Crisis en Ucrania y repercusión en México
La tensión escala conforme los días pasan, Rusia mueve sus tropas como si fuera un juego de ajedrez en el que, sin hacer un solo disparo, ha podido avanzar y mandar a sus militares hasta dos provincias de Ucrania de corte separatista.
Se trata de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, en Donbás, que desde 2014, tras lo ocurrido con Crimea, han incrementado su rechazo para permanecer bajo el cobijo de Ucrania, y es que son territorios de mayoría rusa.
Como parte de su estrategia, este lunes 21 de febrero el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció la independencia de esas dos provincias.
“Considero necesario tomar la decisión tanto tiempo esperado de reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk”, indicó Putin en un discurso dirigido a la nación, donde pidió a la Asamblea Federal rusa “ratificar los acuerdos de amistad y colaboración con ambas repúblicas”.
Las potencias occidentales temen que esta declaración abra el camino para que las tropas rusas entren oficialmente en el este de Ucrania, país rodeado desde hace semanas por unos 190 mil soldados y artillería.
Por ello, la respuesta llegó de inmediato con Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas comenzaron a revisar las posibles nuevas sanciones económicas contra Rusia por haber violado los acuerdos, incluso el mismo lunes por la noche comenzó una reunión abierta del consejo de seguridad de la ONU.
México es un miembro no permanente de este consejo de la ONU. La postura de nuestro gobierno es en favor de la solución pacífica del conflicto, el respeto a la integridad de Ucrania y de las resoluciones de la ONU, así lo dio a conocer el canciller Marcelo Ebrard en su cuenta de Twitter.
Hay cinco países que tienen poder de veto: China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos. Este mes, Rusia ocupa la presidencia rotatoria y eso significa que preside las reuniones y establece la agenda.
El pasado martes 22 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un mensaje en el que describió la situación como “el comienzo de una invasión rusa de Ucrania”.
Prometió imponer graves sanciones económicas si las tropas rusas cruzan a Ucrania, incluso a los miembros del círculo íntimo de Putin y a las instituciones financieras rusas, y que moverá tropas que están destacadas en Europa para reforzar la defensa de los países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania.
También dijo que “todavía hay tiempo para la vía diplomática” y que están abiertos al diálogo. “Juzgaremos a Rusia por sus acciones y no por lo que dice”.
El canciller alemán Olaf Scholz anunció este martes que su gobierno suspendió la autorización del controvertido gasoducto Nord Stream 2 que une Rusia y Alemania.
El Nord Stream 2, terminado en noviembre, pero que no ha entrado en funcionamiento, mide mil 230 kilómetros bajo el mar Báltico y tiene una capacidad de 55 mil millones de metros cúbicos de gas al año. Sigue el mismo recorrido que el Nord Stream 1 que funciona desde 2012. El ducto evita el territorio ucraniano y aumentará las entregas de gas ruso a Europa en un momento en que la producción propia disminuye.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que Reino Unido también sancionará a cinco bancos rusos y tres oligarcas. Cualquier activo que posean en el país británico se congelará y las personas sancionadas no podrán viajar al país.
Por su parte, Rusia comenzó la retirada de su personal diplomático de Ucrania y solicitó al congreso de su país autorización para usar armamento militar en el extranjero en caso de ser necesario.
Desde la semana pasada, los líderes de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, y la República Popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, pidieron abiertamente a Rusia que diera el paso y reconociera la independencia de ambos territorios, tal como planteó días antes la Cámara Baja del Parlamento ruso.
Los separatistas creen que es necesario que Vladimir Putin les conceda un nuevo estatus para proteger a la población y las infraestructuras civiles de la “agresión” del Ejército ucraniano.
Después de la Guerra fría, ésta es la situación más preocupante que se vive en la zona.
Putin asegura que no habrá invasión a Ucrania, pero la realidad es que llevan meses acumulándose tropas rusas en la frontera con Ucrania.
En México se podría pensar que el conflicto en Ucrania está muy lejos de nosotros, pero las consecuencias de esta disputa y posible invasión, por supuesto que afectan a nuestro país y sistemas financieros.
Por lo pronto, los efectos de esta escalada de tensión ya surten efecto en los mercados financieros, este martes el precio del petróleo alcanzó su valor máximo en siete años por temor a que la crisis interrumpa el suministro global. El barril Brent, un referente internacional, llegó a los 99 dólares con 38 centavos.
Que suba el petróleo por supuesto que beneficia a la mezcla mexicana, pero también se dará una inflación que nos afecta.
Rusia es un actor clave en la producción de petróleo: es el segundo mayor exportador después de Arabia Saudita.
Las sanciones contra Rusia pueden provocar un incremento del precio del petróleo. Si el combustóleo aumenta aún más, puede darse, según dicen los especialistas, un “frenazo económico” que se está ya viviendo en buena parte del mundo tras la pandemia. En América Latina, varios países sentirán aún más los impactos en sus perspectivas de crecimiento y en el aumento de la inflación.
La crisis en Ucrania podría traer decenas de muertos, aumentos en el petróleo y un conflicto global enorme.
Aquí en México tendremos afectaciones por el conflicto de ucrania de manera indirecta.
Estemos atentos a estos tres factores: El disparo de los precios internacionales del petróleo y gas. La su suspensión del suministro de gas a Europa podría producir una nueva recesión en Europa. Y que se dé inestabilidad financiera internacional. Cada vez que se han tenido crisis financieras a nivel global ha habido desequilibrio en México. Quizá podamos excluir la crisis del 2008 mundial, la cual México manejo muy bien y los estragos se controlaron.
Pero, ¿estamos preparados en México para enfrentar una crisis financiera mundial como la que se podría desatar en las próximas semanas?
Por lo pronto es una buena noticia que la pronunciación de México haya sido la de no intervención y la solicitud de que el conflicto se resuelva en paz.
Y es que si continua la crisis en Ucrania, y todo parece indicar que así será, será casi imposible evitar un impacto sobre nuestra moneda y en general sobre las variables financieras en nuestro país.