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Castigando el éxito

Ayer tuve la oportunidad de ir, nuevamente, al gran premio de la Fórmula Uno en el Autódromo Hermanos Rodríguez. No creo que haya un evento masivo en nuestra ciudad, y me atrevería a decir que en el mundo, salvo la Champions League y la Copa Mundial de Futbol, que genere tanto interés, entusiasmo y repercusión.

  Decenas de miles de espectadores, millones de personas que ven el gran premio por televisión, un despliegue técnico impresionante y, lo mejor de todo: una organización ejemplar. No en vano el gran premio de la F1 de México ha sido considerado el mejor circuito mundial de los tres últimos años y, muy probablemente, este año repitamos ese reconocimiento.

Es una jornada memorable que genera una derrama económica enorme para la ciudad. Desde días antes estaban agotados los cuartos de hotel, llenos los restaurantes y centros comerciales y no había espacios disponibles en los vuelos. En el autódromo y en la ciudad, en los centros comerciales y restaurantes, uno se encontró este fin de semana con visitantes de todos los estados de la república (la presencia de regiomontanos fue notable), de Centroamérica y de Colombia.

Estamos hablando de miles de millones de pesos de beneficios para la ciudad y el país. En los próximos días se publicarán las cifras de este año, pero el año pasado, el gran premio de F1 tuvo 337 mil 43 espectadores, fue transmitido en 200 países por medio de 110 televisoras y recibió dos mil 400 horas de cobertura a nivel global; además, se publicaron 23 mil 953 notas en prensa, alcanzando 38 mil millones de impactos alrededor del planeta. La marca México se convirtió en una de las de mayor presencia en televisión de todo el campeonato de F1, lo que generó para nuestro país un total de mil 391 millones de pesos en exposición mediática. La competencia produjo ingresos por ocho mil 400 millones de pesos que, sumados a los seis mil 380 millones de pesos derivados de la exposición mediática global, nos dio beneficios por 14 mil 780 millones de pesos. A eso hay que sumarle la creación de ocho mil 700 empleos, mismos que originaron ganancias en salarios por más de mil 700 millones de pesos.

Es un enorme éxito global, como lo han sido los juegos de la NFL, las competencias de tenis y ecuestres de los principales circuitos internacionales. El valor real de todo ello es inconmensurable. Y todo eso está en peligro. En los círculos más cercanos a la futura Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ayer mismo decían que organizar un gran premio de F1 les parecía un dispendio, y lo mismo opinaban del tenis, la NFL o la equitación.

Y el sábado fue la tercera edición del Desfile de Día de Muertos de la Ciudad, en Paseo de la Reforma, que tuvo alrededor de 1.5 de millones espectadores; otro éxito más para atraer turismo.

Son millones los turistas que han volteado a ver a México. Y toda esta derrama económica apoya a toda la gente, sin distinción de clases sociales. Es verdad, estos eventos cuestan hacerlos, y mucho, pero lo que se recupera es infinitamente mayor. No logro entender cómo algunas personas del nuevo gobierno creen que esto es un despilfarro.

Quizá por eso también creen que tener un aeropuerto de alto nivel tampoco tiene sentido. No comprenden que para México haber obtenido esos reconocimientos y la posibilidad de organizar éstas y otras competencias internacionales es un enorme honor y una oportunidad. No entienden que la marca México es uno de nuestros mayores atributos y que una competencia que es vista por miles de millones de personas por televisión en todo el mundo y con más de 330 mil espectadores con boleto pagado, es uno de los mayores éxitos de los que puede presumir un país en esta aldea global.

Esperemos que reine la sensatez y que el nombre de México, en éste y en muchos otros eventos, cada vez más pueda ser exhibido ante el mundo.

Espectáculos en riesgo

Horacio de la Vega, director del Instituto del Deporte de la CDMX, afirmó que el Gran Premio de México de la Fórmula Uno (F1) es el evento deportivo más importante en la capital del país, pues la millonaria derrama económica que deja cada año “supera tres o hasta cuatro veces la inversión, no hay otro evento que se compare”.

Afirmó que el Gran Premio de México ha sido un escaparate importante para la Ciudad de México de mostrar las opciones de turismo que ofrece a los visitantes, así como el éxito deportivo y la derrama económica para la capital del país.

El Gobierno federal planteó traer la F1 en 2014 como una estrategia de posicionamiento turístico que dejaría una derrama estimada de 190 millones de dólares y 18 mil empleos temporales directos e indirectos. Tan sólo ayer se tuvo una asistencia de 82 mil 230 personas que pagaron desde mil 500 a 20 mil pesos por boleto.

Y el sábado, en la celebración del Desfile por el Día de Muertos, más de millón y medio de personas disfrutaron de ofrendas móviles, carros alegóricos, mojigangas, marionetas y catrinas gigantes.

La propuesta para la Conade en el nuevo gobierno, Ana Gabriela Guevara, puso en duda la continuidad de la F1 en México, al afirmar que el Presidente electo pidió “no tomar más eventos internacionales durante 2019 y 2020 para apoyar más a los deportistas”.

 

El nuevo gobierno tendrá hasta finales de febrero para decidir la continuidad de este evento. José Sánchez, presidente adjunto del comité organizador de la F1, dijo que el Gran Premio vivirá por largo rato.