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Cártel de Sinaloa y CJNG en EU

En el más reciente informe de la Administración de Control de Drogas, la DEA, se especifica que Estados Unidos enfrenta la mayor crisis de drogas que haya enfrentado hasta ahora, la más peligrosa y mortal. Y señala a los cárteles de la droga mexicanos por ser los principales responsables de inundar de droga su país.

Según las investigaciones de la DEA, son los cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, los responsables de las operaciones para traficar fentanilo y metanfetaminas, debido a que estos grupos han cambiado las drogas como la cocaína y la heroína, por las sintéticas, las cuales se han convertido en las más adictivas y letales.

Para Estados Unidos este problema es enorme porque son miles las personas que han muerto por sobredosis tan sólo por fentanilo.  

Además, la cantidad de adictos a esta droga que deambula por las calles, también son miles, y el Estado está teniendo que suministrar dosis para que no se mueran y una medicina que se llama naxolona para revertir los efectos de estos opioides.

En estados como California, son tantos los casos de personas adictas que parecen literalmente zombies, que hay máquinas expendedoras con este medicamento de manera gratuita afuera de los centros de salud, para evitar más muertes.

Mientras el Gobierno de Estados Unidos está invirtiendo millones de dólares para tratar de controlar la epidemia y que disminuya el número de muertes, la DEA advierte que estas drogas les hacen ganar miles de millones de dólares al año a los cárteles mexicanos, gracias a la extensa red criminal que tienen en 40 países y en los 50 estados de la Unión Americana.

Además, aseguran que estos dos cárteles mexicanos han eliminado a su competencia en Estados Unidos. La realidad es que estos grupos más bien han absorbido a la gente que trabaja en el negocio de las drogas en ese país.

Allá también tienen operadores con quien trabajan, pareciera más bien que han incorporado a las personas que traficaban y distribuían droga principalmente a estos cárteles, Sinaloa y CJNG, quienes la distribuyen y regresan parte de los recursos a nuestro país.

En el informe explican que el liderazgo del Cártel de Sinaloa está teniendo complicaciones y que ahora después de la detención y extradición de Joaquín Guzmán Loera se está dividiendo y generando mayor violencia.

Hoy las agencias estadounidenses ya no reconocen a Ismael El Mayo Zambada como líder absoluto de ese grupo criminal, aseguran que tiene problemas de salud, y sus más allegados, incluyendo a un hijo, están detenidos en Estados Unidos, otros tres de sus hijos han sido ya liberados por colaborar con las autoridades, pero ya no parecen estar en el negocio de la droga.  

Ahora aseguran que los hijos de Guzmán Loera son de los principales operadores. Hoy Ovidio ya está detenido, fue extraditado el pasado mes de septiembre y se encuentra en una prisión de Chicago, aunque sus hermanos y medios hermanos siguen operando el negocio principalmente de las drogas sintéticas.

Para la DEA, el Cártel de Sinaloa está fraccionado en cuatro grupos principales que cooperan entre sí, compartiendo rutas de contrabando, contactos de funcionarios corruptos, acceso a proveedores de sustancias ilegales y redes de lavado de dinero.

Estos grupos son: Los Chapitos, formado por los hijos de El Chapo, El Mayo Zambada; el de Aureliano El Guano Guzmán Loera, hermano de El Chapo y Rafael Caro Quintero, uno de los cofundadores del extinto Cártel de Guadalajara y actualmente encarcelado en México.

La DEA asegura que este grupo opera libremente por algunas partes de México “porque tienen una red corrupta de miembros de las fuerzas del orden, militares y contactos políticos”.

Menciona que el negocio de fentanilo del Cártel de Sinaloa es mayor al del CJNG, ya que trafica con él desde 2012, mucho antes de que Estados Unidos pusiera a la droga sintética en la parte más alta de su lista de prioridades.

En contraste, destaca que el CJNG es liderado por una persona, el informe no lo dice textual, pero se refiere a Nemesio Oseguera Cervantes, aunque la DEA señala textualmente que “está supervisado por Rubén El Mencho Oseguera Cervantes”, posiblemente un error, en el que mezcla el nombre del hijo del Mencho, Rubén Oseguera González El Menchito, quien se encuentra en prisión, y los apellidos de su padre y máximo líder: Oseguera Cervantes.

El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, también enfrenta problemas serios de salud. Se dice que requiere diálisis. La familia de El Mencho ha sido detenida, luego liberada, pero ese cártel trabaja de una forma particular, como asegura la DEA que trabaja con un modelo de franquicias. Esto permite que cada grupo opere como una célula independiente que se especializa en distintos puntos de la cadena criminal o atiende de forma diferente las necesidades de sus mercados locales; a cambio pueden acceder a “prácticas comerciales” dictadas por el cártel y poder usar las siglas “CJNG”.

Así, las células aliadas absorben los costos de operación y dan un porcentaje de las ganancias a El Mencho, lo que le ha permitido expandirse más rápido. Sin embargo, la DEA señala que este modelo de negocio tiene sus deficiencias, ya que esas franquicias han llegado a hacer alianzas con grupos rivales del CJNG.

Todo esto ya se sabía, pero llama la atención como en este informe se cuestionan a las autoridades mexicanas por el poco combate a las organizaciones criminales en nuestro país.

Para poder realizar todas esas actividades ilícitas, la DEA señala que los cárteles tienen una “compleja red de conspiradores” que incluye transportistas internacionales y transfronterizos, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fantasma y lavadores de dinero.

Esta agencia de seguridad reconoce cierta participación de Estados Unidos en este tráfico de drogas sintéticas al señalar que, por la poca cantidad de insumos para fabricarlas, algunos precursores llegan a su territorio y luego son reenviados a México.

En el caso del Cártel de Sinaloa, señala que, a pesar de estar metido en la fabricación de drogas sintéticas, más rentables, nunca ha abandonado la producción de cocaína, heroína y marihuana.

Aunque la DEA se contradice en el informe, por un lado, cuestiona a las autoridades de nuestro país por la estrategia que se ha llevado en el combate al crimen organizado y, por otro, reconoce el trabajo de México y China para controlar el tráfico de fentanilo y los precursores para fabricar drogas sintéticas, considera que ese flujo “hacia México continúa sin disminuir”.