Criminales mandan dentro y fuera de la cárcel
Esta semana, siete presos se fugaron del penal varonil de Cieneguillas, Zacatecas. Los reclusos derrumbaron parte de la pared de la prisión, salieron y tiraron poncha llantas en la carretera para escapar. Huyeron rumbo al municipio de Jerez.
Por medio de un video difundido en redes sociales de la Vocería de la Mesa Estatal de Paz y Seguridad de Zacatecas, el cual tiene una duración de 35 segundos, el general Adolfo Marín, secretario de Seguridad Pública, no precisó cómo ocurrió la fuga, sólo se limitó a informar que “al parecer fue por unos muros” del centro penitenciario, sin precisar en cuál de los módulos o áreas.
Aseguró que tras tener el reporte se empezó a investigar la situación y se revisaron los medios tecnológicos para tener mayor certeza. Poco después, la autoridad dijo tener controlada la situación, pero ya se habían fugado los reos.
La pregunta es: ¿qué tan controlada tienen la situación de seguridad en Zacatecas? Evidentemente se vive un descontrol brutal, no sólo en Zacatecas, sino en muchos otros estados en el país es una tragedia.
Si no se puede controlar la seguridad en un lugar que se supone es cerrado y se tiene o debería tener el registro de todos aquellos que ahí viven, ¿cómo se puede pretender tener seguridad fuera de los reclusorios?
En México, aproximadamente el 72 por ciento de penales cuentan con autogobierno; es decir, los criminales de distintos grupos son los que controlan el reclusorio. En otras palabras, en esas cárceles son los presos quienes tienen el control y el gobierno, con lo que además de utilizarlas como centros de operación de distintos grupos criminales, terminan por propiciar hechos violentos, motines y ajustes de cuentas.
Desde ahí se extorsiona, a veces se dirigen secuestros y en ocasiones los presos salen a delinquir de sus celdas para después resguardarse en ellas. Difícilmente la policía va a buscar a alguien que cometió un delito que se supone está preso.
Lo hemos visto una y otra vez. El día que fue el llamado “culiacanazo”, en donde se detuvo y poco después liberó a Ovidio Guzmán, cuando se estaba desestabilizando Culiacán, que incluso personas afines al Cártel de Sinaloa aventaron granadas a las instalaciones militares, donde viven las familias de militares, del penal de Aguaruto, salieron por las puertas 55 reos. De ésos, muchos estaban en prisión por asesinatos, sólo se han recapturado a menos de 10. Por los videos que circularon de esta fuga, claramente se ve que se les dejó escapar. Y se les dejó salir con el fin de seguir ejerciendo presión, y así que se liberara al hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) identificó prácticas de autogobierno o cogobierno, realizadas por internos dentro de los centros penitenciarios del país, quienes han tomado control de la seguridad o funcionamiento de algunas cárceles, con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol) 2021, en la que realizó un análisis de 203 centros penitenciarios de los ámbitos federal y estatal, de las 32 entidades federativas.
“A nivel nacional, 36.7 por ciento de la población privada de la libertad señaló que, en los últimos doce meses, es decir, entre julio de 2020 y julio de 2021, ha visto a internos que realizan actividades de seguridad o funcionamiento del centro penitenciario de manera parcial o total”, señaló Oscar Jaimes, director general de Estadística de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi.
Propician violencia, ajustes de cuentas…
La encuesta muestra que 23.5 por ciento de las personas privadas de la libertad vio el manejo de llaves de celdas por otros reclusos, 16.2 por ciento vio riñas entre grupos internos por el control del centro, 14.1 por ciento notó asignación de celdas a otros internos y 13.3 por ciento se percató de la vigilancia de celdas por otros reclusos.
Por entidad federativa, la encuesta reveló que el porcentaje de la población que ha visto a otros internos realizar actividades de autogobierno o cogobierno se concentran principalmente en penales del Estado de México, Ciudad de México y Sonora, con 61, 60.2 y 52.3 por ciento, todos por encima del promedio nacional que es de 36.7 por ciento.
En estos últimos años, la percepción de que el crimen organizado se adentra cada día más en el país es una realidad. Ya lo ha dicho el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, que entre el 30 al 35% del territorio mexicano es controlado por organizaciones criminales, motivo por el que la gente que vive en esas regiones busca emigrar del país.
Delincuentes operan y se resguardan en muchos de los reclusorios de México. Y cómo no va a haber fugas, si muchos de los reclusorios son controlados por los propios presos.