Beryl llega a México
Ya nos lo habían advertido los expertos. Por el cambio climático que ha provocado el calentamiento de los océanos, este 2024 será de mayor cantidad de ciclones y huracanes y además, con mucha mayor fuerza.
La previsión para el Pacífico es de entre 15 a 18 ciclones tropicales esta temporada, y se apega a la media histórica. Los focos rojos están puestos en el Atlántico: de los 14 ciclones tropicales que en promedio se forman cada temporada en sus aguas, el pronóstico prevé la formación de entre 20 y 23, un aumento del 50 por ciento provocado por la influencia de La Niña.
Uno de los más fuertes, ya convertido en huracán, es Beryl, que comenzó a formarse el pasado domingo 30 de junio como una tormenta tropical en el océano Atlántico, entre las islas de Cabo Verde, Sudáfrica, y el Caribe.
Hace más de 20 años que la zona del Caribe no recibe una tormenta de esta intensidad, que podría provocar grandes estragos en tierra. Pero los mismos especialistas indican que la trayectoria de Beryl comienza a cambiar y con ello, pronostican que baje de intensidad en su paso por el Caribe. Ojalá, pero también está la posibilidad de que pudiera volver a tomar fuerza en cualquier momento.
Beryl, en poco tiempo, en tan sólo cuatro horas, pasó de una tormenta tropical a un huracán Categoría 4, algo inusual para estas fechas del año. Esta intensidad en años anteriores comenzaba meses después.
El pasado domingo en la noche, ya con la fuerza de huracán, Beryl tocó tierra en una pequeña isla de Granada, en el mar Caribe. Los daños han sido enormes, cientos de personas han tenido que abandonar sus hogares y buscar refugio.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en los momentos de escribir estas líneas, prevé que Beryl impacte este miércoles a Jamaica y que podría llegar al sur de República Dominicana y Haití.
La fuerza de Beryl ha subido a huracán Categoría 5 y descendido a Categoría 4. Pero las intensidades cambian repentinamente. Aún así, se espera que llegue a las costas de México con mucha fuerza.
Se pronostica que en nuestro país pegará dos veces, la primera de ellas será por la península de Yucatán, entre la noche del jueves 4 de julio y la madrugada del viernes 5; se espera que llegue como huracán Categoría 2 o Categoría 1.
La zona con mayores afectaciones será Quintana Roo, pero también se prevé que habrá afectaciones serias en Campeche y Yucatán.
Se pronostica que la segunda vez que Beryl toque tierra en México será en los límites de Veracruz y Tamaulipas. Se espera que sea entre el domingo 7 de julio y la mañana del lunes 8, y los pronósticos hasta ahora son que llegará con menos fuerza.
Pero como decimos, ante el calentamiento de los océanos, estos fenómenos se pueden intensificar rápidamente. El calor en el mar funciona como máquina de vapor y le puede dar mayor fuerza a la tormenta en muy poco tiempo, como sucedió con Otis en Guerrero.
Tras las experiencias que hemos vivido, por ejemplo, en el caso de Otis, se deben tomar precauciones extremas. Y es que, en el caso de ese huracán, la fuerza del fenómeno natural se intensificó muy rápido a Categoría 5, en muy pocas horas. En un principio se pensó que sería un ciclón o una tormenta tropical. Nunca en la historia de Guerrero se había vivido un huracán de esta magnitud.
De las tragedias se aprende y después del devastador huracán en Guerrero, las autoridades, tanto locales como federales, se están preparando e informan a la sociedad.
Se está haciendo a través de canales oficiales y medios de comunicación como radio, televisión y prensa, para evitar la rumorología que suele extenderse por las redes sociales. Por eso, es tan importante tener un radio de pilas en caso de que se pierda la energía.
Recomiendan a sus habitantes tomar una serie de medidas de precaución que incluyen la identificación de refugios, preparación de kits de emergencia y suministros, cubrir puertas y ventanas en las viviendas, desconectar aparatos electrónicos, cerrar llaves de gas y agua y mantenerse alejado de puertas y ventanas.
Los especialistas señalan que el hecho de que se haya formado tan pronto Berly en ese lugar del Atlántico “es una señal de la hiperactividad de la temporada de huracanes que se avecina”.
Según Eliot Jacobson, profesor de matemáticas y egresado de la Universidad de Arizona, el calentamiento de los mares es lo que más nos debería preocupar, pues el mar es como un reservorio de calor y no permite que las temperaturas atmosféricas, a las que se pone más atención, desciendan.
Él ha revisado las temperaturas del océano Atlántico y advierte que lleva 469 días con temperaturas superiores a los 20 grados; sólo el pasado 26 de junio no hubo un récord, pero eso no implicó que se estuviera por encima del promedio.
Es la primera vez que una tormenta alcanza esa fuerza en el año desde que se tienen registros que se remontan a 1851, y de acuerdo con los analistas, Beryl es un indicador de cómo el calor extremo, provocado por el cambio climático, está generando desastres meteorológicos en todo el mundo.
Beryl ya superó a Dennis como el huracán más temprano en llegar a la Categoría 4. Dennis alcanzó esa fuerza en julio de 2005, el año en que se produjeron 28 tormentas.
Y es que pocos están conscientes de que el cambio climático está generando graves estragos, y este tipo de fenómenos traen consigo grandes pérdidas, desde lo económico hasta vidas humanas.
En alerta
- Este año, el Atlántico tendrá una temporada de huracanes muy por encima del promedio, de los cuales hasta siete pueden ser de categoría mayor, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos.
- En la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el pasado 1 de junio, se han formado hasta ahora tres tormentas tropicales: Alberto, Beryl y Chris.
- De acuerdo con especialistas de la Universidad de Colorado, en esta época del año, el inicio de la temporada de huracanes no suelen formarse meteoros tan potentes, sino que se forman unos de menor peligro, que tienden a avanzar hacia Estados Unidos.
- Indican que los huracanes como Beryl suelen formarse hasta finales de agosto y principios de septiembre, cuando está en su pico la temporada de huracanes.