartir. Decía que lo hacía por el cariño que le tienen los habitantes de su pueblo natal. Incluso su familia fundó una estancia infantil llamada Niño Feliz, decían que para apoyar a la gente.
En realidad, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos afirma que ahí se lavaba dinero. Cuando falleció Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, el entierro se llevó a cabo en Guamuchilito, Sinaloa. Fue en julio de 1997 cuando miles de personas llegaron al portón de la hacienda familiar, unos en automóviles lujosos y otros, los del pueblo, a pie, pero todos queriendo despedirse del capo. Fue el hombre más buscado de México y amasó una fortuna inmensa.
Por una parte, tenía en su haber miles de asesinatos relacionados con el narcotráfico; por el otro, era benefactor de muchos en su pueblo, y ha sido el más adorado en la Parroquia de Jesús Malverde. Hace muy poco vimos un video donde Servando Gómez, La Tuta, uno de los principales dirigentes de Los Caballeros Templarios, reparte dinero a personas de escasos recursos. También sabemos que Heriberto Lazcano, ex líder de Los Zetas, financió una iglesia en su natal Hidalgo. Los miembros del Cártel del Golfo reparten regalos en Navidad a las personas que convocan en plazas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, y también después de los huracanes Ingrid yManuel, entregaron ayuda a los damnificados.
Todos estos personajes del crimen organizado quieren tener, sobre todo entre los pobres y los más humildes, a cómplices y guardianes. No podemos permitir que esto suceda, que los que son beneficiados con apoyos del crimen organizado no pierdan la realidad de quiénes son estos hombres. Muchos se asombran con los regalos que puedan recibir, pero en realidad estos capos son criminales, que tienen en su haber miles de muertes, que reparten droga a los niños y sobre todo son los responsables en gran medida de la violencia que se vive en nuestro país.
Bibiana Belsasso