Bella Ciao en Paseo de la Reforma
Como si fuera una secuela de la famosa serie La Casa de Papel, la Casa de Moneda de la Ciudad de México fue asaltada. A diferencia de la serie en la cual se tardaron días en poder cometer el atraco, el asalto de ayer fue rápido y el botín, más de mil 500 centenarios.
Alrededor de las nueve y media de la mañana, al menos tres sujetos armados amagaron al único guardia de seguridad armado que vigilaba la entrada a la Casa de Moneda.
Dos de los asaltantes sometieron a dos hombres y tres mujeres, mientras el tercero de ellos se quedó en la puerta del edificio para vigilar.
Los dos hombres se dirigieron directamente a la bóveda, donde sustrajeron mil 567 centenarios y algunos relojes conmemorativos, valuados en aproximadamente 52 millones de pesos.
La realidad supera la ficción. El asalto no se trató de un capítulo más de la serie La Casa de Papel… fue un robo que ocurrió en pleno centro de la Ciudad de México, a plena luz del día y sin ningún disparo.
Por lo pronto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana detalló que las cámaras del C5 analizan la ruta que siguieron los delincuentes… mientras que la Secretaría de Hacienda confirmó el robo sin dar detalle de los objetos y el monto robado.
Se sabe que la seguridad de la Casa de Moneda estaba a cargo de una empresa privada, por lo que se investiga si los trabajadores están involucrados.
Es por eso que el personal de la Casa de Moneda se encuentra declarando en la Fiscalía General de la República.
La Casa de Moneda México es un organismo descentralizado de Hacienda que se encarga de producir monedas y comercializar medallas. Fue fundada en 1535; sin embargo, la que se ubica en Paseo de la Reforma sólo es un centro de distribución.
Es la segunda vez que ocurre un asalto en dicha tienda.
En julio de 2018, sujetos irrumpieron en la sucursal y con mazos rompieron las vitrinas.
Lo cierto es que este robo no es el único en el que especialistas aseguran que los delincuentes trabajan de manera muy similar a la trama de la serie La Casa de Papel.
Apenas el pasado 26 de julio, ocho hombres robaron 750 kilos de oro valorados en más de 30 millones de dólares. El atraco se realizó en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, en Brasil.
Para pasar desapercibidos, los asaltantes colocaron adhesivos dorados en camionetas para simular los automóviles de la Policía Federal, además vestían trajes negros e insignias similares a los de la corporación.
Esta misma acción es muy similar a la que hicieron los actores de la serie española durante los primeros capítulos de la recién estrenada tercera temporada de La Casa de Papel.
Fue así como el grupo de criminales ingresó hasta el almacén de Exportación abordando a los agentes de la terminal de cargas.
Se llevaron 750 kg de metales preciosos; incluyendo oro… el cargamento iba con rumbo a Zúrich y Nueva York.
La noche anterior al robo, los miembros de la banda secuestraron al supervisor de Logística del Aeropuerto de Guarulhos, para conseguir información para el atraco.
Ya con toda la información, los delincuentes utilizaron credenciales falsas de la Policía Federal y una vez dentro, los ladrones obligaron a los trabajadores a colocar la carga de oro en los dos vehículos.
El atraco duró tan sólo dos minutos y medio… luego, los ocho hombres salieron del aeropuerto en los vehículos para después huir en una ambulancia y una camioneta.
A diferencia de la serie referida, en este asalto no hubo tiroteos ni heridos. El robo se dio a plena luz del día sin afectar las actividades del aeropuerto.
Pero en Argentina hubo un robo que se anticipó a la trama de La Casa de Papel.
Fue hace 13 años cuando seis ladrones vaciaron 147 cajas de seguridad de un banco a las afueras de Buenos Aires y huyeron por un túnel en lanchas inflables. Fue considerado el robo del siglo argentino.
Fue como una película. El 13 de enero de 2006 en la sucursal del Banco Río de Acassuso, en Buenos Aires, dentro del banco estaban seis ladrones y 23 rehenes, afuera, más de 300 policías con fusiles y escudos y desde lo alto, ocultos, vigilaban a la distancia cuatro francotiradores.
Luego de cinco horas de tensión, los policías irrumpieron en el banco, pero los asaltantes se habían fugado por un túnel.
Además de llevarse 15 millones de dólares, dejaron un mensaje: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores”.
Pero el final no fue el deseado para los delincuentes, si bien del botín sólo se recuperó un millón de dólares, los miembros de la banda fueron detenidos, aunque no pasaron más de cinco años en prisión.
Les bajaron la pena porque usaron armas de juguete. Ninguno de ellos volvió a cometer delitos y se desconoce el paradero del dinero. La banda cayó por la delación de la esposa de unos de los ladrones. ¿El motivo? Su marido pensaba fugarse con su amante más joven.
Además de ser considerado el robo más importante de la historia criminal argentina, el atraco tuvo un detalle que llamó la atención de todo mundo: Fernando Araujo, el ideólogo y ejecutor del plan, no tenía un pasado criminal.
Pintaba cuadros en su atelier, a 10 cuadras del banco, y era profesor y campeón de jiu jitsu. Pero un día se le ocurrió dar un golpe como ningún otro. Planeó el asalto durante dos años.
La Casa de Papel es una serie muy disfrutable, pero la realidad de nuestros países es terrible.