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Crisis por consumo de drogas

Se habla mucho del crimen organizado, de ajuste de cuentas, de los muertos por el narcotráfico, documentamos los decomisos importantes que se dan, pero poco se habla de los adictos que dejan estas drogas y las miles de familias que están destruidas por su consumo.

El consumo de drogas en México ha crecido de manera exponencial. Entre 2017 y 2022 el consumo de metanfetaminas creció 218%; el mayor en México de esta droga se daba en seis entidades, ahora ha pasado a 21.

Así lo documenta el informe 2023 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, este organismo depende de la Organización de las Naciones Unidas y hace estudios del consumo de drogas de una manera muy seria.

Los resultados muestran que entre 2020 y 2021, aumentaron los decomisos de metanfetamina y fentanilo; y es que hay mucha más droga circulando en nuestro país.

En México, los decomisos de fentanilo pasaron de 50 a 168 kilos en sólo un año, mientras que los decomisos de metanfetamina crecieron de 1.3 toneladas en 2020 a 4.7 toneladas en 2021.

Recordemos que los fabricantes de drogas necesitan hacer crecer su negocio y eso lo logran teniendo más consumidores. Recientemente en México, muchos narcomenudistas están mezclando fentanilo con otras drogas como metanfetaminas y cocaína. Muchos consumidores no saben que están consumiendo este fentanilo, pero sí con esta sustancia cualquier droga se hace mucho más adictiva y el mayor riesgo es que si se excede la dosis, el consumidor se muere.

La característica del informe 2023 es que incluye a la tecnología como una variante de retos por la disponibilidad para el consumo.

Conseguir drogas es muy sencillo, con un sólo mensaje llegan a su casa. Desde Instagram, Facebook y otras redes sociales se pueden solicitar. En muchos bares y restaurantes también hay.

Ahora el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes asegura que también se están utilizando otras herramientas como la dark web, donde usan métodos de cifrado y encriptado que facilitan la compra de cualquier tipo de drogas, ya que ni siquiera es necesario usar dinero físico para obtenerlas porque los consumidores pueden pagar con métodos recientemente creados para pagar, como lo son las múltiples monedas virtuales, conocidas como criptomonedas.

Hoy a través de la tecnología se podría utilizar para trabajar en la prevención y tratamiento de adicciones. No se ve que haya una estrategia seria del Gobierno para que haya programas de prevención y luego de tratamiento para adicciones. El Consejo Nacional contra las Adicciones está muy disminuido.

Como reportera, en 2017 visitamos un laboratorio de metanfetaminas enclavado en la Sierra de Sinaloa. Llegar ahí fue muy complicado, los componentes de las metanfetaminas son muy potentes y se necesita mucha gente para trabajar en ellos.

Para producir fentanilo, se puede hacer en cualquier cocina y además es una substancia sin olor y sin color.

La evolución del consumo de drogas no es nueva, desde los años 80 cuando la demanda era mayor por la heroína, para los años 90 la cocaína se convirtió en la droga de mayor demanda, mientras que desde los años 2000 las metanfetaminas se volvieron las más populares, hasta hoy con el fentanilo que con sólo 2 miligramos esta droga es mortal.

El informe de la JIFE señala también que en nuestro país se ha incrementado la demanda de tratamientos para rehabilitación por drogas, principalmente las sintéticas como la metanfetamina y el éxtasis. En 2022 estas sustancias representaron más del 46 por ciento de las solicitudes del tratamiento.

Urgen programas de prevención en México, la verdad los que hay no han sido elaborados por expertos y evidentemente y ante el incremento en el consumo no han dado resultados.

Por ejemplo, en México las autoridades reconocen un aumento en el consumo de opioides y fentanilo, la Comisión Nacional contra las Adicciones y la Coordinadora de la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones Juntos por la Paz, aún no lo consideran un problema de salud.

Y en el Conadic aseguran que pronto se publicará un informe sobre el consumo de fentanilo y opioides en México, ya que su titular, Evalinda Barrón Velázquez, aseguró que los casos de muerte por consumo de fentanilo en México “son muy pocos”.

Y es verdad, hasta ahora si comparamos con los muertos por fentanilo en Estados Unidos, el número de fallecidos en nuestro país por esta droga es simbólico a los más de 100 mil muertos al año que hay en aquella nación. Pero hay que tomar en cuenta que estos muertos por fentanilo en Estados Unidos eran pocos hace unos cinco años, y en México puede crecer el consumo rápidamente.

Hoy, por ejemplo en California, el consumo de fentanilo es enorme y mucho de ese fentanilo entra por la frontera con México.

En Baja California no se han contabilizado los casos de muertos por fentanilo, pero hace unos meses, en la morgue de Mexicali, se hizo un estudio y se encontró rastro en muchos de los fallecidos de fentanilo.

Víctor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos y profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de San Diego, ha dicho que Tijuana y Mexicali son auténticos laboratorios humanos donde más se consume fentanilo.

Según Clark, el fentanilo llegó a la frontera hace cinco años con los consumidores deportados de Estados Unidos.

Hay que tener mucho cuidado que en México no tengamos en mismo nivel de consumo de fentanilo como se tiene hoy en Estados Unidos. Hay que trabajar en la prevención antes de que se desate una crisis. Ya tenemos muchos muertos principalmente por el narcotráfico, hay que evitar que tengamos aún más por los consumidores.