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Caso Cabañas, sentencia JJ y las apuestas en el futbol


¿Recuerda usted el caso del futbolista Salvador Cabañas del América, quien recibió un balazo en la cabeza en el Bar Bar? 

Pues han pasado 12 años, tres presidentes de la república, seis procuradores y fiscales generales, para que finalmente hubiera sentencia contra un conocido narcotraficante, José Jorge Balderas Garza apodado El JJ, que fue quien disparó contra el futbolista Salvador Cabañas en un bar del sur de la ciudad de México el 25 de enero de 2010.

Esa noche, El JJ, uno de los principales operadores de los Beltrán Leyva, disparó en los baños de Bar Bar contra Cabañas sin que se sepa hasta el día de hoy la causa de fondo de la agresión. Esta semana, al fin, 12 años después de aquel ataque, El JJ fue condenado a 36 años de prisión.

En una investigación especial, que realizamos junto con Jorge Fernández Menéndez y que se publicó en el libro Justicia inútil, editorial Taurus, en 2010, fuimos a fondo en el tema y siempre se tuvo la tesis que tras el atentado contra Salvador Cabañas podrían estar involucradas las apuestas en el futbol. Poco más de una década después el futbolista Salvador Cabañas, todavía con el casquillo en la cabeza de la bala que lo impactó, declaró que la razón del atentado en su contra fue porque “apostó en contra de nosotros”.

“Siempre lo voy a decir y si encuentro al señor delante de mí le diré que lo perdono, por algo estoy con vida y siempre le agradeceré al ser supremo y a la gente que me apoyó”, dijo.

“La realidad es que en ese partido (Morelia) yo había marcado dos o tres goles, me parece, y ganó el equipo, supuestamente él apostó en contra de nosotros y por eso sucedió. Yo no recuerdo bien, pero es hasta donde me acuerdo”, añadió.

Cabañas nunca había declarado que efectivamente el tema de las apuestas en el futbol había tenido un móvil en el atentado. Cuando habían transcurrido apenas seis meses después del atentado, declaró en Paraguay, a solicitud de la justicia mexicana, y siempre dijo que no reconocía a los agresores. Que estaba lúcido, pero que, a consecuencia de la bala, había sufrido pérdida de memoria. Al jugador se le mostraron fotografías de los agresores: El JJ y de su cómplice, El Contador, y aseguró que logró identificarlos, pero jamás confesó que se trataba de un tema de apuestas en futbol. Pero ni en las declaraciones o entrevistas anteriores había aceptado que el atentado tenía que ver con un tema de apuestas en el futbol.

Han pasado más de 12 años en los que publicamos, junto con Jorge Fernández Menéndez, un capítulo completo del caso de Salvador Cabañas en el libro Justicia inútil, en donde insistimos que el tema era de apuestas en el futbol. Esto es un extracto de lo que escribimos en ese libro.

Salvador Cabañas tendría que haber estado en el Mundial de Futbol de Sudáfrica con la selección de su país, Paraguay, pero en la madrugada del 25 de enero el sueño terminó: yacía, a las 5:30 de la mañana, en el piso del baño de una discoteca del sur del entonces Distrito Federal, célebre por recibir futbolistas, socialités y toda la fauna social que los acompaña, con un balazo en la cabeza. Nadie había visto nada.

Pero los meseros, quienes fueron instruidos para desalojar rápidamente a los parroquianos, limpiar la sangre y no dar explicaciones, dejaron los videos de seguridad del local y en pocas horas se pudo saber qué había sucedido. Con los videos, los investigadores, que pudieron entrar al lugar 4 horas después de ocurridos los hechos, recrearon la secuencia del ataque al futbolista. En el video se podía apreciar que dos hombres, uno conocido como El JJ, de aproximadamente 35 años de edad, de complexión atlética, así como otro, conocido como El Contador o El Paco, fueron identificados como los probables responsables del ataque.

Alrededor de las 5:14 horas, los agresores suben al sanitario de hombres y dos minutos después, El Paco sale de los servicios y sostiene una plática con una mujer, de la que luego se supo que era una muy joven bailarina cubana que visitaba habitualmente el lugar; mientras que El JJ permanece al interior del baño. Minutos después, Cabañas sube las escaleras que llevaban al baño e ingresa al tiempo que El Paco se despide de la bailarina y se mete de nuevo al sanitario. Pasa menos de un minuto y los presuntos agresores salen del lugar cuando el reloj de la cámara marca las 5:18 horas.

En la grabación se puede observar cómo uno de los encargados de seguridad del bar llega inmediatamente al lugar y habla por su sistema de comunicación interna; mientras que El JJ y El Paco salen caminando sin que nadie los moleste. A las 5:19 horas ya estaban fuera en su camioneta blindada, con un carro de custodia, y huían.

Un sueño que terminó con un disparo

Lo que sucede es que El JJ, quien le disparó a Cabañas, era uno de los lugartenientes más importantes de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien fuera jefe de sicarios de Arturo Beltrán Leyva.

El caso entró en una suerte de cono de sombra. Las versiones sobre el móvil real de la agresión tomaron nuevos rumbos. Durante los primeros días, la Procuraduría descartó que el móvil fuera una diferencia con relación a la joven bailarina cubana, que se veía en los videos, pero no se estableció ningún otro móvil. La vuelta de tuerca pareció ser el testimonio del encargado de la limpieza en el baño de caballeros, Javier Ibarra Coronel.

Originalmente, este hombre declaró que había atestiguado un fuerte intercambio de palabras entre Salvador Cabañas y Balderas, el presunto agresor, pero que no había podido escuchar lo que decían porque la música estaba muy alta.

Ahora sabemos que en su última declaración sostuvo que, en realidad, Balderas le reclamó en uno de los baños a Cabañas por no haber anotado en el juego del día anterior contra Morelia.

Esta narración puede ser lo que en realidad ocurrió, pero resulta una versión aparentemente fragmentada: ¿De la ausencia de qué goles se quejaba Balderas?, ¿por qué tendría que darse un enfrentamiento tan violento sin antecedentes previos y entre dos hombres que, luego lo supimos, se conocían de tiempo atrás?

Primero fue la versión de un lío de faldas por la muchacha cubana, Diana, que aparece en el video de seguridad. Eso se descartó. ¿Por qué Balderas le reclamaba a Cabañas por los goles, qué había sucedido?

Una de las hipótesis es el de las apuestas en el futbol. Esa investigación periodística que se hizo sobre las apuestas en el futbol, fue verificada por el propio Cabañas, pero que nunca formó parte de la investigación judicial.