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Cancelación del NAIM es una pérdida de confianza en mercados: Mota

Después de que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, confirmara el lunes que se cancelaría el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, el peso se depreció frente al dólar y los mercados financieros recibieron mal la noticia. De esto habla uno de los más importantes periodistas financieros, Carlos Mota. 

 

BB: Tras el anuncio hubo un desastre financiero, de calificadoras, intereses, el dólar, ¿cómo se da esto y por qué?

 CM: La cancelación del aeropuerto de Texcoco es un duro golpe para el marco macroeconómico de México, como lo caracterizó Citibanamex en un reporte que justo liberó este martes. Cuando el Presidente electo hace el anuncio el peso se empieza a depreciar y la Bolsa Mexicana comenzó a caer. Lo que hay que comprender es que está interrelacionado lo que ha hecho López Obrador con lo que podríamos llamar una pérdida de confianza de los mercados internacionales ante los compromisos que México tiene con sus emisiones de bonos y con los instrumentos financieros en donde se ha respaldado durante mucho tiempo. México tenía un buen circuito, muy vigoroso, de bonos y de instrumentos financieros que ha colocado con éxito durante mucho tiempo en los mercados. El anuncio de la cancelación modifica radicalmente el juego.

BB: ¿Cómo afecta esta decisión a la gente de más bajos recursos?

CM: Muchos trabajadores, obreros, personal de limpieza, gente de la base de trabajo en México tiene una afore para cuando sea mayor; ese dinero que se va juntando se invierte en diferentes instrumentos, en la Bolsa, en valores extranjeros o en diferentes instrumentos que son emitidos a través del mercado. Unos de esos instrumentos son los que emite el gobierno mexicano, por ejemplo, para financiar el aeropuerto, de manera que muchos trabajadores que tienen una afore, puede ser que estén invertidos sus ahorros en este aeropuerto que se acaba de cancelar.

BB: Que era realmente un fondo muy seguro hasta ahora…

CM: Sí, el bono que fue emitido para ese propósito recibió la calificación de “grado de inversión” de Moody’s, que la misma tarde del lunes decidió bajar la calificación. Cuando bajas la calificación, un analista externo, bien calificado, te dice: “Ese bono que fue emitido probablemente ya no te lo paguen”. Y ¿qué significa eso? que el dinero de la gente, mexicana o extranjera, que compró esos bonos está viendo una probabilidad creciente de que quizá ya no le paguen el dinero que le prometieron cuando compraron esos bonos y ese es el riesgo para cualquier persona de a pie.

BB: ¿Realmente se va a ahorrar con el problema económico que se viene para México y teniendo que reconstruir los otros dos aeropuertos, que ya dicen todos los estudios que son inviables?

 

CM: Lo más difícil es calcular lo que se conoce como los costos indirectos, porque una cosa es calcular lo que es precisamente la obra en Texcoco, cancelarla y pagarle a los constructores, pero hay otros que no se han calculado y son costos indirectos, por ejemplo, ¿cuánto va a costar mover a las familias que viven en Santa Lucía?, ¿cuánto va a costar la infraestructura para llegar a Santa Lucía, ya sea un tren, una carretera, un carril confinado que hay que acondicionar para conectar los 2 aeropuertos? Todos esos costos ni siquiera se han analizado, entonces, lo más probable es que resulte más cara esa decisión que ha tomado el Presidente electo de lo que ya teníamos en marcha. Si lo piensas así, la depreciación del peso después del anuncio, con ese pesito más que cuesta cada dólar se habría pagado lo que falta y habría sobrado dinero para pagar lo que falta del aeropuerto.

BB ¿Me estás diciendo que sólo con la depreciación del peso se hubiera terminado de pagar el nuevo aeropuerto?

CM: La deuda externa de México es de alrededor de 200 mil millones de dólares, entonces, si haces los cálculos sale que se pagan con creces los 88 mil millones de pesos que faltaban para finalizar el aeropuerto y hay que considerar que México tiene que pagar intereses de deuda en dólares, es decir, el próximo gobierno se puso un balazo en el pie porque lo que está haciendo es que su propio servicio de deuda, los intereses, le van a costar más el próximo año.

BB: ¿Cuánto va a costar, estamos hablando de costos indirectos, la demolición de toda la obra que ya se tiene?

CM: Exacto, hay quien me decía, yo no soy experto en el tema, pero me decían que hay que extraer los pilotes que están enterrados en el suelo porque medioambientalmente las leyes tienen algún apartado donde se obliga que si vas a desmontar lo construido y a demoler, pues también tendrías que retirar eso, así que me imagino que habría que hacer esos cálculos. 

BB: Entonces no se está ahorrando ni un peso con la cancelación de Texcoco. 

CM: No se está ahorrando nada, el daño es mucho mayor aunque el cálculo no está hecho, pero lo estaremos viendo en costos indirectos y en costos de cancelación.

BB: Este tipo de costos, de dinero que podría utilizar el nuevo gobierno en programas sociales, es un dinero que se está perdiendo prácticamente.

CM: El gobierno está viendo como una partida muy simple, está diciendo: “Ya no voy a gastar estos 88 mil millones adicionales, esto de Santa Lucía me va a costar nada más 77 mil, me puedo llevar las obras y a los constructores de un aeropuerto al otro”, pero no nos han dicho nada de cuánto costarían estos otros costos indirectos. El día que tengamos ese cálculo tendremos una cifra más apegada a si el gobierno podría usar este dinero para los temas sociales que mencionas. Es presumible que sí, que como le va a salir más caro el caldo que las albóndigas habría mejor dedicar ese dinero a los programas sociales.

BB  ¿Crees que los empresarios quieran invertir en Santa Lucía?, ¿les conviene?

 

CM: Eso va a tardar varias semanas en determinarse. Me parece que los empresarios que están con contratos específicos para hacer algo, cambiarles la jugada a otro lado modifica las cosas porque hay otras condiciones de suelo, de vientos y de edificación, no es simplemente ‘quita esto aquí, pon esta otra cosa allá’; cada lugar tiene su topografía, sus condiciones particulares de dureza del suelo y todos estos temas sí impactan en costos de los materiales, en los cálculos ingenieriles, en fin, todo esto hay que rehacerlo y decidir si es trasladable o no en esos términos, pero contractualmente no, porque los contrataron para hacer el aeropuerto de Texcoco.